John Ackerman, el intelectual defensor de la 4T que habría sido censurado... por la 4T

John M. Ackerman investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM | FOTO: MARIO JASSO/CUARTOSCURO.COM
John M. Ackerman investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM | FOTO: MARIO JASSO/CUARTOSCURO.COM

John Ackerman se ha consolidado, desde hace 16 años, como uno de los intelectuales públicos más afines al movimiento de Andrés Manuel López Obrador. Aunque su recorrido académico ya era amplio, fue a partir de 2006 que comenzó a ser más visible en espacios mediáticos. En esa época consiguió un espacio como columnista en La Jornada, el cual mantuvo hasta julio de 2022, como él mismo contó en Twitter.

En ese momento sus artículos fueron llamados a pausa. El doble doctor (en derecho y en sociología) esperó durante tres meses que sus publicaciones pudieran ser reanudadas. No tuvo éxito y peor aún: dos meses antes, desde mayo, enfrentó la cancelación de su programa televisivo en el Canal Once —los últimos capítulos pueden verse en el canal de Youtube de la emisora—.  

Según la versión del columnista, durante este tiempo se negó a creer que había censura, pero le llegó el momento de "abrir los ojos". Dijo, además, que todo se relaciona con su visión crítica hacia la gestión de Mario Delgado, presidente nacional de Morena. Entre otros asuntos, Ackerman cuestionaba en su última columna publicada por La Jornada si López Obrador respaldaba las acciones de Delgado. El también académico resaltó que siempre ha apelado a la democratización interna de Morena y el fortalecimiento de sus bases. También apuntó que, a su parecer, no hay censura contra los opositores, que a su ver cuentan hoy con amplias bocinas mediáticas. Sin embargo, dijo, al interior de Morena se les ha llamado "traidores" y "divisionistas" a quienes quieren "hacer política de otra manera".

En sus tuits, Ackerman lanzó una crítica directa a AMLO en el ámbito militar, pues trajo a cuento a Francisco I. Madero, uno de los referentes del presidente actual. "Al principio de la Revolución Mexicana, Madero cometió el error de privilegiar las alianzas con las fuerzas armadas y los poderes fácticos del viejo régimen por encima de la cercanía con los luchadores sociales y los movimientos populares que habían hecho posible su triunfo", dijo aludiendo a las recientes ampliaciones que el presidente ha autorizado al Ejército—claro está que él se incluyó en el etiquetado de luchadores sociales—.

En la misma línea, señaló que la dinámica actual de Morena podría tener graves consecuencias en el futuro. "Nuestra Cuarta Transformación no puede permitirse el lujo de repetir el mismo yerro histórico. Todos y todas lo lamentaríamos durante siglos. Actuemos ahora antes de que sea demasiado tarde". Ackerman también anunció que, por ahora, se centrará en realizar transmisiones para el público que tiene en redes sociales. También mantiene su programa Diálogos por la Democracia en TV UNAM.

Es cierto que Ackerman peca, en diversos modos, de victimismo, como cuando se define a sí mismo como un "humilde profesor" —cobra 60 mil pesos mensuales de la UNAM, según la página de transparencia de esa institución—. Él siempre ha señalado que durante los sexenios de Calderón y Peña Nieto vivió censura por parte de esos gobiernos, pero que, desde 2018, eso había cambiado y que existía una apertura total en cuanto a libertad de expresión. Hoy ha comprobado que no es así. Pero eso no quiere decir que no tenga derecho a expresar sus puntos de vista (además, sus programas tenían la característica de contar con algunos invitados "no afines" al gobierno). La cancelación de su programa y de su columna, por emitir opiniones que no se ajustaba a algún criterio superior, es más que un simple síntoma: dibuja a mano la pulsión censora que existe en el partido en el gobierno.

Si a la oposición se la ha criticado tanto por ser autodestructiva, Morena no se queda atrás en el arte de ponerse el pie todo el tiempo. A dos años de las elecciones presidenciales pueden presumir de que no tienen rivales, al menos en los otros partidos, pero sí que tienen un polvorín interno que ya ha detonado en distintas ocasiones. Y eso puede derrumbar el castillo en cualquier momento.

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