Israel, Rusia e Irán: la tríada belicosa que hoy mantiene en alerta al mundo

Benjamin Netanyahu, Vladimir Putin y Ibrahim Raisi
Benjamin Netanyahu, Vladimir Putin y Ibrahim Raisi

Los dos principales conflictos bélicos que tienen hoy en alerta al mundo, Medio Oriente y Ucrania, están protagonizados por un trío de alianzas dudosas, más movidas por intereses que por afinidad ideológica.

Lo de “Los amigos de mis amigos son mis amigos” no siempre funciona en la política internacional. En medio del cruce de ataques mutuos de esta semana entre Israel e Irán, Rusia es un poderoso aliado de ambos países que busca contener a sus socios. Este viernes el canciller ruso Sergey Lavrov fue claro en su mensaje de apaciguamiento a los israelíes diciendo que su socio, Irán “no quiere una escalada”.

Y también el sábado pasado, luego de que sus aliados ayatollahs lanzaron su primer ataque aéreo directo contra Israel, un país donde el 15% de la población es de origen ruso y sigue hablando ruso, no hubo en Vladimir Putin palabras de condena. El jefe del Kremlin conversó por teléfono con su par iraní, Ibrahim Raisi, y solo le pidió “una moderación razonable”.

Cuáles son los intereses, entonces, que mantienen vigente este trío formado por dos extraños binomios llenos de contradicciones. Uno de los dúos está formado por el principal aliado de Estados Unidos en Medio Oriente (Israel) que paradójicamente está asociado con el mayor enemigo militar de los norteamericanos (Rusia). En el otro binomio, el Kremlin mantiene una alianza con el Irán de Alí Khamenei, el líder espiritual que en 2015 se propuso oficialmente la meta de que para 2040 “no quede nada en pie” de Israel.

Pero los odios no son eternos, y este trío de países tiene una historia de cambiantes combinaciones de alianzas en las últimas cuatro décadas.

Puntualmente en los años 80, por ejemplo, era todo diferente. El Kremlin, que apoyó a los países árabes en la Guerra de los Seis Días, rompió relaciones diplomáticas con Israel desde 1967 hasta 1991. Y los israelíes por su parte eran uno de los principales proveedores de equipamiento militar de los ayatollahs en su guerra con Irak (1980-1988). Pero todo cambió.

La relación Israel-Rusia

El esquema que existe actualmente en las relaciones entre Israel y Rusia se consolidó luego del regreso de Benjamin Netanyahu al poder en diciembre de 2022. Su predecesor en el cargo, Yair Lapid, había repudiado en febrero de aquel año la invasión rusa de Ucrania como “una violación del orden mundial”. Pero “Bibi” tomó una posición más prescindente respecto de esa guerra, y elogió a Putin como alguien “inteligente, sofisticado y centrado en un objetivo: devolver a Rusia a su grandeza histórica”.

“La alianza entre Israel y Rusia tiene hoy un fundamento social, pero básicamente geopolítico”, explicó a LA NACION el doctor Meir Javedanfar, conferencista y autor que nació en Irán y vive actualmente en Israel, donde es docente de la Universidad Reichman de Tel Aviv.

Carteles de propaganda electoral de Netanyahu en Israel, en idioma ruso,
Carteles de propaganda electoral de Netanyahu en Israel, en idioma ruso, "Sólo el Likud. Sólo Netanyahu"

La cantidad de inmigrantes rusos llegados a Israel desde la caída de la Unión Soviética creció a tal punto que hay barrios israelíes enteros en los que los carteles están en idioma hebreo y en ruso. Así fue como en 2019 Putin definió a Israel como “un país de habla rusa”, integrante del “mundo ruso” (russkiyi mir). Y durante su última campaña electoral Netanyahu mostraba sus fotos con Putin para congraciarse con los votantes ruso-israelíes.

Carteles de propaganda electoral en Israel escritos en ruso:
Carteles de propaganda electoral en Israel escritos en ruso: "Un Likud grande, un Israel fuerte"

“Más allá de las motivaciones sociales para esta alianza entre Israel y Rusia, lo más importante es la cuestión geopolítica: la presencia rusa en Siria es una garantía que tiene Israel para contener el avance iraní”, señaló Javedanfar.

