El jefe de la UNRWA califica de decepcionante la decisión sueca de poner fin al "apoyo básico"
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos ha declarado que la decisión del Gobierno sueco de poner fin al "apoyo básico" es decepcionante. En un post en X, el Comisionado General de UNRWA, Philippe Lazzarini, dijo que el anuncio de Estocolmo "llega en el peor momento para los refugiados palestinos".
"Este es un día triste para los Refugiados de Palestina y para el sistema multilateral que Suecia ha encabezado", escribió. "Desfinanciar ahora a la UNRWA socavará décadas de inversión sueca en el desarrollo humano, incluso negando el acceso a la educación a cientos de miles de niñas y niños en toda la región".
El Gobierno sueco dijo el viernes que aumentaría la financiación humanitaria para la región a 800 millones de coronas (69,3 millones de euros) el próximo año, pero que esos fondos se distribuirían a través de otros canales, como la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo.
El ministro sueco de Cooperación Internacional para el Desarrollo y Comercio Exterior, Benjamin Dousa, declaró a los medios de comunicación locales que la decisión se tomó en respuesta a una votación en la Knesset israelí para bloquear las operaciones de la UNRWA en su territorio, alegando que la prohibición dificultaría demasiado la canalización de la ayuda a la UNRWA.
"La ayuda sueca debe llegar y no quedarse atascada en una cuenta bancaria por el camino. Debido a la decisión de Israel en la Knesset, nos vemos obligados a pasar la ayuda a otras organizaciones como el PMA, UNICEF y otras", dijo en un post en X.
Suecia aportó 451 millones de coronas (39 millones de euros) a la UNRWA este año. En octubre, el Parlamento israelí aprobó una ley que prohíbe las actividades de la UNRWA en los territorios palestinos, medida que entrará en vigor a finales de enero.
Israel lleva mucho tiempo enfrentado a la UNRWA, a la que acusa de hacer la vista gorda ante militantes entre su personal y de permitir que grupos como Hamás utilicen sus edificios como bases encubiertas. El OOPS ha negado todas estas acusaciones.
Israel también ha afirmado que parte del personal del OOPS estuvo directamente implicado en la incursión de Hamás en el sur de Israel en octubre del año pasado, que desencadenó la guerra en Gaza.
Estas afirmaciones llevaron a varios países a suspender la financiación a la UNRWA y, tras una investigación realizada por el órgano de supervisión de la ONU, la UNRWA rescindió los contratos de nueve empleados que "podrían haber estado implicados" en el ataque.
Durante décadas, el OOPS ha gestionado redes de escuelas, instalaciones médicas y otros servicios en Gaza y Cisjordania, así como en los vecinos Líbano, Siria y Jordania. En Gaza, en particular, desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de los servicios sociales y la economía, ya que es el mayor empleador del territorio y la fuente de educación y atención sanitaria para gran parte de la población. Presta asistencia a casi seis millones de refugiados palestinos en toda la región.