Un juez haitiano dictó una orden de detención contra la esposa del presidente asesinado en el marco de la investigación sobre su muerte

Un juez de instrucción de Haití emitió una orden de detención contra la viuda del ex presidente Jovenel Moïse, asesinado en su dormitorio en plena noche hace casi tres años.

El juez Walther Wesser Voltaire, magistrado haitiano encargado de supervisar la investigación sobre el asesinato de Moïse el 7 de julio de 2021, ordenó la detención de Martine Moïse, quien se encontraba con su esposo en el interior de su residencia privada con sus dos hijos cuando los asesinos irrumpieron y le dispararon hasta matarlo.

Martine Moïse, que sobrevivió al ataque, fue trasladada en ambulancia aérea al sur de la Florida y tratada en Jackson Memorial Hospital antes de regresar a Puerto Príncipe con el brazo en cabestrillo.

Aunque inicialmente respondió a las preguntas de las autoridades haitianas, Moïse se ha negado desde entonces a cooperar con la investigación. La ex primera dama declinó la petición de comparecer ante Voltaire, que quiere interrogarla sobre el ataque, y en su lugar exigió su destitución. La orden de detención es por no comparecer ante el juez de instrucción. La orden no menciona ninguna posible implicación de Moïse en la muerte de su esposo.

LEA MÁS: ¿Quién estuvo implicado en el asesinato del presidente de Haití Jovenel Moïse?

En realidad, la orden se emitió hace meses y se le envió a la policía haitiana, pero esta no ha podido proceder a la detención porque Moïse no ha estado en Haití. Su existencia, sin embargo, se hizo finalmente pública el lunes, cuando se filtró una copia en las redes sociales haitianas. El momento de la filtración coincide con la expiración del mandato de tres años de Voltaire como juez de instrucción y en medio de las continuas preguntas sobre quién es probable que sea acusado del asesinato del presidente haitiano.

Varias fuentes dijeron a Miami Herald que Voltaire ha informado a los funcionarios de justicia que está dispuesto a presentar cargos formales en la larga investigación, pero que necesitará más tiempo; sin embargo, se ha topado con obstrucciones, dijo una fuente bien informada, y, como su mandato expira el viernes, no está claro si se renovará o cuándo. Hasta entonces, no puede trabajar en el caso y la investigación sigue estancada.

Jovenel Moïse recibió una docena de disparos en su dormitorio después de que un grupo de ex soldados colombianos, junto con la policía haitiana y dos haitianoestadounidenses, asaltaran su residencia en las colinas de Puerto Príncipe. El ataque se hizo pasar por una redada de la Administración de Control de Drogas (DEA), que negó cualquier implicación en el asesinato presidencial. A pesar de las decenas de detenciones y de la investigación estadounidense en curso, la motivación para el asesinato y quién lo ordenó siguen siendo un misterio.

LEA MÁS: Cómo un complot en Miami para derrocar a un presidente condujo a un asesinato en Haití

En junio, su viuda presentó una demanda en la Florida contra 11 sospechosos actualmente imputados en la causa penal estadounidense, solicitando una indemnización no especificada por daños y perjuicios para la familia. Herald se puso en contacto con el abogado de Moïse en la demanda civil, pero no obtuvo respuesta al cierre de esta edición.

La demanda, presentada ante el Tribunal de Circuito de Miami-Dade, aún no ha estado en una audiencia. En un procedimiento separado, los fiscales federales están intentando que los sospechosos encarcelados en Miami paguen los gastos médicos de la ex primera dama, a pesar de que los documentos obtenidos por Herald muestran que el gobierno haitiano se hizo cargo de la factura.

Durante meses, las autoridades estadounidenses han retrasado una vista sobre cualquier pago de restitución a Moïse por parte de Rodolphe Jaar, un empresario haitiano-chileno que admitió haber proporcionado armas, alojamiento y dinero en la conspiración para asesinar al presidente de Haití. La audiencia sobre la restitución está prevista para el 16 de febrero. Jaar fue condenado a cadena perpetua, pero espera que se le reduzca la pena si coopera con la fiscalía. Anteriormente había sido condenado por tráfico de drogas en Estados Unidos.

Hay dos investigaciones paralelas en curso sobre el asesinato de Moïse, que se saldaron con cuatro sospechosos que ya se declararon culpables en Estados Unidos.

Luego de meses de lentos avances, la investigación sobre Haití empezó a cobrar impulso a finales del año pasado, cuando Voltaire, el quinto juez de instrucción asignado al caso, empezó a investigar más de cerca a personas del círculo íntimo del ex presidente y a ordenar la comparecencia ante él de un nuevo grupo de sospechosos.

En octubre se produjo un avance decisivo en el caso con la detención por sorpresa de Joseph Félix Badio, un antiguo funcionario del gobierno que había estado prófugo desde el asesinato. Al mes siguiente, Voltaire ordenó la detención del alcalde de una ciudad costera de Haití después de interrogarlo en su despacho. El alcalde Marky Kessa se había reunido con varios de los sospechosos en el sur de la Florida.

Kessa, alcalde de la ciudad de Jacmel, admitió saber que se estaba gestando un complot contra el presidente, pero no informó a las autoridades. Kessa fue quien presentó a los sospechosos haitianoestadounidenses James Solages y Christian Emmanuel Sanon, pastor del sur de la Florida. Las autoridades estadounidenses creen que las ambiciones políticas de Sanon y su deseo de sustituir a Moïse como presidente condujeron a la muerte del líder haitiano.

Entre las personas que han testificado en la investigación se encuentran 17 colombianos implicados en el asesinato y encarcelados en Puerto Príncipe. Tras negarse a comparecer ante el juez, finalmente accedieron a hablar con Voltaire. Una fuente familiarizada con los testimonios de los colombianos le dijo a Herald que estos seguían manteniendo su inocencia y exigían un enfrentamiento en persona con Martine Moïse para preguntarle quién le disparó y en dónde lo hizo exactamente.

La ex primera dama ha concedido muy pocas entrevistas desde el asesinato de su esposo, pero, en una con France 24, acusó al “gobierno actual” de estar implicado e insistió en que “la verdad saldrá a la luz”.

No obstante, se han seguido cuestionando algunas de las declaraciones que ha hecho sobre la noche en la que el presidente fue asesinado. Un punto de controversia es la información según la cual Martine Moïse sobrevivió escondiéndose debajo de una cama. En abril, agentes del FBI visitaron la residencia privada del presidente en el vecindario de Pelerin 5 acompañados por Voltaire. Recorrieron la escena del crimen, en donde el suelo de la habitación seguía manchado de sangre, y vieron que la cama no estaba lo suficientemente elevada del suelo como para que alguien pudiera esconderse debajo.

Se cree que Moïse vive en el sur de la Florida a la espera de que las autoridades de inmigración estadounidenses decidan si puede prolongar su estancia. Estaba de visita con un visado de viaje que ya caducó.

Jay Weaver, periodista de Miami Herald, colaboró en la elaboración de este artículo.