Jueza hace dictamen en el caso de un padre acusado del atroz asesinato de su hija adoptiva

Jorge Barahona, encarcelado durante los últimos 13 años por uno de los actos de abuso infantil más atroces que se recuerdan en el sur de la Florida, no tendrá que someterse a juicio –durante un tiempo indeterminado–, dictaminó el viernes una jueza.

Al final de una breve audiencia, la jueza Andrea Wolfson, del Tribunal de Circuito de Miami-Dade, aceptó la conclusión de dos de los tres médicos designados por el tribunal que determinaron que Barahona, de 53 años, no era competente para ser juzgado. Ordenó que él sea “entregado” al Departamento de Niños y Familias del estado (DCF).

“Él es incompetente para proceder”, dijo la jueza.

Lo que eso significa, al menos para el futuro inmediato de Barahona, no estuvo exactamente claro.

Normalmente, los acusados de delitos penales declarados incompetentes son enviados a tratamiento por parte del DCF, que gestiona seis hospitales psiquiátricos estatales en todo el estado, incluido el South Florida State Hospital en Pembroke Pines. La ley de la Florida exige que el DCF asuma la custodia en un plazo de 15 días.

Actualmente, sin embargo, los hospitales psiquiátricos están llenos, con cerca de 450 floridanos considerados demasiado enfermos mentales o dementes para ser juzgados, a la espera de camas. Eso deja a la mayoría de los acusados de delitos penales obligados a esperar en la cárcel, a menudo con una falta de tratamiento significativo, durante semanas o meses.

Una vez que Barahona, de 56 años, esté bajo custodia del DCF, profesionales de la salud mental comenzarán el proceso de “restauración” de su competencia. Si se consigue, Barahona regresará a la cárcel del Condado Miami-Dade para ser juzgado.

La decisión de la jueza pudiera conducir a varios resultados diferentes, según expertos legales. Si se le declara competente, él pudiera alegar que estaba loco cuando cometió los delitos. O bien, si la jueza determina finalmente que Barahona es “inimputable”, pudieran retirarse los cargos y quedaría en libertad.

La abogada de Barahona, Carmen Vizcaíno, no había devuelto las llamadas telefónicas a primera hora de la tarde del viernes. La Fiscalía Estatal de Miami-Dade tampoco había respondido.

Asesinato notorio

Muy pocas personas actualmente encarceladas han pasado más tiempo entre rejas en Miami-Dade que Jorge Barahona, acusado de homicidio en primer grado, intento de homicidio en primer grado y varios cargos de negligencia infantil con agravantes contra sus hijos mellizos adoptados. También fue acusada de los mismos delitos su esposa, Carmen Barahona.

El día de San Valentín de 2011, la policía encontró muerta a Nubia Barahona, de 10 años, envuelta en una bolsa de plástico y cubierta de productos químicos, descomponiéndose en la caja de una camioneta en el arcén de la I-95 en West Palm Beach. Llevaba muerta tres días. Su hermano mellizo, Víctor, estaba en la cabina de la camioneta sufriendo convulsiones por quemaduras químicas. A su lado, sufriendo un destino similar, estaba Jorge Barahona. Víctor sobrevivió.

Nubia Barahona tenía 10 años cuando su cadáver, empapado en productos químicos, apareció envuelto en plástico en la caja de una camioneta propiedad de Jorge Barahona, el hombre que los adoptó a ella y a su hermano mellizo y que ha sido acusado del crimen.
Nubia Barahona tenía 10 años cuando su cadáver, empapado en productos químicos, apareció envuelto en plástico en la caja de una camioneta propiedad de Jorge Barahona, el hombre que los adoptó a ella y a su hermano mellizo y que ha sido acusado del crimen.

Los investigadores determinaron finalmente que los mellizos habían sido golpeados y torturados repetidamente en la casa familiar de Westchester. Los fiscales también creen que los hacían pasar hambre y que a menudo los ataban a la bañera durante largos períodos con la puerta cerrada.

El caso también sacudió a la dependencia estatal de bienestar infantil, que permitió la adopción de los mellizos y luego pasó por alto las reiteradas denuncias de malos tratos. Un tutor designado por el tribunal dijo a los investigadores que los Barahona le prohibieron entrar en la casa en las visitas de bienestar oficiales.

El juicio se retrasó durante años, ya que los abogados que tomaron cientos de declaraciones iban y venían por diversos motivos. Entonces, justo cuando la pandemia del COVID se extendió en febrero de 2020, Carmen Barahona se declaró culpable y aceptó una sentencia de cadena perpetua a cambio de que el estado renunciara a la pena máxima de muerte. El juicio se retrasó aún más por el COVID.

Tema de interés: Antiguo caso se resuelve con ADN: Hallan culpable de homicidio, violación y secuestro a hombre elegante