El líder indígena que lleva las voces de la Amazonía hasta al rey Carlos III

Isaac J. Martín

Dubái, 5 dic (EFE).- El líder indígena Domingo Peas nació en territorio Achuar, en las fronteras entre Ecuador y Perú, un lugar donde aún ni siquiera ha llegado la carretera. Pero desde hace más de tres décadas recorre el mundo para expandir las voces que reclaman la protección de la Amazonía llegando, incluso, al rey Carlos III de Inglaterra.

Decidió estudiar y aprender a hablar español para "defender los derechos de la naturaleza" y de todos los pueblos indígenas para que sus vidas fueran respetadas más allá de su comunidad.

"Ahora estoy aquí justo para llevar mensajes de las voces de la Amazonía, tanto de Ecuador como Perú", afirma en una entrevista a EFE desde la Cumbre del Clima (COP28), que se celebra en Dubái, por donde desfilan cada día decenas de indígenas de todos los rincones del mundo con sus vestidos tradicionales.

No más extracción petrolera

Peas, que es presidente de la junta directiva de la Alianza de Cuencas Sagradas del Amazonas, sentencia: "Ya no más extracción petrolera, ni minera, ni maderera", puesto que la Amazonía es "un ecosistema que da vida a la humanidad" y no solo para los indígenas.

El líder de esta alianza, que forma parte de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana -que representa a once nacionalidades indígenas- aboga por crear "nuevos sistemas" que pasen por una economía "regenerativa y solidaria, una vida digna para la próxima generación".

Las comunidades indígenas están teniendo cada vez más voz y están siendo integradas en las conversaciones climáticas, por lo que Peas cree que aún no es demasiado tarde para que el mundo cambie.

"Los indígenas éramos unos obstáculos de desarrollo, pero hoy al menos los científicos del mundo nos dicen que los indígenas son los mejores cuidadores de la selva. Ahora se dieron cuenta recién escucharon y los estudios que hacen ellos coinciden", afirma.

Pese a que se les escuche más y en esta cumbre climática haya una gran afluencia de diferentes pueblos indígenas, la financiación sigue siendo un tema bastante sensible.

Esta pasa a través de terceros antes de llegar a sus tierras, por lo que muchos de los fondos destinados a las comunidades se quedan en el camino, según denuncian los indígenas, que piden una financiación "directa" para paliar este problema.

"Sigo escuchando que van a dar millones de dólares para que se cuide la selva, pero hasta ahora ese fondo no ha llegado", comenta, y cifra en un "uno por ciento de tantos millones" los que llegan al territorio.

Hace dos días, la Alianza Global de Comunidades Territoriales (GATC) expuso en un informe que los donantes siguen utilizando sistemas inadecuados y anticuados para documentar y entregar la ayuda al desarrollo, y a menudo envían el dinero para los pueblos indígenas y las comunidades locales a través de terceros, lo que limita las cantidades que les llegan.

Ante esto, Peas busca una unión indígena, junto a representantes oficiales gubernamentales y también donantes involucrados, para que "no haya ninguna duda" sobre ellos y su gestión del dinero, y crear una "confianza absoluta" en este ambiente en el que la financiación se ha convertido en el gran tema para luchar contra la crisis climática.

Una "suerte de amistad" con el rey Carlos III

El pasado mayo, al rey Carlos III le esperaba una sorpresa en Palacio: ser coronado justo dos días antes de su coronación oficial.

Fue Domingo Peas, vestido con el traje, quien saludó al monarca británico con un cálido abrazo durante una audiencia en la residencia real.

El rey recibió una corona de plumas en reconocimiento a su "compromiso con la protección de la selva tropical y el restablecimiento de la armonía entre la humanidad y la naturaleza", según el Palacio de Buckingham.

"El rey fue para mí como una suerte de amistad. Ya no para pedir plata (dinero), sino porque también es un ecologista", dice Domingo sobre ese amistoso encuentro con el monarca, una figura con la que "encajó" muy bien.

"Queremos ser esta alianza y no solamente con el rey, sino con otros sectores sociales privados que todavía tienen corazón para que este ecosistema tenga vida eterna", zanja.

(c) Agencia EFE