Líbano sufre el bombardeo israelí más mortífero desde la guerra de 2006

Israel ha llevado a cabo este lunes el bombardeo más mortífero en el Líbano, es la jornada más letal desde la guerra que la organización chií e Israel mantuvieron en 2006. Ya son más de 490 las personas que han perdido la vida en este último ataque y más de 1.600 las que han resultado heridas.

El número de muertes también supera al registrado en la explosión que se produjo en 2020 en el puerto de Beirut, la capital del país. Entonces, cientos de toneladas de nitrato de amonio detonaron, matando a 218 personas e hiriendo a más de 6.000.

El mayor éxodo desde 2006

Israel advirtió a los residentes del sur y el este del país de que evacuaran sus hogares antes de ampliar su ofensiva aérea contra la milicia libanesa. En un mensaje grabado, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, instó a los civiles libaneses a que se tomasen "en serio esta advertencia".

"Por favor, salgan del peligro ahora", dijo Netanyahu. "Una vez que nuestra operación haya terminado, podréis volver sanos y salvos a vuestros hogares".

Tras la advertencia, los coches inundaron las carreteras intentando huir de las zonas amenazadas. También colapsaron la autopista principal que conecta la ciudad portuaria de Sidón con Beirut, en el mayor éxodo de personas en el país desde la guerra de 2006.

Israel alcanza 800 objetivos

El Ejército de Israel, que atacaba arsenales de armamento de Hezbolá, anunció que había alcanzado unos 800 objetivos. Sin embargo, algunos ataques alcanzaron zonas residenciales del sur y del valle oriental de la Bekaa. También una zona boscosa en Byblos, en el centro del Líbano, y a más de 130 kilómetros de la frontera con Israel.

El ministro de Sanidad libanés, Firass Abiad, dijo en rueda de prensa que la ofensiva había afectado a hospitales, centros médicos y ambulancias. El Gobierno ha ordenado el cierre de escuelas y universidades, mientras prepara refugios para los desplazados.

El ataque se produce unos días después de que cientos de dispositivos portátiles -buscas y 'walkie-talkies'- explotasen de forma simultánea por todo el país. En teoría, la ofensiva iba dirigida contra los dispositivos que utilizaban los integrantes de Hezbolá para comunicarse entre ellos.