Jefe policial de Miami-Dade niega haber sacado su arma en Tampa y dijo que su esposa le salvó la vida

En una declaración conjunta con su esposa, el director de la Policía de Miami-Dade dijo que no sacó su arma durante una discusión que la pareja tuvo el 23 de julio en un hotel de Tampa, negando la afirmación que lo llevó a ser esposado horas antes de dispararse en una carretera.

“Además, la alegación imprudente de que sacó su arma antes de salir del hotel esa noche es falsa y no está respaldada ni por testigos ni por imágenes de la cámara”, se lee en la declaración de Alfredo Ramírez y Jody Ramírez publicada el domingo por la noche por el abogado Kendall Coffey.

La declaración también indica que no hubo violencia entre la pareja durante el incidente, condenando un rumor que no fue apoyado por la comunicación de la Policía y otras cuentas oficiales hechas públicas en las últimas dos semanas.

“Jody desea enfatizar que en ningún momento hubo siquiera un indicio de agresión física entre ella y Freddy y tampoco existe la más mínima prueba de tal contacto, ni por parte de Jody, ni de un testigo ni de ninguna de las diversas cámaras de seguridad que funcionaban en todo el hotel”, dice el comunicado, hecho público por el abogado Kendall Coffey.

Las grabaciones de las cámaras corporales que llevaban los policías de Tampa que esposaron a Freddy Ramírez mostraban a este y a Jody Ramírez negando haber sacado el arma, como denunció un testigo desconocido en una cadena de sucesos que desembocó en una llamada al 911 en el J.W. Marriott, en donde asistían a una convención de las fuerzas del orden.

Los policías que interrogaron a la pareja determinaron que no había base para ninguna otra actuación policial y dejaron en libertad a Ramírez.

En las horas siguientes, Ramírez, candidato demócrata a jefe de Policía y director de la policía desde 2020, ofreció renunciar a su cargo en el condado en una llamada telefónica con la alcaldesa Daniella Levine Cava y luego se hirió a sí mismo con un disparo en la cabeza durante el viaje de regreso de la pareja a Miami.

Las imágenes de la cámara corporal difundidas la semana pasada mostraban cómo el gerente de un hotel le informaba a la Policía que un cliente que esperaba un Uber había visto a un hombre armado fuera del hotel durante la convención de Florida Sheriffs Association (FSA).

No se dio el nombre del testigo y no se pudo encontrar a esa persona después que la Policía se presentó en la habitación de los Ramírez en el piso 12 del hotel. Al menos un policía tenía su arma desenfundada cuando la policía tocó a la puerta, se llevó a Jody Ramírez y esposó a Freddy Ramírez.

Jody Ramírez dijo a los policías “¿Es en serio?” y Freddy Ramírez les dijo “No hice nada”.

Ambos reconocieron haber tenido una discusión fuera del hotel, pero negaron que fuera más allá.

Freddy Ramírez dijo a los policías que no había desenfundado el arma. En el interrogatorio de los policías, Jody Ramírez dijo inicialmente que había estado bebiendo y que no se acordaba cuando le preguntaron si su esposo había sacado la pistola. Presionada, dio una respuesta más clara y dijo “No recuerdo que sacara la pistola. En absoluto”.

Freddy Ramírez permanece ingresado en un hospital de Tampa, recuperándose de la herida en la cabeza sufrida al sur de Tampa, en la I-75, en algún momento después de las 9:00 p.m. Se desconoce la secuencia exacta de los acontecimientos que rodearon el disparo, pero el arma aún estaba en el auto cuando Jody Ramírez llamó al 911 para pedir ayuda, según la grabación de la llamada.

Según el comunicado, la herida habría sido mortal si Jody Ramírez no hubiera intervenido en un momento que la pareja aún estaba angustiada por el “suceso profundamente perturbador” de la colocación de las esposas a Freddy Ramírez.

“Después de los sucesos gravemente perturbadores y confusos, durante el trayecto de vuelta a casa, con ambos todavía desconcertados y angustiados, Jody pudo agarrar el brazo de su esposo para que la lesión resultante fuera grave pero no mortal”, rezaba el comunicado. “Ella salvó la vida de Freddy”.

La declaración no aborda si la Policía de Tampa se equivocó en sus acciones, pero calificó de “profundamente perturbador” el incidente, tal como fue capturado en las imágenes de la cámara corporal.

“Tanto Jody como Freddy quedaron conmocionados por la repentina llegada de numerosos policías poco después de las 6:30 p.m.”, expresa el comunicado.

“Fue aún más impactante que a Freddy lo esposaran. Ser esposado es un acontecimiento profundamente perturbador para cualquiera que lo experimente”, dice el comunicado. “Especialmente en el caso de un líder tan distinguido de las fuerzas del orden, con un historial intachable de más de 28 años de servicio ejemplar en la protección del público”.

Esta es la declaración completa de Jody y Freddy Ramírez, hecha pública a las 10:52 p.m. del domingo 6 de agosto por el abogado Kendall Coffey:

Jody y Freddy Ramírez quieren expresar su más profundo y sincero agradecimiento a los muchos que han enviado mensajes de apoyo y los mejores deseos para la pronta recuperación de Freddy. Esta efusión de cariño y preocupación lo ha significado todo para su familia en estos momentos difíciles y sigue contribuyendo a la curación de Freddy.

Mientras la familia se centra en la recuperación de Freddy, es apropiado abordar la dañina e hiriente desinformación que se ha repetido en varios informes de los medios de comunicación en relación con los acontecimientos de la noche del 23 de julio.

Jody desea enfatizar que en ningún momento hubo ni siquiera un indicio de agresión física entre ella y Freddy y tampoco existe la más mínima prueba de tal contacto, ni por parte de Jody, ni por parte de un testigo ni por parte de ninguna de las diversas cámaras de seguridad que funcionaban en todo el hotel; además, la temeraria alegación de que sacó su pistola antes de marcharse del hotel esa noche es falsa y no está respaldada ni por testigos ni por las imágenes de las cámaras. Se espera que los medios de comunicación sean prudentes a la hora de informar sobre este tema, no solo por respeto a su familia, sino porque el público merece saber la verdad y no falsedades sensacionalistas y sin fundamento.

Tanto Jody como Freddy se vieron sorprendidos por la repentina llegada de numerosos policías poco después de las 6:30 a.m. de aquel domingo y fue aún más chocante que a Freddy le pusieran las esposas. Es evidente que ser esposado es un acontecimiento profundamente perturbador para cualquiera que lo experimente, especialmente en el caso de un líder tan distinguido de las fuerzas del orden, con un historial intachable de más de 28 años de servicio ejemplar en la protección del público. Poco después de que la policía local abandonara su habitación de hotel, Jody y Freddy decidieron marcharse a casa y dejar atrás la experiencia de una mala noche. Después de los graves y confusos sucesos que les habían ocurrido, durante el trayecto de vuelta a casa, con ambos aún desconcertados y angustiados, Jody pudo agarrar el brazo de su esposo de modo que la herida resultante fue grave pero no mortal, salvando la vida de Freddy.

Esta es una familia fuerte anclada en un matrimonio de 30 años de amor y profundo respeto mutuo. Jody, Freddy y sus cuatro hijos siguen siendo una familia totalmente unida. Jody pide respetuosamente a sus hermanas y hermanos de las fuerzas del orden, así como al público en general, que comprendan lo extraordinariamente doloroso y difícil que ha sido este momento. Ella no hará comentarios y seguirá dedicada a la recuperación de Freddy, esperando con impaciencia el momento en que salgan juntos del hospital.