La corrupción también existe en la Iniciativa Privada: Peña Nieto

Un propósito expresado desde el primer día del gobierno de Enrique Peña Nieto fue el combate a la corrupción. Cuarenta meses después, la difusión de algunos escándalos de corrupción en el sector público, en la Iniciativa Privada y con las leyes anticorrupción y su reglamentación estancadas en el Poder Legislativo, configuran el marco en el que el presidente de la república recordó a los empresarios agremiados a la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), que en la corrupción también ellos participan.

Al tomar posesión como presidente de la Coparmex, Gustavo Hoyos expresó en el evento denominado Toma de Compromiso, en nombre de sus agremiados, que son tres los principales males que aquejan la convivencia social en México: “La opacidad, la corrupción y la impunidad.

Ante el presidente Peña Nieto, que asistió como testigo al cambio en la dirigencia de la Coparmex, Gustavo Hoyos expresó que la Confederación hacia un “llamado a los senadores, a los diputados federales y también a los diputados locales, cada cual en la esfera de su competencia, para que antes de que concluya este año aprueben los cuerpos normativos necesarios para dar vida plena al Sistema Nacional de Transparencia y al Sistema Nacional Anticorrupción”.

El nuevo dirigente de la Coparmex dijo en su discurso que “la fragilidad del Estado de Derecho no es consistente con el lugar que ocupa México como una de las economías más desarrolladas del mundo, por lo que fortalecer el Estado de Derecho debe ser uno de los grandes objetivos nacionales, así como el combate a la corrupción y a la impunidad “. Indicó además que no es casualidad la presentación de la iniciativa ciudadana 3de3, ante el clamor social de combate a la corrupción.

Por su parte el presidente Peña Nieto convocó a los empresarios a seguir sumando esfuerzos con el gobierno de la república y los diferentes sectores de la sociedad en el combate a la corrupción.

Dijo el presidente Peña a los empresarios que la corrupción es un flagelo que debe ser erradicado para no frenar el desarrollo del país. "Entre todos podemos lograr un país más justo, más igualitario y más confiable, donde se haga valer y se respete la ley, donde las empresas puedan crecer en un ambiente de certidumbre jurídica”.

Reconoció el presidente Peña el hecho de que los empresarios del país hubieran firmado recientemente el Código de Integridad y Ética Empresarial para que todas las empresas del país adopten mejores prácticas para evitar actos de corrupción.

No obstante lo cual les señaló: “hay que decirlo, la corrupción no es un elemento privativo del ámbito público, lo es también del ámbito privado y a veces van de la mano, por eso reconozco los esfuerzos que en ambos espacios se vienen haciendo y se deben hacer para realmente combatir este flagelo de nuestra convivencia social”.

Es interesante recordar que la intención de combatir la corrupción llegó al gobierno de la república hace 33 años, cuando Miguel de la Madrid determinó combatirla y para ello creó la secretaria hoy denominada De la Función Pública.

El hecho de que por más de tres décadas se haya mantenido esta política y que México esté en el catálogo internacional como uno de los países más corruptos, implica que el Estado en su conjunto ha fallado, lo que quiere decir que no han sido eficaces en su combate los tres poderes de la federación y los tres niveles de gobierno, pero también la sociedad en su conjunto, lo que incluye de manera destacada la actividad empresarial, que en ocasiones promueve la corrupción para hacer negocios u obtener contratos en el sector público.

Del evento de la Coparmex destaca la demanda del sindicato patronal por recuperar el estado de derecho para combatir la corrupción y fomentar la transparencia de parte de los gobernantes, pero también es relevante el recordatorio del presidente Peña en el sentido de traer a la memoria que el problema es complejo y en él también está involucrado el sector empresarial. Para que haya un corrupto debe haber un corruptor.

Hablar de corrupción en México es un tema con diversas facetas que encadenan intereses de todo tipo, que remiten con frecuencia a la lucha por el poder, sea político o económico, al final del camino los une haber amasado fortunas inexplicables, que solo pueden acumularse por la complicidad entre funcionarios públicos y empresarios. Alguien en algún momento ofreció o pidió el diez por ciento del valor de un contrato y a partir de esa fórmula cada seis o tres años podemos conocer a muchos nuevos ricos en México. Van del gobierno a la empresa y de la empresa al gobierno. Son lo mismo.