Joe Biden intenta contener la crisis desatada por la filtración de documentos clasificados

El presidente Joe Biden habla sobre el empleo durante una visita al fabricante de semiconductores Wolfspeed Inc, en Durham, Carolina del Norte, el martes 28 de marzo de 2023.
El presidente Joe Biden habla sobre el empleo durante una visita al fabricante de semiconductores Wolfspeed Inc, en Durham, Carolina del Norte, el martes 28 de marzo de 2023. - Créditos: @Carolyn Kaster

WASHINGTON.- Estados Unidos desplegó un esfuerzo en todos los frentes para intentar contener la debacle por la última filtración de documentos clasificados, que sacó a la luz secretos de inteligencia, incluidos sobre la guerra en Ucrania las actividades de espionaje sobre Rusia, y renovó malestar y preocupaciones en los vínculos con los aliados de Washington por el manejo de información altamente sensible.

Varios días después de que comenzaron a divulgarse las primeras filtraciones, el gobierno de Joe Biden aún intenta dilucidar cómo los documentos clasificados terminaron circulando por Internet y el alcance de las filtraciones, a la vez que puso manos a la obra para contener las consecuencias de la revelación, manteniendo contactos de alto nivel con aliados. La Casa Blanca admitió desconocer aún el origen de la filtración, o si podían llegar a surgir más documentos.

“No lo sabemos”, reconoció el director de Comunicaciones Estratégicas del Consejo Nacional de Seguridad, John Kirby. “No hay excusa para que este tipo de documentos sean de dominio público, no merecen ser de dominio público, necesitan ser protegidos. Vamos a llegar al fondo de esto”, prometió Kirby.

El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, habla durante la sesión informativa diaria en la Casa Blanca en Washington, el lunes 10 de abril de 2023.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, habla durante la sesión informativa diaria en la Casa Blanca en Washington, el lunes 10 de abril de 2023. - Créditos: @Susan Walsh

Aunque el gobierno de Biden evitó reconocer la validez de los documentos filtrados, Kirby dijo que el Pentágono estaba liderando un esfuerzo agencia por agencia para determinar las implicancias de la filtración para la seguridad nacional y la legitimidad de la información. A esa tarea se suma una investigación del Departamento de Justicia para determinar cómo documentos secretos terminaron circulando libremente, además de “contactos con aliados y socios relevantes”, indicó Kirby, sobre algunas de las revelaciones.

“El pueblo estadounidense necesita saber y merece saber que nos estamos tomando esto muy, muy en serio. El presidente ha sido informado sobre esto, se mantendrá informado sobre esto. El Departamento de Defensa ha estado investigando y está liderando un esfuerzo interinstitucional para revisar cualquier implicación de seguridad nacional que pueda surgir de esto y el Departamento de Justicia está liderando una investigación criminal”, indicó.

Sin confirmar la validez de los documentos, esta es información que no tiene que estar en el dominio público. No tiene nada que ver, si no les importa que lo diga, en las primeras planas de los periódicos o en la televisión. No está destinado al consumo público. No debería estar ahí fuera”, enfatizó Kirby, golpeando el atril de la sala de prensa de la Casa Blanca con su mano.

El nuevo episodio sumó un nuevo eslabón al historial de filtraciones de información clasificada con secretos del gobierno norteamericano, y ya es considerada una de las brechas de seguridad más serias desde que más de 700.000 documentos, videos y cables diplomáticos fueron publicados por el sitio Wikileaks en 2013, que también tensó las relaciones de Washington con muchos países aliados. Ahora, y como ocurrió en ese momento, funcionarios norteamericanos se apresuraron para contener el malestar y la frustración de aliados de Europa al Medio Oriente y a Kiev, no tanto por la amplitud y la profundidad de las tareas de inteligencia de Estados Unidos, sino por los problemas y las preocupaciones sobre la seguridad de información altamente sensible, más aún en un mundo en guerra y fracturado en bloques.

El presidente estadounidense, Joe Biden, camina junto al presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, a su llegada para una visita a Kiev el 20 de febrero de 2023.
El presidente estadounidense, Joe Biden, camina junto al presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, a su llegada para una visita a Kiev el 20 de febrero de 2023. - Créditos: @DIMITAR DILKOFF

La información incluye revelaciones sobre la guerra en Ucrania, los métodos que utiliza la comunidad de inteligencia contra Rusia, y evidencia de que Estados Unidos espía también a aliados como Ucrania, Corea del Sur o Israel, el principal aliado de Washington en el Medio Oriente, ahora hundida en una profunda crisis política.

Los documentos comenzaron a circular en Internet la semana pasada, en la plataforma Discord, en Telegram, y en otros sitios como Twitter o 4Chan. Los periódicos The New York Times y The Washington Post comenzaron a evaluar la documentación y publicaron varios artículos durante el fin de semana largo de Pascua. Las 50 páginas revisadas por el Post involucraron a casi todos los rincones del aparato de inteligencia estadounidense. Los documentos describen actividades de inteligencia en la Agencia de Seguridad Nacional, la CIA, la Agencia de Inteligencia de Defensa, las fuerzas de la ley y la Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO, según sus siglas en inglés), tal vez la agencia de inteligencia más secreta del gobierno, responsable de una megamillonaria constelación de satélites espía.

Una de las revelaciones de mayor impacto en la pila de documentos clasificados es que las fuerzas ucranianas se encuentran en una situación más delicada de lo que Kiev ha reconocido públicamente, y el gobierno de Volodimir Zelensky necesita urgente conseguir más municiones para reforzar su defensa y mantener a raya a la ofensiva de Rusia, en particular los aviones de combate enemigos. Entre los documentos también hay análisis de las agencias de inteligencia norteamericanas sobre Rusia y varios otros países, todos en base a información recolectada de fuentes clasificadas.

Ucrania negó que esté cambiando sus planes militares debido a la filtración.

Los documentos clasificados también develan cómo Estados Unidos hace seguimiento del estado y trayectoria del conflicto entre Rusia y Ucrania, un análisis que revela las decisiones políticas cruciales que ha tomado la administración Biden, incluyendo qué armas proporcionarle a Ucrania, cuándo hacerlo y cómo contrarrestar la estrategia de batalla del Kremlin.