Kylian Mbappé, motivado por su pase a Real Madrid, lidera a Francia y abre el debate: ¿la Eurocopa es más difícil que el Mundial?
Aunque ni siquiera se hizo aún la presentación oficial ni se puso la camiseta, no es desacertado afirmar que Kylian Mbappé disputó su 78° partido con el seleccionado de Francia como nuevo jugador de Real Madrid. Cuarenta y ocho horas después del anuncio del que seguramente será el traspaso más significativo del incipiente mercado de pases, el capitán de Francia se enfoca en el objetivo más inmediato: la puesta a punto para la Eurocopa de Alemania, que comenzará el 14 de este mes.
En el penúltimo amistoso previo al debut frente a Austria (16 de junio), Francia venció por 3 a 0 a Luxemburgo, en Metz. Didier Deschamps dispuso una formación que seguramente será muy similar a la que afrontará la Eurocopa. Se mantiene gran parte de la base del plantel que disputó la final del Mundial de Qatar contra la Argentina. Ya no están los dos que cerraron su ciclo en el seleccionado: el arquero Hugo Lloris (Mike Maignan es ahora el titular) y el zaguero Raphaël Varane. Volvió N’Golo Kanté, desafectado poco antes de comenzar el Mundial por una lesión.
A Francia le insumió tiempo y paciencia vulnerar el cerrado esquema de Luxemburgo, que en la clasificación para la Eurocopa finalizó en el tercer puesto, detrás de Portugal (le propinó dos goleadas: 6-0 y 9-0) y Eslovaquia, los dos equipos que obtuvieron el pasaje.
Mbappé, que como es habitual se recostó sobre el sector izquierdo, buscó el gol con insistencia y lo encontró seis minutos antes del final. Antes había dejado su huella con dos asistencias, para los goles de Kolo Muani -su nombre quedará asociado eternamente al fútbol argentino por la tapada de Dibu Martínez en el final del suplementario del Mundial- y Jonathan Clauss.
Lo más destacado de Francia 3 - Luxemburgo 0
Una de las maniobras más completa y efectiva de Mbappé fue el desborde con centro atrás para la definición de Muani. Antes de su gol había intentado con cinco remates, incluida una tijera que no llegó a conectar la pelota. El tanto N° 47 de su trayectoria con Les Bleus llegó tras un toque de derecha dentro del área a un pase de quien fue su compañero hasta hace unas semanas, Bradley Barcola. El arquero Anthony Moris le había tapado en el primer tiempo a Mbappé lo que hubiera sido un golazo, una volea de zurda luego de una pared con Antoine Griezmann en la puerta del área.
La continua participación ofensiva de Mbappé contabilizó dos simulaciones de penal, ignoradas por el árbitro. Al delantero se lo ve doblemente motivado. Calificó su pase a Real Madrid como el “sueño” que tenía desde niño y le dedica una especial atención a la Eurocopa. “Son 24 años sin ganarla, tenemos ganas y la pasión por lograrlo”, dijo respecto del título que Francia obtuvo por última vez en 2000, con un gol de oro (el partido finaliza tras el tanto) de David Trezeguet en el suplementario.
A la espera de la función que le encomiende Carlo Ancelotti en Real Madrid, Mbappé cambia el chip en el paso de Paris Saint-Germain al seleccionado: “Deschamps deja más libertad y Luis Enrique es más ordenado. Es un fútbol diferente; el asturiano quiere tener la pelota, es la mejor manera de defender. Pero para Deschamps no es así. Se adapta más a la situación, aunque siempre hay diferencias entre un club y la selección. En el club es más fácil crear tu estilo y en la selección no, es más adaptarse a las circunstancias inmediatas”.
Así como su condición de figura internacional dentro de una cancha genera un consenso casi unánime, cuando Mbappé opina sobre escalafones y distintos niveles de exigencia en el fútbol mundial, el disenso -cuando no la polémica- está asegurada. El último Mundial refutó la consideración que había hecho unos meses atrás. “En Sudamérica el fútbol no está tan avanzado como en Europa. Y es por eso que cuando mirás las últimas Copas del Mundo siempre son los europeos los que ganan”, dijo en una entrevista con TNT Brasil. Hasta ese momento, los datos avalaban sus palabras. Los seleccionados del Viejo Continente habían conquistado los últimos cuatro mundiales. Había que retroceder hasta 2002, con Brasil consagrado en Corea del Sur-Japón, para encontrar a un campeón de otro continente.
La final que Francia perdió por penales ante la Argentina en Qatar echó un mentís a las observaciones que había dejado Mbappé: “Argentina y Brasil no juegan partidos de mucho nivel para llegar a la Copa del Mundo. La ventaja que tenemos aquí (Europa) es que siempre jugamos partidos de mucho nivel, está la Liga de las Naciones, por ejemplo. Cuando llegamos a la Copa del Mundo estamos listos, y Argentina y Brasil no tienen eso”. En ese momento, el delantero no reparó en que la Argentina unos meses antes había goleado en la Finalissima a Italia, último campeón de la Eurocopa.
En las horas previas al triunfo sobre Luxemburgo, la flamante incorporación de Real Madrid dejó otra singular comparación entre distintas competencias: “Siempre lo sentí de la misma manera. Para mí la Eurocopa es más difícil que la Copa del Mundo, a pesar de que hay mucha más presión en un Mundial. Acá todos los equipos se conocen entre sí, jugamos entre nosotros todo el tiempo. Tácticamente es un fútbol muy similar. Ya la etapa de grupos será muy complicada. Jugamos con Austria, un equipo sorprendente. También tenemos a Países Bajos y a Polonia, al que enfrentamos en los octavos de final del Mundial, lo cual demuestra la complejidad de la competencia”.
Los resultados de los otros amistosos
España 5 vs. Andorra 0
Bélgica 2 vs. Montenegro 0
Dinamarca 2 vs. Suecia 1
Noruega 3 vs. Kosovo 0
Eslovaquia 4 vs. San Marino 0