Javier Carballal, alcalde de Punta del Este y carnicero: “Vivo de mi trabajo, no de la política”

Javier Carballal es el alcalde de Punta del Este y el dueño de la carnicería Oasis
Javier Carballal es el alcalde de Punta del Este y el dueño de la carnicería Oasis - Créditos: @Ricardo Figueredo / LA NACION

PUNTA DEL ESTE (Enviada especial).- El día de su investidura como alcalde de Punta del Este, Javier Carballal mantuvo su rutina. Se levantó a las 5 de la madrugada, abrió la carnicería que heredó de su padre –el inmigrante español, Antonio Carballal Domínguez– y atendió a clientes. Por la tarde, se vistió de traje, subió al estrado y juró como mandatario municipal. “De esto vivo”, dice.

En una charla con LA NACION desde la antigua sede de la alcaldía, mientras se ultiman los detalles de mudanza a un renovado edificio de la calle Gorlero, Carballal se define como un trabajador incansable. “Antes de pasar a la política, siempre supe que quería seguir con la carnicería, que es el negocio de mi familia hace más de 50 años”, explica.

Javier Carballal es el alcalde de Punta del Este y el dueño de la carnicería Oasis
Javier Carballal es el alcalde de Punta del Este y el dueño de la carnicería Oasis - Créditos: @Ricardo Figueredo / LA NACION
Javier Carballal es el alcalde de Punta del Este y el dueño de la carnicería Oasis
Javier Carballal es el alcalde de Punta del Este y el dueño de la carnicería Oasis - Créditos: @Ricardo Figueredo / LA NACION

Para Carballal, los días arrancan antes del amanecer y terminan pasada la medianoche, de lunes a lunes. No hay descanso, menos en verano. “Atiendo, cobro, lavo el piso, hago todas las tareas. No me cansa trabajar, al revés: me cansa estar quieto. Entonces, cuando más trabajo y presión hay es cuando tengo la cabeza en orden. Se me complica cuando no tengo qué hacer”.

Carballal está casado desde hace 30 años y es padre de tres hijos. “De distinta generación”, señala el alcalde. Fiorella, la hija mayor, de 27 años, ya trabaja en la carnicería junto al funcionario y su mujer, mientras que los menores, Julián y Francisco -de 11 y 9 años-, todavía están en la escuela. “Somos un equipo”, explica.

Oasis, la carnicería, se fundó en 1966, cuando Jesús Carballal Domínguez llegó de España a Punta del Este. La familia vivió en ese local hasta que el crecimiento del comercio le permitió comprar una casa a la que se mudaron años más tarde, para así separar la vivienda del negocio. “El cuarto de mis padres estaba donde hoy hay parte de un depósito; el baño es el mismo que ahora usan los clientes”, afirma el alcalde.

Javier Carballal es el alcalde de Punta del Este y el dueño de la carnicería Oasis
Javier Carballal es el alcalde de Punta del Este y el dueño de la carnicería Oasis - Créditos: @Ricardo Figueredo / LA NACION
Javier Carballal es el alcalde de Punta del Este y el dueño de la carnicería Oasis
Javier Carballal es el alcalde de Punta del Este y el dueño de la carnicería Oasis - Créditos: @Ricardo Figueredo / LA NACION

Con poco más de 24 años, durante su juventud, Carballal tomó las riendas de local, que todavía abre a diario en la calle Pedragoza Sierra, esquina Bulevar Artigas. A la par de su trabajo en la carnicería, Carballal se inclinó también por mantener las raíces españolas de su padre como director del Centro Español de Maldonado durante una década, y desempeñarse como consejero de la Federación de Instituciones Españolas en el Uruguay (FIEU). Esa cuota, explica, lo empezó a conducir hacia el universo de la política.

“La parte comercial –especialmente la influencia de mis padres– me dio la experiencia de trabajar organizado, mientras que las asociaciones con las que colaboré a lo largo de la vida me aportaron a la parte política”, afirma Carballal al explicar su camino hacia la Alcaldía. Tras ello resume: “De cualquier forma, uno está sirviendo”.

La Alcaldía

En 2010, con 40 años, Carballal se lanzó como candidato por primera vez. “Armamos una lista con vecinos y amigos. Teníamos una moto, un auto, una mesa y dos sillas. Conseguimos poco más de 200 votos”, recuerda sobre la derrota que lo dejó en cuarto lugar de la elección.

Después de esa primera experiencia, cuenta el ahora funcionario, en Uruguay se debatía la posibilidad de eliminar la terminal de buses del centro de Punta del Este. “Hicimos un grupo que se llamaba Juntos por Punta del Este y empezamos a juntar firmas para que no sucediera, porque entendíamos que era un servicio que no podía perder la ciudad”, repasa. Con el apoyo de la diputada Elisabeth Arrieta –quien falleció en 2019 en un accidente automovilístico– se catapultó en la escena política.

En las elecciones siguientes, el dirigente esteño cedió su lugar en la candidatura a Mario Andrés Jafif, en el marco de una interna del Partido Nacional, y no fue hasta 2020 cuando finalmente volvió a pelear en los comicios por la alcaldía. En medio de una campaña atravesada por las condiciones de la pandemia, el carnicero obtuvo el cargo tras consagrarse en las elecciones de 2020. “Esto se trata de trabajar y servir, de devolverle algo al lugar donde yo nací. Fui la escuela, al liceo (secundario) aquí. Soy el primer alcalde que es de acá, de Punta del Este, porque los otros alcaldes vivieron muchos años, pero no eran nacidos”, señala.

El alcalde de Punta del Este, Javier Carballal
El alcalde de Punta del Este, Javier Carballal - Créditos: @Gentileza

Para Punta del Este, que es una ciudad –según cifras del último censo– con una población de poco más de 11 mil personas en una superficie de 21 kilómetros cuadrados, Carballal proyecta un municipio más abierto y más social. “Que sea un lugar de todo el año”, afirma y señala la influencia de la masa de argentinos que se instalaron durante la pandemia. “Hoy hay muchas más personas trabajando porque hay más gente, hay más servicios y eso es estabilidad laboral. Ese es el cambio que hizo la venida de argentinos y también de gente de Montevideo” , indica.

Asimismo Carballal comenta que, durante la temporada alta de verano, muchos –especialmente argentinos– se sorprendieron al verlo en el mostrador de Oasis y luego en la Alcaldía. “El lunes a las 8 de la mañana tengo que estar abriendo el comercio igual, sea o no alcalde”, señala.

“El futuro lo veo repartido entre la carnicería y la política porque me gustan las dos cosas, no es que reniego. Me encanta lo que hago. No pienso vivir de la política, yo vivo de mi trabajo”, afirma. “Obviamente que tengo un sueldo como alcalde, pero mi objetivo es trabajar y servir para devolver algo a donde yo nací”, subraya.

Y cierra: “Voy a seguir, si es que me lo permiten. Acá cada cinco años la gente renueva la confianza, entonces no es que estamos atornillados. La parte privada tiene que seguir funcionando porque es cuando mejor podés hacer las cosas, no es que dependo de la política. Si en cinco años la propuesta no gustó o no colmé las expectativas, me cambian; si la gente entiende que tengo que seguir acá, seguiremos acá”.