La carta para AMLO que refleja lo bueno de su primer año como Presidente

Señor presidente:

Le escribo esta carta con motivo de su primer año de gobierno.

Perdone el simplismo.

Estas líneas tienen el atributo de ser las de un ciudadano de a pie. Lo digo porque no tienen el sesgo de provenir de un grupo de poder, de una clientela, de un partido y ni remotamente de un fanático.

Por otra parte, no me mueve ni el menor atisbo de adulación: puede estar seguro que si estas letras llegan a ser elogiosas, son –sobre todo- sinceras.

Enumero sin orden de importancia -ni ningún otro- bondades de la gestión que por cierto, no es de un año, ya que desde antes usted mediante su equipo incidió menor o mayormente en las políticas seguidas.

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Congelamiento de cuentas

Los especialistas han dicho mil veces que el verdadero golpe al crimen organizado es el golpe a sus finanzas, de modo que lo felicito por el congelamiento de 330 cuentas a poderoso cártel. Falta ver –no sé los detalles- si las cuentas son gordas o son de tres pesos o bien si mañana o pasado declaran que siempre no y las descongelan, ¿verdad?

Incremento al salario mínimo

Una de las grandes cosas que me congratula de su administración es el incremento al salario mínimo. Y sería necesario que se aprieten todas las tuercas para que sea, como el sufragio, efectivo.

Política social

De su amplia política social veo bien que los jóvenes tengan a su disposición una beca mientras se capacitan en donde, además, son candidatos a contratarse. Si acaso falta vigilar más y redoblar la protección contra esos patrones vivales que, como se sabe, les han pedido ¡que les entreguen la “beca”! (qué bueno que van no sé cuantos miles de ellos suspendidos).

De ahí en fuera, quién no va a celebrar que más de un millón y medio de jóvenes tengan garantizadas capacitación y prioridad para el empleo.

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En cuanto a la pensión a los adultos mayores estoy –en principio- confuso, no puedo entender cómo si el Estado tiene la pesada carga-compromiso de las pensiones, todavía –además- se abra la pensión universal a los jubilados. Sin embargo aplaudo un agregado muy benéfico: que ese apoyo bimestral se haya ampliado para la población indígena.

Mañaneras

Le agradezco las dichosas “mañaneras”. Esas conferencias son sin duda una comunicación, más o menos franca, con la prensa y con los gobernados; sin nada que ver con los dos o tres encuentros con la prensa sostenidos por Enrique Peña .

De esas conferencias admiro sobre todo su valor en enfrentar interlocutores; por encima, incluso, del velo de protagonismo que las puede ensombrecer (un protagonismo ya sea de usted, ya sea de los interlocutores). Sin embargo, a veces ha caído en la propia trampa que esos ejercicios encierran, como cuando el célebre día de mayor rispidez con la prensa no pudo contenerse y dijo: “basta”; pues qué mal, señor, qué mal; si son los riesgos propios de un esquema creado por nadie menos que usted mismo.

Por otro lado no olvidar que esa modalidad, siendo buena, es perfectible. El periodista René Delgado lo ha dicho de esta manera: “comunica, mas no informa”.

Los libros económicos del Fondo de Cultura Económica

Un reconocimiento y gratitud inmensos por los libros ahora sí que económicos del Fondo de Cultura Económica (FCE); pero en particular después de los atropellados comienzos de su titular. Finalmente, valió la pena.

Únicamente insistir que eso no signifique dejar de cumplir con los editores.

Por último

Otra vez, le reconozco la entrega y el no ser frívolo. Así, sin más. Ah, me faltaba: admito que me gustó aquel día que coincidieron en un vuelo Raúl Salinas y usted ya como presidente en funciones: él, en primera clase; usted, en clase turista.