Jefe de la Policía de Coral Gables intercambió mensajes amistosos con un sospechoso: entrenador de football de la UM
El jefe de la Policía de Coral Gables intercambió más de una docena de mensajes de texto con un entrenador de football de la Universidad de Miami en medio de una investigación sobre las acusaciones de que el entrenador se exhibió ante una empleada del personal de limpieza de la escuela en 2022.
Los mensajes de texto, un intercambio inusualmente cercano entre un jefe de policía y el sospechoso en un asunto penal, muestran al jefe de policía Ed Hudak organizando una reunión privada con el entrenador, que en ese momento era el sospechoso en un caso de “delito de lascivia y lujuria”, según un informe policial.
Los mensajes de texto fueron revelados en un informe de diciembre del Baltimore Sun, que publicó una investigación sobre el entrenador, Joshua Gattis, quien se unió al equipo de football de la Universidad de Maryland como coordinador ofensivo después de que fuera despedido de la UM el año pasado.
Los mensajes entre el jefe de policía y el entrenador ponen de relieve la estrecha relación que Hudak mantiene desde hace décadas con la universidad –su alma mater–, donde ejerce de mentor y asesor de seguridad de los Miami Hurricanes, una función que incluye viajar con el equipo de football en vuelos chárter a partidos fuera de casa. Hudak dijo que no se le paga por su participación en la universidad, que es el mayor empleador de Coral Gables.
El incidente tuvo lugar en noviembre de 2022, cuando la empleada del personal de limpieza denunció a la policía de la UM que un hombre del campus se había exhibido ante ella en un baño después de hacerle señas para que entrara. Hudak inició una conversación por mensajes de texto con Gattis, el sospechoso del caso, después de que el Departamento de Policía de Coral Gables se hiciera cargo de la investigación. Los mensajes de texto se referían sobre todo a la coordinación de llamadas telefónicas y a un encuentro entre ambos.
En una entrevista en la que habló de los mensajes de texto con el Miami Herald, Hudak dijo que estaba coordinando una reunión con Gattis para poder decirle al entrenador que se reuniera con los detectives. Dijo que reasignó el caso al Departamento de Policía de Coral Gables después de enterarse de que la policía de la UM había presentado inicialmente un informe de incidente sospechoso en lugar de tratar el asunto como una investigación de delito sexual, lo que habría desencadenado automáticamente la participación de la Policía de Coral Gables, dijo Hudak.
El Departamento de Policía de Coral Gables supervisa al departamento de policía de la UM, cuyos agentes prestan juramento ante el jefe de policía de Gables. La policía de Coral Gables lleva a cabo todas las investigaciones de delitos violentos, según los registros de la ciudad.
“Una vez que se me comunicó que esto podía haber sido mal manejado, quise que nuestra gente investigara”, dijo Hudak, quien mostró al Herald su teléfono con el intercambio de mensajes de texto con Gattis, diciendo que no se arrepentía de cómo se manejó el asunto.
“No tengo nada que ocultar con esos mensajes de texto”, dijo Hudak. “No tengo nada que ocultar sobre la forma en que se gestionó el caso una vez que descubrí que se había gestionado mal al principio, fin de la historia. Lo volvería a gestionar de la misma manera”.
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Gattis no fue acusado en el caso. Un abogado de Gattis no respondió a un correo electrónico ni a un mensaje telefónico del Herald.
Hudak y un representante de la Fiscalía Estatal de Miami-Dade tuvieron explicaciones ligeramente diferentes de por qué el caso no fue procesado.
Hudak dijo que la policía de Coral Gables consultó con la Fiscalía Estatal sobre el asunto y que esta indicó que “no iban a seguir adelante”, dijo Hudak. El departamento de policía dijo que no podía proporcionar de inmediato el nombre del empleado con el que consultó.
La Fiscalía Estatal dijo al Herald que no tenía registros relacionados con el caso. El portavoz Ed Griffith dijo que es probable porque la policía escribió en su informe que “este caso está cerrado” y que la empleada no quiso presentar cargos.
“No abriríamos un caso que la policía cerró”, dijo Griffith. “Le garantizo que nunca hemos abierto un caso”.
Casi dos meses después del artículo del Baltimore Sun, la noticia de la implicación de Hudak en el caso ha calado en un Coral Gables dividido políticamente, donde dos facciones políticas enfrentadas se disputan el control.
Hudak, que no es ajeno a la controversia política, señaló al sindicato de policía de Coral Gables –que actualmente está negociando su contrato con la ciudad– como fuente probable del actual discurso sobre sus mensajes con Gattis.
