La adolescente que disparó contra los alumnos de una escuela porque no le gustaban los lunes

El 13 de julio de 1979 se ponía a la venta un disco en vinilo de la banda de pop irlandesa ‘The Boomtown Rats’ el cual llevaba por título ‘I Don't Like Mondays’ (No me gustan los lunes) y que se convirtió en número uno de ventas, durante varias semanas, en el Reino Unido, Irlanda, Australia y Sudáfrica. El tema había sido compuesto por Bob Geldof, líder del grupo, tan solo unos meses antes, cuando estando en una emisora de radio para ser entrevistado se enteró de la noticia en la que una adolescente estadounidense había disparado con un rifle desde su terraza al patio de una escuela de primaria en la que se encontraban los pequeños alumnos jugando. Tras ser detenida, la muchacha dijo que lo había hecho porque no le gustaban los lunes.

La adolescente Brenda Ann Spencer que cometió el tiroteo contra la escuela durante su traslado a la comisaría tras ser detenida (imagen vía Hemeroteca ‘The San Diego Union-Tribune’)
La adolescente Brenda Ann Spencer que cometió el tiroteo contra la escuela durante su traslado a la comisaría tras ser detenida (imagen vía Hemeroteca ‘The San Diego Union-Tribune’)

Ocurrió el 29 de enero de 1979 en la población de San Diego (California) y la protagonista de esta historia era Brenda Ann Spencer, quien en el momento del tiroteo contaba con 16 años de edad.

Como cualquier adolescente, Brenda era retraída, poco comunicativa con sus familiares y adultos en general y se pasaba más tiempo encerrada en su habitación que compartiendo cualquier tiempo de ocio familiar con su padre (con quien vivía desde la separación de sus progenitores).

Su padre, Wallace, en un intento de acercarse a su hija, las navidades de 1978 decidió regalarle un fusil semiautomático del calibre 22, con mira telescópica, junto a una caja con 500 municiones. En casa de los Spencer siempre había habido armas y sabía que Brenda disfrutaba disparando a las latas cuando lo había acompañado al campo a echar unos tiros.

Como estudiante era muy irregular, faltando a menudo a las clases del instituto de secundaria, pero nunca había demostrado hostilidad hacia nadie, aunque algún profesor que la había evaluado indicó en un informe que detectaba indicios suicidas en Brenda.

Durante un tiempo le había gustado la fotografía y parece ser que no se le daba del todo mal, ya que llegó a ganar un concurso organizado por una Sociedad Protectora de Animales local, pero tal y como se aficionó a hacer fotos abandonó el hobby. También, en cierta ocasión, había tenido problemas por haber disparado con una escopeta de aire comprimido a la ventana del colegio donde estudiaba, así como haber matado algunos pájaros que se encontraban posados en los árboles.

Aquel lunes 29 de enero de 1979 Benda decidió no acudir al instituto y, colocándose en la terraza de su casa, apuntó con el rifle a los pequeños alumnos que se encontraban jugando en el patio de la escuela de educación elemental Cleveland Elementary School.

La escuela Cleveland Elementary School, en San Diego, California. (AP Photo/Paul Sakuma)
La escuela Cleveland Elementary School, en San Diego, California. (AP Photo/Paul Sakuma)

No tenía un objetivo fijo. Simplemente estaba aburrida y para superarlo había decidido apuntar y disparar.

Durante el tiroteo (treinta y seis tiros) fallecieron dos adultos (el director de la escuela, Burton Wragg y el conserje, Mike Suchar) y ocho alumnos resultaros heridos. A lo largo de seis horas Brenda se atrincheró en su casa y amenazó con disparar si entraba algún policía en la vivienda.

Las fuerzas de seguridad habían acudido rápidamente hasta aquel lugar y expertos en negociación estuvieron dialogando con ella durante largas horas (algunas con gran tensión ante lo imprevisible que podía ser la reacción de la muchacha).

La comunicación entre Brenda y el negociador de la policía se estaba realizando a través de la puerta del piso, pero también por vía telefónica y en un momento de aquel día se coló una llamada por parte de un periodista del periódico local ‘The San Diego Union-Tribune’, que logó comunicar con la muchacha y hacerle una pequeña entrevista.

La respuesta a la pregunta de por qué lo había hecho, Brenda contestó un simple ‘No me gustan los lunes. Esto me animaba el día’. Fue precisamente esta frase la que apareció como titular destacado en la portada del diario y de la que se hicieron eco todos los medios que informaron del caso. Uno de ellos la emisora de radio del campus de la ‘Georgia State University’ en Atlanta, donde se encontraba Bob Geldof, quien esperando para ser entrevistado y hablar de la gira estadounidense de la banda irlandesa ‘The Boomtown Rats’ que lideraba, dando origen a uno de sus mayores éxitos discográficos (‘I Don't Like Mondays’).

Según consta, el negociador de la policía logró convencer a Brenda para que se entregara ofreciéndole una hamburguesa, algo que la muchacha aceptó debido al hambre que tenía tras haber pasado todas aquellas horas allí atrincherada.

Tras la detección, los agentes pudieron comprobar el deplorable estado de la vivienda en la que Brenda había estado conviviendo junto a su padre (quien tenía problemas alcohólicos) desde que sus progenitores se habían separado.

El juicio contra Brenda Ann Spencer se celebró el 4 de abril de 1980 y se esperó hasta aquella fecha debido a que era el día después de que la muchacha cumplía los 18 años de edad y de ese modo poder juzgarla como adulta, siendo encontrada culpable de un doble asesinato y condenada a cadena perpetua. Actualmente, tras cuatro décadas en prisión, sigue encerrada y se le han denegado todas las peticiones de libertad condicional y beneficios penitenciarios.

Fuente de la imagen: Hemeroteca ‘The San Diego Union-Tribune’

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