Juicio a Trump: la Corte Suprema prepara un fallo que podría redefinir los límites de la presidencia de EE.UU.

El expresidente Donald Trump, en el inicio del procedimiento en el tribunal penal de Manhattan, el lunes 22 de abril de 2024, en Nueva York.
El expresidente Donald Trump, en el inicio del procedimiento en el tribunal penal de Manhattan, el lunes 22 de abril de 2024, en Nueva York. - Créditos: @Yuki Iwamura

WASHINGTON.- La Corte Suprema de Estados Unidos dio indicios de que se prepara para emitir un fallo que imponga ciertos límites a la inmunidad de los presidentes, una decisión que, de concretarse, terminará por atrasar el inicio del juicio contra Donald Trump por su intento de revertir su derrota en la elección presidencial de 2020 más allá de los próximos comicios de noviembre en los que se decidirá el futuro de la Casa Blanca, una decisión de alto impacto político en medio de la campaña.

Durante meses, Trump y sus abogados han argumentado en los tribunales que el magnate, virtual candidato presidencial del Partido Republicano, debe ser exonerado de las acusaciones en su contra por su accionar durante su gobierno, en particular, el final, cuando intentó revertir su derrota ante Joe Biden, porque los presidentes norteamericanos gozan de una inmunidad total ante la ley, un razonamiento osado que choca contra uno de los valores fundacionales del país: nadie está por encima de la ley.

El ex presidente de Estados Unidos Donald Trump habla con la prensa durante su juicio por supuestamente encubrir pagos de silencio relacionados con relaciones extramatrimoniales en el Tribunal Penal de Manhattan en Nueva York el 22 de abril de 2024.
El ex presidente de Estados Unidos Donald Trump habla con la prensa durante su juicio por supuestamente encubrir pagos de silencio relacionados con relaciones extramatrimoniales en el Tribunal Penal de Manhattan en Nueva York el 22 de abril de 2024. - Créditos: @VICTOR J. BLUE

El asunto llegó hasta el máximo tribunal, que una vez más tendrá la última palabra y dará una respuesta a un interrogante capaz de redefinir los límites de la presidencia, y el rumbo del país.

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“Estamos escribiendo un fallo para la posteridad”, resumió el juez Neil Gorsuch.

Al escuchar los planteos de los abogados de Trump y del gobierno federal, los nueve jueces de la Corte, sobre todos los seis magistrados de la llamada “ala conservadora” del tribunal, parecieron inclinarse por rechazar el argumento de Trump, pero reconociendo que ciertos “actos oficiales” sí pueden llegar a requerir de un grado de inmunidad. Los tres jueces del “ala progresista”, todos nombrados por presidentes demócratas, también se mostraron preocupados por la posibilidad de que los presidentes puedan cometer abusos de poder que luego queden impunes, y eludir de esa forma cualquier rendición de cuentas por sus decisiones.

La audiencia tocó algunas de las decisiones más polémicas que tomaron los presidentes norteamericanos en el último tiempo, incluso antes de Trump, o escándalos como Watergate. Los abogados de Trump mencionaron, por ejemplo, los ataques con drones ordenados por Barack Obama que mataron a un ciudadano norteamericano sospechado de terrorismo, Anwar al-Awlaki.

Uno de los intercambios más notables de la audiencia en la Corte Suprema, que se extendió por alrededor de tres horas, fue cuando el abogado de Trump, John Sauer, dijo que un presidente debe tener inmunidad a un procesamiento penal por sus actos oficiales. La jueza Elena Kagan, designada por Obama, lo puso ante el caso hipotético de que un presidente diera la orden a los militares de llevar adelante un golpe de Estado, y le preguntó si podía ser inmune. Sauer sugirió que sí puede ser posible, y que la respuesta dependía de “las circunstancias”.

“Era el presidente. Es el comandante en jefe. Habla con sus generales todo el tiempo. Y les dijo a los generales: ‘No tengo ganas de dejar el cargo, quiero dar un golpe de Estado’. ¿Eso es inmune?”, insistió Kagan a Sauer.

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“Si se trata de un acto oficial, es necesario que haya un impeachment y una condena previa”, respondió el abogado.

El expresidente Donald Trump habla tras abandonar la corte penal de Manhattan, el martes 23 de abril de 2024, en Nueva York. (AP Foto/Yuki Iwamura, Pool)
El expresidente Donald Trump habla tras abandonar la corte penal de Manhattan, el martes 23 de abril de 2024, en Nueva York. (AP Foto/Yuki Iwamura, Pool) - Créditos: @Yuki Iwamura

Ese intercambio entre Kagan y Sauer, uno de los ida y vuelta que más atención capturó de la audiencia, brinda una pauta del extraordinario momento institucional que atraviesa Estados Unidos, con un candidato presidencial alegando ante el máximo tribunal del país que un eventual golpe de Estado podría llegar a ser un acto fuera del alcance de la ley.

Al final, los jueces del máximo tribunal se enfocaron en la discusión acerca de qué constituye un “acto oficial” y qué debe ser considerado un “acto privado”, una distinción que, de plasmarse en un fallo, puede llevar de vuelta la discusión a tribunales inferiores y demorar el inicio del juicio a Trump más allá de la elección de noviembre, cuando ya puede ser presidente electo. Bajo esa óptica, la audiencia fue vista como un triunfo para Trump.

Riesgos

Brett Kavanaugh, uno de los jueces nombrados por Trump que integra el “ala conservadora”, indicó que uno de los riesgos de quitarle totalmente inmunidad a un presidente es que abra una era de procesamientos políticos a exmandatarios, y que se transformen en una rutina.

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“Va a volver y a ser utilizado contra el presidente actual o el próximo presidente y el próximo presidente y el próximo presidente después de eso”, dijo Kavanaugh.

Aun cuando la Corte falle en contra del argumento de Trump, si el juicio por la causa presentada por el fiscal Especial del Departamento de Justicia, Jack Smith, por el intento de Trump de revertir su derrota en la elección de 2020 denunciado un fraude masivo inexistente –una campaña que terminó en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021– se demora, Trump habrá conseguido una victoria política.

Las encuestas sugieren que una fracción de los votantes republicanos se sentirían incómodos votando por alguien que arrastra una condena judicial. El único juicio que ya comenzó es el proceso en Nueva York por malversación de fondos por el pago a la actriz porno Stormy Daniels. Los otros tres procesos están enmarañados por las maniobras legales de los abogados de Trump, que apuesta a volver a la Casa Blanca para desactivar, al menos, las dos causas iniciadas por el gobierno federal, una por la elección de 2020, y la otra por los documentos clasificados que se llevó a Mar-a-Lago, su residencia en Palm Beach.

“Dadas las circunstancias, es el mejor escenario que podría haber esperado”, dijo en la red social X David Axelrod, estratega político demócrata.