Junta Escolar de Miami-Dade reprendida por el público por las restricciones a los libros

Padres, miembros de la comunidad y jóvenes inundaron la reunión de la Junta Escolar de Miami-Dade el miércoles para expresar sus preocupaciones por la facilidad para objetar libros, los peligros de restringir el acceso a ciertos títulos y la necesidad de cambiar la forma en que el distrito maneja la impugnación de libros, a pesar que la Junta ya aprobó una medida para revisar su política.

La política —propuesta por Steve Gallon III— pide que los miembros de la Junta y el personal del distrito sean notificados cuando la impugnación de un libro resulte en la reasignación o eliminación de un título. La política existente no pedía que se conocieran las objeciones o decisiones y solo exigía que un comité de revisión a nivel escolar determinara si un libro debía permanecer en los estantes.

Las peticiones de revisión y posible actualización de la política vigente fueron aprobadas por unanimidad y sin debate por los miembros de la Junta a primera hora de la tarde. No obstante, miembros de la comunidad —muchos de ellos procedentes del distrito escolar— se presentaron más tarde para manifestarse en contra de lo que perciben como una tendencia a intentar restringir lo que se puede y no se puede enseñar o leer en el estado.

Grupos como Families Against Banning Book, las filiales de Miami-Dade y South-Dade de la NAACP y la Transformative Justice Coalition organizaron a la mayoría de los asistentes.

Se habla de las restricciones de libros en el Bob Graham Education Center

La mayoría de los oradores expresaron su frustración por la reciente decisión de un comité de revisión en el Bob Graham Education Center, una escuela de preescolar a octavo grado en Miami Lakes, de restringir tres libros y un poema a los estudiantes de educación intermedia. Argumentaron que un solo padre no debería tener el poder de influir en lo que está disponible en la biblioteca. (El distrito ha sostenido que no se prohibió ningún libro, solo se trasladó a una parte diferente de la biblioteca. Activistas a favor de la lectura dicen que sigue siendo una restricción para los estudiantes más jóvenes).

Algunos oradores señalaron los esfuerzos para eliminar los libros en todo el estado y los peligros de restringir los libros a los jóvenes y limitar su acceso a ciertas ideas y perspectivas. Muchos criticaron las nuevas leyes dirigidas a la enseñanza en las aulas que pretenden restringir o prohibir los debates sobre temas raciales o LGBTQ.

Otros evocaron su ascendencia cubana y destacaron lo que creen que son las similitudes de las restricciones a los libros en la isla y cómo están apareciendo en la Florida.

“La democracia es difícil. Es desordenada. Por eso a los dictadores les gusta prohibir artistas. Por eso les gusta prohibir el arte, porque es complicado y nos hace sentir por otros seres humanos”, dijo Carmen Peláez, una aclamada dramaturga cubanoamericana del sur de la Florida. “Que yo sepa, hay dos personas que han intentado prohibir la historia de Celia Cruz: Fidel Castro y Ron DeSantis”.

(Según un informe de PEN America, un grupo anticensura y de escritores, “Celia Cruz, Queen of Salsa”, de Verónica Chambers y Julie Maren, figuraba entre los más de 170 títulos prohibidos en las escuelas del Condado Duval).

Peláez también reforzó un mensaje del que hablaron muchos otros: Los niños necesitan verse representados en las historias que leen. La eliminación de los títulos, argumentaron los oradores, es un flaco favor a la juventud del distrito.

¿Qué provocó la protesta?

El mes pasado, el Miami Herald informó que una escuela pública de Miami-Dade restringió tres libros y un poema —”The Hill We Climb” de Amanda Gorman, que ella recitó en la toma de posesión del presidente Joe Biden— para estudiantes de primaria después que una madre afirmó que incluían temas que eran inapropiados para los estudiantes y deberían ser retirados.

Los otros títulos eran “The ABCs of Black History”, “Cuban Kids” y “Love to Langston”.

La noticia de la decisión —tomada por un comité de revisión de materiales escolares— se extendió rápidamente, y el distrito y la Junta Escolar recibieron críticas nacionales por la decisión. Muchos miembros de la Junta manifestaron posteriormente su malestar por haberse enterado del asunto a través de los medios de comunicación.

“Me sentí un poco molesto por enterarme del asunto a través de los medios, que creó una tormenta pública y una vergüenza y debacle nacional”, dijo Gallon en la reunión del comité de la Junta Escolar a principios de este mes.

Gallon dijo que propuso el cambio de la política para mejorar la transparencia en torno a ciertas decisiones sobre los libros y materiales de clase.

Entre las actualizaciones, la política también requerirá que el distrito proporcione “capacitación relacionada” al personal que aborda las impugnaciones de títulos, como una rúbrica o directriz para determinar si un título es apropiado. Gallon argumentó que esas disposiciones de la política no se aplicaban correctamente y se refirió al formulario “lamentablemente deficiente” y a la confusión en torno a lo que se considera apropiado.

Se espera que el personal del distrito proporcione una actualización sobre los posibles cambios a la política en la reunión mensual ordinaria de la Junta en agosto.