Christopher Challenger, presidente de la Coral Gables Fraternal Order of Police, dijo que el sindicato no es responsable y que se enteró de los mensajes de texto por el artículo del Baltimore Sun. Challenger, sin embargo, dijo que era inusual que el jefe se involucrara en una investigación y contactara directamente con un sospechoso.
“De ninguna manera un jefe de policía que trabaja para esa universidad debería hablar con el presunto autor de un delito”, dijo Challenger. “Es el jefe de policía. No se mete en las investigaciones. Especialmente en investigaciones en las que hay un conflicto de interés”.
Alegaciones del informe policial
Según el informe policial del caso, la empleada de limpieza de la UM vio a un hombre entrar en un baño del campus a última hora de la tarde del 2 de noviembre de 2022. El hombre salió luego del baño y “asintió a la víctima con la cabeza para que entrara”.
El informe señala que la empleada, cuyo nombre está tachado en el documento, no habla inglés y que pensó que el sospechoso le estaba indicando que había algo mal en el baño. En una declaración jurada que hizo ese mismo día, escribió que al principio dudó si entrar o no.
Pero la empleada entró en el baño, y fue entonces cuando “el hombre se apartó del urinario y se volvió hacia [tachado] mientras se masturbaba”, según el informe policial.
A continuación, el hombre le dijo algo “mientras agitaba el pene”, según el informe policial.
Ella denunció de inmediato el incidente a la policía del campus, diciendo que había visto al hombre en varias ocasiones y que se saludaban asintiendo con la cabeza. Dijo a la policía que creía que trabajaba en la universidad y que lo había visto conduciendo un carrito de golf por el campus.
Según el informe, las cámaras de vigilancia captaron “imágenes que concuerdan con los relatos de la víctima”. En ellas se veía a un hombre, más tarde identificado como Gattis, y a la empleada en las inmediaciones del baño con un minuto de diferencia.
Aproximadamente una semana después, se mostró a la empleada una rueda de reconocimiento fotográfica, pero no pudo identificar positivamente al sospechoso, según el informe policial, en el que se afirmaba que “parecía emocionada mientras veía la rueda de reconocimiento, y declaró varias veces ‘no veo al hombre’”.
Pero después de que la policía de Coral Gables se hiciera cargo del caso unos días más tarde, la empleada pudo identificar al sospechoso en la misma rueda de reconocimiento. Dijo a la policía que estaba demasiado asustada para identificarlo la primera vez.
En una declaración por escrito en la fecha del incidente, la mujer sugirió que quería presentar cargos. Un informe posterior de la policía de Coral Gables indica que, para el 15 de noviembre, la empleada no quiso presentar cargos, y Hudak dijo que así lo había manifestado en una entrevista con la policía. Sin embargo, una portavoz del departamento de policía dijo que la mujer se negó a firmar un acuerdo de no acusación.
Mensajes de texto entre Hudak y Gattis
Hudak dijo que el papel de Gattis como personaje público influyó en la forma de llevar el caso.
“El esfuerzo coordinado fue que viniera y se reuniera con los detectives, en lugar de presentarnos delante de su jefe y decirle: ‘Bueno, tenemos que entrevistarlo’”, dijo Hudak.
Hudak dijo que conocía a Gattis a través del equipo, pero que ambos no eran íntimos. Como Hudak ya tenía la información de contacto de Gattis en su teléfono, decidió enviarle un mensaje de texto directamente. Dijo que solo inició la conversación con Gattis porque el detective le dijo a Hudak que estaba tratando de localizar a Gattis, y Hudak estaba al tanto del calendario de viajes de reclutamiento del entrenador.
Entre el 11 de diciembre de 2022 y el 12 de enero de 2023, Hudak intercambió 19 mensajes de texto con Gattis, teniendo otras comunicaciones fuera de línea, sin dejar registro de lo que discutieron frente a frente.
En el primer mensaje, Hudak se puso en contacto con Gattis y le dijo al entrenador que quería “ponerle al día en algo”.
“Este es mi teléfono móvil, así que puede llamarme aquí”, añadió Hudak.
A continuación, ambos se intercambiaron mensajes para concertar una llamada.
Gattis envió un mensaje de texto a Hudak el 14 de diciembre para comunicarle que estaba de regreso en la ciudad. Hudak le contestó que estaba en una reunión, pero que llamaría a Gattis para quedar en algún sitio.
Dos semanas después, Gattis se puso en contacto con el jefe.
“Hola Felices Fiestas, ¿tiene un momento para hablar?”, escribió Gattis.
