La adolescente que se ha convertido en un dolor de cabeza para Inditex

Anna Riera tiene una cruzada entre ceja y ceja: que Inditex venda en las tiendas de Zara ropa de tallas grandes. Para conseguir su objetivo, ha abierto una página en change.org, la famosa web de peticiones, y hasta el momento ha conseguido más de 48.000 firmas.

Actualmente Zara tiene 2.085 tiendas por todo el mundo. Imagínense la de personas que se quedaron con las ganas de comprar esa chaqueta que tanto le gustó, pero nunca se fabricó una para ellas.

Es por eso por lo que hoy vengo a pedirle a Inditex, como podría pedírselo a cualquier otro fabricante de moda, que se conciencia de que una talla 46 no es una talla grande, sino una talla real.

Con estas palabras Riera argumenta su petición. Para ella, esta falta de variedad es una forma de discriminación, pues cree que manda el mensaje erróneo de que “las tallas grandes no son tallas normales que puedan comprarse en cualquier tienda de ropa”.

“Deberíamos empezar a diseñar para personas, no para estereotipos”, asegura Riera en su petición. Para ella, si Inditex diera este paso, “no sólo ayudaría a borrar la idea negativa que se tiene sobre las tallas grandes, sino que además podría hasta ser una buena oportunidad de negocio para vosotros”.

No es la primera vez que esta joven catalana planta cara al gigante de la ropa en España. Hace unos meses inició una campaña para que la compañía retirase unos maniquíes extremadamente delgados de sus escaparates. Y tuvo éxito: consiguió 111.822 firmas y la empresa tuvo que claudicar. Ahora los maniquíes tienen más curvas, a pesar de que lucen prendas de la talla 38. Puede que en no muchos meses empiecen a llevar de la 46 o de la 48. Y todo por culpa de esta estudiante de psicología que se ha convertido en un dolor de cabeza para Inditex.

Pero, ¿de dónde surge toda este interés en acabar con las nomas de los escaparates? Riera confiesa en una entrevista concedida a El Correo que “Yo también he sido adolescente y me he sentido frustrada por no tener el cuerpo ideal”. Pero también reconoce que no ha sufrido en primera persona problemas más allá de esas pequeñas frustraciones de no encontrar una talla que le quede bien. Aún así, asegura que en su entorno sí ha vivido casos graves de anorexia y bulimia por culpa de la presión social, esa de la que forma parte Inditex. “Ver a amigas con un potencial tremendo afectadas porque les quedan apretados los pantalones es tremendo, yo hace dos años que no me peso porque no quiero que me definan por los kilos que tengo”.