Keto, paleo, vegana... ¿Cómo afecta tu dieta al planeta?

Keto, paleo, vegana... ¿Cómo afecta tu dieta al planeta?
Keto, paleo, vegana... ¿Cómo afecta tu dieta al planeta?


Cambiar ese filete por pescado o por una hamburguesa vegetal no solo es bueno para su salud, sino también para la del planeta, sugiere un estudio reciente.

El estudio, que se publicó en la revista American Journal of Clinical Nutrition, calificó a distintas dietas basándose en dos medidas: la calidad nutricional y la "huella de carbono".

Y en general, las dietas sin carne resultaron victoriosas en ambas categorías.

Los investigadores encontraron que, en promedio, las dietas veganas y vegetarianas tenían la huella de carbono más pequeña, lo que se refiere a la cantidad de gases de invernadero que se emiten a la atmósfera para producir los alimentos que conforman a la dieta.

Por otro lado, las dietas pescetarianas (que incluyen pescado y marisco, pero no carne) recibieron la puntuación más alta en la calidad nutricional, y eran más respetuosas con el planeta que las dietas que contenían carne.

En el extremo contrario del espectro se encontraban dos dietas que están ahora de moda: la dieta keto, que es rica en grasa y baja en carbohidratos; y la dieta paleo, que se enfoca en alimentos que sus proponentes dicen que se consumían en la prehistoria, sobre todo carne, pescado, huevos, frutos secos y verduras.

Estos dos planes de alimentación ricos en carne, encontró el estudio, tenían las huellas de carbono más grandes y la calidad dietética más baja.

(La dieta keto también puede ser dura para el corazón, al aumentar el colesterol "malo" y el riesgo de bloqueos en las arterias, según una investigación reciente presentada en una reunión del Colegio Americano de Cardiología [American College of Cardiology]).

Los expertos señalaron que los hallazgos quizá den algo en qué pensar a los consumidores cuando estén en el supermercado.

"La mayoría de las personas no piensan sobre el impacto ambiental cuando eligen su comida", comentó el investigador principal, Diego Rose, profesor y director del programa de nutrición de la Facultad de Salud Pública y Medicina Tropical de la Universidad de Tulane, en Nueva Orleáns.

Esto es comprensible, dado que hoy en día las personas están tan lejos de las fuentes de sus alimentos. "Todo lo que compramos viene del supermercado", anotó Rose.

Pero los estudios han apuntado a muchos motivos por los cuales una dieta basada en alimentos de origen vegetal, y libre de carne, es mejor para el ambiente: menos uso de tierra para criar y alimentar ganado, menos contaminación atmosférica, menos uso de energía, y menos emisiones de gases de invernadero que contribuyen al calentamiento global.

La producción de carne roja tiene un impacto particular en el ambiente, más que las aves, apuntó Rose.

Todo esto se ha documentado bien en investigaciones anteriores. El punto del nuevo estudio, señaló Rose, era observar de forma simultánea la calidad nutricional y las huellas de carbono de las dietas que los estadounidenses consumen con frecuencia.

Para hacerlo, los investigadores usaron los datos de un estudio del gobierno que pidió a más de 16,000 adultos de EE. UU. que dieran detalles sobre lo que habían comido en las 24 horas anteriores.

La gran mayoría (un 86 por ciento) reportaron un estilo de alimentación omnívoro, es decir, que comían alimentos tanto de origen animal como vegetal. De los demás encuestados, la mayoría reportaron una dieta de estilo vegetariano o pescetariano, mientras que una dieta de estilo vegano, keto o paleo era consumida, en cada caso, por menos de un 1 por ciento.

No se pidió a los participantes del estudio que se aplicaran una etiqueta, por ejemplo vegano, aclaró Rose. Pero, añadió, sus informes sobre la dieta sí dan una idea de lo que los estadounidenses de verdad comen a diario.

Los investigadores calificaron estas dietas del mundo real usando dos medidas estándar de la calidad de la dieta, que otorgan puntos por comer cosas como las verduras, los granos ricos en fibra y las proteínas magras, y por evitar cosas como las bebidas azucaradas, la carne roja y los alimentos altamente procesados.

En términos de la calidad nutricional, las dietas se calificaron de la mejor a la peor: pescetariana, vegetariana, vegana, omnívora, paleo y keto.

Cuando se trataba de la huella de carbono, la lista fue similar, pero las dietas veganas y vegetarianas superaron a la dieta pescetariana en cuando a su respeto por el planeta. (Las dietas veganas excluyen a todos los productos de origen animal, incluso a los huevos y los lácteos).

Debbie Petitpain es una dietista registrada y vocera de la Academia de Nutrición y Dietética (Academy of Nutrition and Dietetics) que revisó los hallazgos.

Afirmó que el estudio muestra que lo que es bueno para la salud personal también es bueno para el planeta, algo que podría motivar a algunas personas.

Dicho esto, Petitpain anotó que la mayoría de las personas no están dispuestas a renunciar a grupos completos de alimentos ni a adoptar una identidad dietética estricta.

"Por suerte", aseguró Petitpain, "no tiene que ser algo drástico".

Las personas pueden mejorar, sugirió, si incluyen más alimentos de origen vegetal que productos de origen animal en sus platos, y si se ponen un poco creativas respecto a las proteínas.

Por ejemplo, puede comenzar por sustituir una porción de carne por marisco a la semana, y unas opciones más asequibles, como el atún enlatado en agua, cuentan, aseguró Petitpain. Cambiar la hamburguesa por una ensalada de tacos y frijoles, o incluso reemplazar la mitad de la carne de res de una hamburguesa por hongos, son otras tácticas.

Y solo porque una dieta sea técnicamente vegana o libre de carne no la convierte en saludable de manera automática, apuntó Petitpain: si vive de pasta y pan, su dieta también tiene que renovarse.

En general, afirmó Petitpain, las personas se benefician de evitar los alimentos altamente procesados y de "aprender a comer más cerca de la tierra".

Rose se mostró de acuerdo en que las personas no tienen que convertirse en vegetarianas ni pescetarianas. Anotó que cuando su equipo indagó con mayor profundidad en la dieta omnívora más común, dos estilos de alimentación se destacaron como saludables y por tener una huella de carbón relativamente más pequeña.

Fueron los planes de alimentación mediterráneo y DASH, que se recomiendan hace tiempo. Ambos incluyen bastantes verduras y frutas, granos ricos en fibra, pescado y grasa insaturada "buena", y limitan la carne roja y los alimentos procesados.

Más información

La Facultad de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard ofrece más información sobre una alimentación respetuosa con el planeta

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Diego Rose, PhD, MPH, RD, professor, nutrition program director, Tulane University School of Public Health and Tropical Medicine, New Orleans; Debbie Petitpain, MS, RDN, spokesperson, Academy of Nutrition and Dietetics, Chicago; American Journal of Clinical Nutrition, Feb. 28, 2023, online.