Los 7 grandes desafíos que enfrentará Joe Biden en la presidencia de EEUU
Cuando anunció formalmente que tomaría parte en la carrera hacia la Casa Blanca, Joe Biden dijo que defendía dos cosas: a los trabajadores que "construyeron" su país, y los valores que pueden acabar con la división en EE.UU.
Mientras el país afronta desafíos como el coronavirus o la desigualdad racial, Biden prometió crear nuevas oportunidades para los trabajadores, restablecer la protección del medio ambiente, la atención sanitaria y las alianzas internacionales.
Veamos en detalle la postura del presidente electo sobre estos asuntos.
1. Coronavirus: un programa nacional de test y rastreo
El coronavirus es el reto más inmediato y evidente para Estados Unidos y el presidente electo se propone ofrecer test gratuitos para toda la población y contratar 100.000 personas para establecer un programa nacional de rastreo.
Biden afirma que quiere crear al menos 10 centros de diagnóstico en cada estado, desplegar recursos de las agencias federales y que sean expertos federales los que den consejos y recomendaciones a la población. También dice que todos los gobernadores deberían hacer obligatorio el uso de mascarillas en sus estados.
Los votantes recelosos verán aquí un posible intervencionismo federal, pero estas medidas van en la línea de la visión del candidato Biden y del Partido Demócrata acerca del papel que debe jugar el gobierno en la sociedad.
2. Economía: subida del salario mínimo e inversión en energías limpias
Para hacer frente al impacto inmediato de la pandemia, Biden ha prometido que gastará "lo que haga falta" para entregar créditos a los pequeños negocios e incrementar los pagos directos a las familias.
Entre sus propuestas se encuentra el abono de US$200 al mes de la Seguridad Social a los ciudadanos, acabar con la era de recortes de impuestos de Trump y descontar US$10.000 de la cantidad a devolver por los estudiantes en los préstamos para educación del gobierno federal.
Biden ha resumido sus medidas económicas con el lema "reconstruir mejor", con el que ha bautizado su plan, que busca agradar a los votantes demócratas tradicionales, como los jóvenes o trabajadores de baja cualificación.
El candidato Biden ha abogado por subir el salario mínimo hasta los US$15 por hora, una medida muy popular entre los jóvenes y que se ha convertido en una especie de tótem para los demócratas en 2020 y una señal de su giro a la izquierda.
Biden también quiere invertir 2 billones de dólares en energías limpias y sostiene que eso favorecerá a trabajadores de base, que son los que realizan los trabajos de producción de manufacturas verdes.
También está la promesa de destinar US$400.000 millones del presupuesto federal para comprar productos de fabricación estadounidense, junto a un mayor compromiso con las leyes de fomento de la compra de productos locales.
Biden había recibido críticas en el pasado por su apoyo al Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA, por sus siglas en inglés), que, según sus críticos, estaba haciendo que se desplazaran empleos de Estados Unidos a otros países.
El plan de Biden contempla también invertir US$300.000 millones del gobierno federal en bienes, servicios y tecnología estadounidense.
3. La cuestión racial: reforma del sistema penal y ayudas a las minorías
Tras la ola de protestas raciales que sacudió Estados Unidos durante este año, Biden dijo que el racismo existe en su país y que es un asunto que debe abordarse a través de amplios programas económicos y sociales con los que apoyar a las minorías.
Uno de los pilares de su programa "Reconstruir mejor" son las medidas de apoyo a los negocios de las minorías, dotadas con un fondo de US$30.000 millones.
En cuanto a la política penal, Biden ha evolucionado desde la muy criticada postura de "dureza con el crimen" por la que abogó en los años 1990.
Ahora apuesta por políticas que reduzcan el número de encarcelamientos, afronten las desigualdades basadas en la raza el género o los ingresos, y fomenten la reinserción social de los presos que son puestos en libertad.
Biden se propone crear un programa de ayudas con US$20.000 millones para incentivar los esfuerzos de los estados para reducir la población reclusa, eliminar las penas mínimas obligatorias que rigen en la actualidad, despenalizar el consumo de marihuana, eliminar los antecedentes por infracciones relacionadas con el cannabis y poner fin a la pena de muerte.
