Líderes negros exhortan al alcalde Suárez a vetar la toma de control de la junta de Virginia Key Beach

Una coalición de líderes de la comunidad negra pidió al alcalde Francis Suárez que vete la toma de control por parte de la ciudad de la gestión de la histórica Virginia Key Beach, que en su día fue la única playa que los miamenses negros podían ir durante la segregación.

Catorce líderes empresariales, activistas y clérigos firmaron el lunes una carta dirigida a Suárez en la que solicitan que se vete la votación de la Comisión de la Ciudad para nombrarse a sí misma la nueva junta del Virginia Key Beach Park Trust. Los comisionados habían criticado la gestión del fideicomiso y dijeron que la dependencia ha tardado demasiado en desarrollar un museo de derechos civiles en el parque, una instalación que se ha discutido durante más de 15 años.

Activistas de los derechos civiles respondieron diciendo que los comisionados exageraron los problemas financieros del fideicomiso y que están exigiendo a la dependencia un estándar injusto con respecto a los planes del museo, porque puede llevar años planificar y financiar una instalación de este tipo. La carta critica a la comisión por cambiar a el liderazgo del fideicomiso, que es mayoritariamente negro, diciendo que cambia “una junta que refleja la voz de la comunidad negra por una junta de Comisionados de la Ciudad, que son mayoritariamente cubanos”.

El cambio convirtió a la comisionada Christine King en la presidenta de la nueva junta del fideicomiso, que ahora incluirá a los cuatro comisionados restantes y a dos miembros más que King puede nombrar. La composición racial de la actual comisión significa que la nueva junta de siete miembros puede tener como máximo tres miembros negros.

El código de la ciudad permite al alcalde vetar las ordenanzas aprobadas por la comisión en los 10 días siguientes a la votación. Si el alcalde no hace nada, la ordenanza entra en vigor. A menos que Suárez la bloquee, la nueva junta operará durante al menos un año. La comisión acordó revisar la composición de la junta en 2023.

“Usted preguntó: ‘¿Cómo puedo ayudar?’”, comienza la carta, haciendo referencia al famoso tuit viral de Suárez en el que señalaba su apoyo al traslado de empresas tecnológicas a Miami. “La comunidad negra de Miami necesita ayuda ahora y usted tiene el poder de hacerlo con una simple firma”.

La comisión pudiera anular el veto con una votación de cuatro quintas partes en una futura reunión de la comisión. La votación para cambiar la junta fue aprobada por 4 a 1, con el voto en contra del comisionado Ken Russell.

Entre los líderes locales que firmaron la carta figuraban Teri Williams, presidenta de OneUnited Bank, el mayor banco de propiedad afroamericana del país, así como Ruban Roberts, ex presidente inmediato de la NAACP de Miami-Dade; Barron Channer, presidente ejecutivo de Woodwater Investments; Eric Knowles, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Miami-Dade, y el reverendo Dr. R. Joaquin Willis, de la Church of the Open Door, United Church of Christ.

Los activistas pasaron horas instando a los comisionados la semana pasada a mantener la junta anterior, rebatiendo las afirmaciones de los comisionados de que la dependencia estaba mal gestionada y pidiendo a la ciudad más apoyo para construir un museo de derechos civiles planeado desde hace tiempo.

“La toma de control de VKB es atroz y huele a falta de respeto para el Miami negro”, dice la carta al alcalde. “No podemos tolerar tranquilamente que se borre nuestra cultura, nuestra voz y nuestra participación en el Miami que amamos ... así que estamos preparados para luchar. Empezamos pidiéndole que nos ayude usando su poder de veto”.

Suárez no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.

Los comisionados aprobaron el jueves pasado la reorganización días después de que una auditoría recomendara al fideicomiso implementar mejores controles financieros y mejorar las prácticas contables. Antes de la auditoría, los comisionados dijeron que había “mala conducta”, aunque la auditoría no reveló ninguna irregularidad.

Antes, Suárez ya rechazó una petición de los líderes negros de vetar una legislación controvertida. En abril, la NAACP le pidió que vetara los cambios en el mapa electoral de la ciudad que trasladaban más de 100 hogares negros del Distrito 2 al Distrito 4, lo que, según los críticos, diluía el poder político de la comunidad negra. Suárez respondió que el mapa aprobado era la única opción políticamente viable que podía aprobar la comisión.