El jefe del espionaje exterior ruso habla de una "sospechosa" actividad nuclear de Ucrania

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19 jun (Reuters) - Una de las principales figuras del espionaje de Rusia declaró el lunes que espera que el organismo de control nuclear de las Naciones Unidas y la Unión Europea investiguen cierta actividad nuclear de Ucrania que, según él, podría indicar que Kiev está trabajando en lo que se conoce como una "bomba sucia".

Serguéi Naryshkin, jefe del servicio de inteligencia exterior ruso SVR, no aportó pruebas documentales para respaldar sus afirmaciones.

La Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), el organismo de control nuclear de la ONU, descartó la sugerencia de Naryshkin y dijo que todos los movimientos de material nuclear se habían contabilizado por completo.

El Ministerio de Defensa ucraniano no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios. Kiev ha afirmado en el pasado que se toma muy en serio sus responsabilidades en materia de energía nuclear, al tiempo que acusa a Rusia de imprudencia en lo que respecta a su control de la central nuclear de Zaporiyia, en el sur de Ucrania.

Naryshkin señaló en un comunicado que su servicio tiene información de que un lote de "combustible irradiado" ha sido enviado en secreto desde la central nuclear de Rivne, en el oeste de Ucrania, para su eliminación en un almacén de combustible gastado en Chernóbil.

Agregó que la acción, que Reuters no pudo verificar de forma independiente, es sospechosa y sólo podía explicarse por la intención de Kiev de crear una "bomba sucia", combinando material radiactivo con explosivos convencionales.

En un comunicado, la OIEA afirmó que a principios de mes había informado sobre la transferencia de combustible consumido de Rivne a Chernobyl y que había tomado plena cuenta del material.

La agencia añadió que fue notificada de la transferencia con anticipación y que el material fue rastreado "hasta su destino final en el almacenamiento centralizado de combustible gastado en Chernobyl, donde permanece bajo las salvaguardias del OIEA".

Rusia ha acusado anteriormente a Ucrania, sin aportar pruebas, de planear el uso de una "bomba sucia" de este tipo, en un contexto de temor de ambas partes a que los combates en torno a la instalación de Zaporiyia, de la que se apoderó el ejército ruso pocos días después de invadir Ucrania a principios del año pasado, puedan desembocar en una catástrofe.

(Reporte de Reuters; edición de Andrew Osborn y Kevin Liffey; editado en español por Darío Fernández y Raúl Cortés Fernández)