Biden, no obstante, ha rechazado las peticiones de quienes abogan por reducir la financiación de la policía y sostiene que los recursos deben estar condicionados a que los servicios policiales cumplan con los estándares.
Alega que parte de la financiación de los departamentos de policía debe redirigirse hacia los servicios de salud mental y reclama la creación de un fondo de US$300 millones para el desarrollo de programas policiales comunitarios.
4. Clima y medio ambiente: regreso al acuerdo global
El presidente electo considera el cambio climático una amenaza existencial para la humanidad y dice que reunirá al resto del mundo en un esfuerzo global por actuar más rápidamente en la reducción de emisiones contaminantes, y reincorporará a Estados Unidos al Acuerdo del Clima de París, del que Donald Trump se retiró.
El acuerdo comprometía a Estados Unidos a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero hasta un 28% por debajo de las de 2005 antes de 2025.
Aunque no se ha sumado al llamado "nuevo acuerdo verde", un paquete de medidas por el empleo y el medio ambiente promovido por los sectores más a la izquierda de su partido, Biden propone una inversión federal de US$1,7 billones en investigación de tecnologías verdes.
Esto se solapa parcialmente con los planes de su programa económico, previsto para desarrollarse durante los próximos 10 años, y quiere que EE.UU. llegue a las cero emisiones antes de 2050, un compromiso que asumieron más de 60 países el año pasado.
China e India, los otros dos mayores emisores, aún no han sumado su nombre a la lista.
5. Política exterior: recuperar la credibilidad de Estados Unidos y... ¿hacer frente a China?
Biden dejó escrito que, como presidente, se centraría primero en la agenda doméstica. Dicho esto, hay pocos elementos que hagan pensar que se ha alejado de los valores de multilateralismo y cooperación en política exterior que siempre ha defendido, frente al abierto aislacionismo que ha caracterizado la presidencia de Donald Trump.
Biden ha prometido restablecer los lazos de Estados Unidos con sus aliados tradicionales dañados en los años de Trump, especialmente con los miembros de la OTAN.
Trump ha amenazado repetidamente durante estos cuatro años con reducir la aportación de su país a esta alianza militar, pilar de la organización del mundo occidental y la superioridad estadounidense tras la Segunda Guerra Mundial.
Pero, sin duda, el gran desafío será China.
El ex vicepresidente de Obama ha dicho que China debe responder por sus prácticas nocivas para el medio ambiente y sus abusos comerciales, pero, en lugar de aranceles unilaterales como los aprobados por Trump, ha propuesto una coalición internacional con otros países considerados democráticos que el gigante asiático "no pueda permitirse ignorar".
Biden ha sido bastante vago respecto a lo que esto puede significar.
6. Salud: expandir Obamacare
Biden ha prometido que extenderá el esquema de seguro público de salud aprobado cuando era vicepresidente de Barack Obama e implantará un plan para asegurar a un 97% de los estadounidenses.
Aunque no ha llegado a comprometerse con el seguro público universal que figura en la lista de deseos del ala izquierdista de su partido, Biden ha asegurado que dará la oportunidad a todos los estadounidenses de inscribirse en un seguro médico similar a Medicare, que da cobertura sanitaria a los mayores, y reducirá la edad mínima para participar de 65 a 60 años.
El Comité por un Presupuesto Federal Responsable, un grupo independiente, estima que el plan sanitario de Biden costaría más de US$2,25 billones durante al menos 10 años.
7. Inmigración: revertir las políticas migratorias de Trump
Biden ha prometido que en sus primeros 100 días en el cargo revertirá la política de Trump de separar a los niños migrantes de sus padres en la frontera con México, suprimirá el límite al número de peticiones de asilo que pueden presentarse y terminará con las prohibiciones de viajar a Estados Unidos a los ciudadanos de varios países de mayoría musulmana, todas ellas polémicas medidas aprobadas por el gobierno de Trump.
Biden también se ha comprometido a proteger a los llamados "dreamers" (soñadores), inmigrantes a los que sus padres introdujeron irregularmente en el país cuando eran menores de edad a los que el gobierno Obama permitió permanecer en el país.
Biden aseguró que se cercioraría de que podrían acceder a las ayudas federales para estudiar.
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