Hudak respondió una hora después, diciendo a Gattis: “Llámeme cuando puda”.
Luego, el 4 de enero, Hudak le dijo a Gattis “Feliz año nuevo” y le pidió al entrenador: “Llámeme”.
Poco después, Hudak le envió un mensaje de texto a Gattis: “Deme un rato”, dando a entender que Gattis le había llamado. Gattis respondió: “De acuerdo, suena bien”.
Dos días después, Gattis envió un mensaje al jefe diciéndole que había contratado a un abogado. Hudak respondió preguntando si el detective que trabajaba en la investigación debía llamar a Gattis o a su abogado. Gattis respondió: “Me parece bien y puedo hacer que se ponga en contacto con Det”.
El 12 de enero –el último día del intercambio de mensajes– Gattis preguntó a Hudak si tenía tiempo para una pregunta. El jefe le pidió unos minutos para responder porque estaba en una reunión con su jefe.
Cuatro días más tarde, Gattis se sometió a la prueba del polígrafo y declaró que en la fecha del incidente había estado usando el urinario cuando entró la mujer, aunque negó haberle hecho señas para que entrara en el baño o haberse expuesto intencionadamente. La prueba no indicó ningún engaño y su abogado penalista entregó los resultados a la policía.
La compañía que realizó la prueba de polígrafo, Jurney & Associates Inc., tiene contrato con la ciudad de Coral Gables para servicios de polígrafo previos a las contrataciones desde al menos 2018, según documentos del departamento de adquisiciones de la ciudad.
Hudak dijo que no le dio consejos a Gattis sobre el polígrafo o cualquier otra cosa durante su reunión.
Dijo que no recordaba la fecha exacta en que tuvo lugar la conversación entre ambos. Hudak dijo inicialmente durante la entrevista con el Herald que la conversación con Gattis tuvo lugar cara a cara, posiblemente en la universidad. En una llamada telefónica posterior, dos días después, Hudak dijo al Herald que no recordaba si la conversación había sido en persona o por teléfono.
La incapacidad de la empleada de limpieza para identificar al sospechoso en el primer intento creó un “problema de credibilidad” que hizo que el caso fuera difícil de procesar, dijo Hudak, especialmente porque el presunto incidente tuvo lugar dentro de un baño donde no hay cámaras.
Hudak dijo que la investigación de su departamento incluyó una amplia vigilancia de Gattis, incluyendo sus interacciones con la empleada. Dijo que la empleada no estaba evitando a Gattis y que “ella siguió en lo suyo” después de denunciar el incidente.
Hizo hincapié en que la policía de Coral Gables se tomó el caso en serio, pero que en última instancia, “no hubo suficiente para procesar”.
Gattis fue “relevado de sus funciones como coordinador ofensivo” por la UM a finales de enero de 2023.
¿Un conflicto de interés?
Aunque Hudak describió a Gattis como inicialmente al parecer “aprensivo” cuando Hudak se puso en contacto porque el jefe no le dijo cuál era el propósito de la reunión, el par finalmente concertó un encuentro para charlar.
“Le dije: ‘Escucha, esto es lo que está pasando, tienes que reunirte con mis detectives’. Y ya está. Y no fue ni más ni menos que eso”, dijo Hudak.
Hudak explicó su relación con la universidad en un memorando de 2017 dirigido al entonces director de Seguridad Pública de la ciudad, Frank Fernández. Hudak escribió que en su papel de mentor, ha ayudado a los atletas estudiantiles con asuntos relacionados con la familia, la escuela y los planes posteriores a la universidad, pero no se inserta en asuntos criminales.
“He sido muy claro con los atletas estudiantiles y los entrenadores, así como los miembros del personal, en que no puedo y no voy a dar ningún consejo u opinión sobre cualquier cuestión penal en que cualquier atleta estudiantil o cualquiera del departamento de atletismo pudiera estar involucrado”, escribió Hudak en el memorando. “Lo he dicho claramente en muchas ocasiones a lo largo de los años, ya que sería un claro conflicto de interés”.
En declaraciones al Herald, Hudak dijo que se ha mantenido “fiel a ese memorando que envié en 2017” y enfatizó que nunca dio consejos a Gattis.
En general, Hudak se describió a sí mismo como un jefe de policía involucrado que quiere estar disponible cuando hay un “caso de interés periodístico para el departamento”. Añadió que “no es raro” que contacte directamente con un sospechoso.
“¿He hecho llamadas telefónicas a otras personas que necesitan entregarse o algo por el estilo? Si los conozco, sí, absolutamente”, dijo Hudak. “No cambia el resultado”.