El King David Morrell de Cuba reafirma su talento superior con un nocaut de miedo en Las Vegas

David Morrell Jr. no tiene nada más que demostrar. Campeón mundial en apenas su tercera pelea profesional, el cubano mejora de pelea en pelea y ya nadie le puede disputar su puesto en la élite de la división supermediana, donde todavía planea como una sombra algo lejana Saúl “Canelo’’ Álvarez.

Tras su triunfo por la vía del nocaut en el primer round sobre Yamaguchi Falcao, el sábado en la velada de Showtime PPV en la Arena T-Mobile en Las Vegas, Morrell Jr. solo tiene un destino posible para seguir creciendo en el cuadrilátero: David “Mexican Monster’’ Benavídez.

Como era de esperar Morrell abrumó a Falcao desde el primer minuto del primer round y con una potente combinación abrió un abismo bajo los pies del sudamericano que quedó fulminado en una esquina del cuadrilátero, víctima del talento superior del antillano.

Siempre hubo la sospecha de que el brasileño, quien nunca estuvo listo para la élite del pugilismo rentado, tampoco estaba al nivel del “Rey David’’, quien hizo alarde de talento y habilidades para ratificar, una vez más, que esta clase de rivales deben ser cosa del pasado.

En una categoría donde no abundan los nombres profundos y respetados, y en la cual Canelo anda en otros asuntos como los de enfrentar a John Ryder dentro de unos días y asumir una posible revancha ante Dmitry Bivol, solo Morrell y Benavídez quedan como los mejores guardianes de las 168 libras.

Ambos jóvenes, invictos, carismáticos, con dos estilos de entender el boxeo, un choque entre los dos David no solo sería fantástico, sino que produciría un retador directo e ineludible para Canelo, una vez que decida ocuparse de los asuntos reales de la división.

Solo Benavídez aparece como una prueba digna de Morrell, quien prácticamente ha jugado con todos los rivales que le han colocado hasta el momento, creciendo y divirtiéndose en el proceso de ascender a la cima del peso, dejando en claro que posee ese material del cual están hechos los sueños y los campeones.

Su camino ha sido limpio y resulta un elogio -y mira que otros boxeadores cubanos han sufrido con esto- de lo que debe ser un buen equipo de trabajo, con managers y promotores que han velado cada paso que ha dado, llevándolo de manera inteligente a un lugar prominente como esta cartelera que puede considerarse la mejor de la temporada.

Si hace apenas unos años nadie le conocía y su mayor reconocimiento era una medalla de oro en un campeonato mundial juvenil, hoy el nombre de David Morrell Jr. está en boca de todos y su gran momento se acerca de manera indetenible.

Ya veremos qué sucede cuando aparezca.