Lágrimas, sonrisas y mucho orgullo en exaltación de Dwyane Wade al Salón de la Fama. Aquí sus emotivas palabras

Después de establecerse como el mejor jugador del Heat de todos los tiempos, Dwyane Wade continúa haciendo historia con el equipo incluso en su retiro.

Con 41 años, Wade se convirtió en la primera selección del draft del club de Miami que es exaltado al Salón de la Fama del Basquetbol Naismith Memorial, en un acto celebrado el sábado en Springfield, Massachusetts.

El legendario escolta ingresó en su primera convocatoria después de retirarse en la temporada 2018-19.

“Con este juego descubrí en quién podía convertirme”, expresó Wade durante su cautivador discurso de 25 minutos frente a un gran grupo de amigos, familiares, excompañeros de equipo y exentrenadores.

“Me mostró que al otro lado del trabajo duro estaba el éxito que anhelaba. Me enseñó el valor de la resiliencia frente a la adversidad y cómo recuperarme después de la derrota’’.

“A través del juego descubrí quién estaba conmigo cuando ganaba y perdía. Mi confianza llegó a través del juego. Me ayudó a encontrar que mi valor estaba mucho más allá de la cancha de juego”.

La lista de los otros jugadores que lo acompañan en este recinto como parte de la clase 2023 incluía a Dirk Nowitzki, Pau Gasol y Tony Parker; los entrenadores Gregg Popovich, Gene Keady, Gary Blair, David Hixon, Gene Bess y Jim Valvano; y la ex jugadora de la WNBA Becky Hammon.

Wade fue el último en hablar el sábado en la ceremonia y usó el discurso para contar su historia con el basquetbol, desde que se enamoró del juego hasta los altibajos que experimentó a lo largo de su viaje por este deporte, para luego agradecer a quienes lo apoyaron e inspiraron.

“Estoy en este escenario porque mi creencia siempre ha sido más fuerte que la duda de nadie”, comentó Wade, quien creció en el área de Chicago.

“Entonces, para todos los buenos jugadores espero que tomen esto en serio. Sepan que nunca se trata de sus contratiempos, sino cómo se responde a ellos. Los golpes que recibes son pocos, las limitaciones que la gente te pone son en realidad inspiración’’.

Seleccionado por Miami con la quinta selección general en 2003, Wade es el líder de todos los tiempos del club en puntos, partidos jugados, minutos, asistencias y robos. Es considerado uno de los mejores escoltas en la historia de la NBA.

Entre sus logros más impresionantes están: tres campeonatos con el Heat (2006, 2012, 2013), un premio JMV de las Finales en 2006 y un título de anotador de la liga en la campaña 2008-09.

Jugó 16 temporadas y tuvo 13 participaciones en el Juego de Estrellas.

Pasó las primeras 13 campañas con Miami. Estuvo la temporada 2016-17 con los Bulls de Chicago y parte de la siguiente con los Cavaliers de Cleveland. Luego fue cambiado a Miami a mediados del 2017.

Personas de todas las etapas de la icónica carrera de Wade en el Heat viajaron a Springfield para estar allí en su momento de entrar al Salón de la Fama y celebrar su carrera.

Entre ellos estuvieron Pat Riley, Erik Spoelstra, Bam Adebayo, Udonis Haslem, Alonzo Mourning, Chris Bosh, Shane Battier, Ray Allen, Gary Payton, Andy Elisburg, Adam Simon y Micky y Nick Arison.

Wade se une a Tim Hardaway, Bosh, Allen, Mourning, O’Neal, Payton y Riley como exaltados al Salón de la Fama con carreras que incluyeron tiempo de juego con el Heat.

El exentrenador asistente de Miami, Bob McAdoo, también está en el recinto de los inmortales.

Como parte de su discurso, Wade agradeció todos los entrenadores que marcaron su carrera, desde el primero en la escuela secundaria, Jack Fitzgerald, pasando por el universitario Tom Crean y los del Heat Stan Van Gundy, Spoelstra y Riley.

“Me ayudaron a descubrir partes de mí mismo que nunca supe que existían”, aseguró Wade.

“No solo me enseñaron las cosas básicas del juego sino también las valiosas lecciones de vida que formaron mi carácter. Ellos creyeron en mi potencial y su apoyo inquebrantable marcó la diferencia no solo en mi juego sino también en mi vida’’.

“Nunca me habría convertido en el basquetbolista que podría haber jugado con talentos del Monte Rushmore como Shaq (Shaquille O’Neal) y LeBron [James] sin que me enseñaran la importancia del juego en conjunto. Esa mentalidad me hizo posible entender cuándo era necesario el sacrificio para que mis equipos ganaran”.

Wade también agradeció a los fanáticos y luego destacó a compañeros de equipo de su carrera en la NBA con los que construyó fuertes lazos.

Esa lista incluía a Dorell Wright, Quentin Richardson, Caron Butler, Lamar Odom, Eddie Jones, Mourning, Payton, Antoine Walker, Allen y “mi pequeño hermano malo, Mario Chalmers”.

Pero Wade luego colocó a O’Neal, Bosh, James y Haslem en una categoría separada como compañeros de equipo que “cambiaron la forma en que él sería visto en este juego para siempre”.

La exestrella de la NBA Allen Iverson fue el presentador de Wade para su consagración en el Salón de la Fama del Baloncesto.

El exjugador de Miami ha dicho a través de los años que Iverson era uno de sus jugadores favoritos y una de las mayores influencias del baloncesto.

Wade también agradeció a su antiguo agente Henry Thomas, quien murió en 2018.

Antes de terminar su discurso mostró su aprecio por los amigos cercanos y la familia.

Hizo que algunos de ellos que estaban en la multitud se pusieran de pie mientras los llamaba como Carmelo Anthony, Chris Paul, su hermana Tragil Wade-Johnson, su sobrino Dahveon Morris, sus hijas Kaavia y Zaya, su hijo Zaire, su esposa Gabrielle Union, su madre Jolinda y su padre Dwyane Sr.

Wade cerró su tiempo en el escenario expresando su amor y gratitud por su padre.

“Aunque odiaba que me llamaran pequeño Dwyane, te admiraba de niño”, declaró Wade.

“Te admiro ahora. Tenemos exactamente el mismo sueño y llevamos exactamente el mismo nombre, Dwyane Tyrone Wade. Saber que llegamos hasta el Salón de la Fama es la voluntad de Dios. Papá, sé que te duele un poco la rodilla. Pero, ¿te unirás a mí en el escenario mientras damos nuestro paso legítimo hacia el cielo del baloncesto?’’.

Cuando Dwyane Sr. subió al escenario para pararse junto a su hijo, Wade lo miró y pronunció la última línea de su discurso.

“Esto es para mi padre”, afirmó.

“Te amo y estoy agradecido por ti. Estamos en el Salón de la Fama, amigo”.