Efectivamente, Irán y el gobierno de Bashar Al-Assad en Siria -un país hundido en una guerra civil desde 2011- son estrechos aliados estratégicos. Pero también lo son Siria con Rusia, y las tropas del Kremlin están especialmente interesadas en limitar la expansión iraní en la región.

“Rusia controla los cielos sirios. Entonces Israel coordina con ellos cualquier operación sobre Siria. Ellos nunca dispararán a nuestros aviones ni a nuestros misiles en Siria”, advirtió Javedanfar.

De hecho, otros analistas afirman que, si Moscú lo hubiera querido, no habría sido posible el ataque de fines de marzo al consulado iraní en la capital siria en el que murieron siete miembros de la Guardia Revolucionaria de Irán, incluidos dos generales. Israel no se atribuyó ese ataque -como no se responsabiliza de ninguna operación en el exterior- pero fue el que desencadenó la represalia iraní del sábado pasado.

La relación Rusia-Irán

En cuanto a la alianza entre Rusia e Irán, se fortaleció especialmente a partir de la guerra en Ucrania. Los ayatollahs ven en ese conflicto europeo una lucha contra la hegemonía que intenta imponer Occidente mediante la integración de países del este a la OTAN. Por eso Teherán apoyó desde el comienzo la invasión rusa. Y hoy los drones Shahed 131 y Shahed 136 y los misiles con los que Moscú va ganando terreno en esa guerra son de origen iraní.

Putin junto a su par iraní, Ibrahim Raisi (Grigory Sysoyev, Sputnik, Kremlin Pool Photo via AP)
Putin junto a su par iraní, Ibrahim Raisi (Grigory Sysoyev, Sputnik, Kremlin Pool Photo via AP) - Créditos: @Grigory Sysoyev

“Irán logró grandes avances en el desarrollo de su industria de drones gracias a lo que se llama la ‘tecnología inversa’”, explicó a LA NACION Paulo Botta, director del Comité de Medio Oriente del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI).

“Su tecnología inversa consistió en desarmar y analizar los drones norteamericanos que fueron cayendo al Golfo Pérsico o al territorio iraní en los últimos veinte años, y aprender también de los misiles de Corea del Norte y de China. A partir de allí desarrollaron sus propios modelos de drones. De todas maneras la alianza Rusia-Irán solo le sirve a los iraníes para enorgullecerse de su amistad con una gran potencia, y a los rusos para mostrar a Estados Unidos que tienen aliados que pueden ayudarlos. Es una alianza que es un matrimonio por conveniencia. No hay mucho más entre ellos. Los rusos no quieren que Irán sea muy poderoso en la región ni que haya un conflicto directo con Israel”, afirmó Botta.

El conflicto Israel-Irán

En la pata más conflictiva de este trío, Israel-Irán, los dos países acaban de cruzar una línea roja.

“Muchos dicen que el bombardeo de Irán del sábado pasado fue un desperdicio de armamento ya que los iraníes podían suponer que la mayor parte de sus misiles y drones serían destruidos antes de llegar a suelo israelí. Pero la verdad es que yo creo que fue un mensaje muy importante y muy claro del régimen iraní. Fue trazar un antes y un después, una línea roja en su relación con Israel”, comentó el doctor Javedanfar.

Una mujer cruza un paso de peatones cerca de un cartel que muestra misiles balísticos iraníes en servicio con nombres, con un texto en árabe que dice
Una mujer cruza un paso de peatones cerca de un cartel que muestra misiles balísticos iraníes en servicio con nombres, con un texto en árabe que dice "la promesa [de la persona] honesta" y en persa "Israel es más débil que una telaraña", en la plaza Valiasr en el centro de Teherán. el 15 de abril de 2024. - Créditos: @ATTA KENARE

“En primer lugar, la saturación del sistema de defensa significó un altísimo costo económico para Israel y sus aliados. Además, todos estos años, cuando Irán atribuía algún ataque a las fuerzas israelíes, la represalia venía a través de sus proxys, Hezbollah o los palestinos. Ahora los ayatollahs cruzaron una línea roja: ‘Cada vez que consideremos que Israel nos atacó directamente, nosotros atacaremos directamente, también. Ya no únicamente a través de nuestros proxys’. Y eso es un cambio de estrategia muy importante”, advirtió el experto iraní-israelí.

Para Botta, la situación más volátil en este trío es la cuestión política interna de Israel. “Hace seis meses que están en guerra contra Hamas y no se han alcanzado los objetivos militares ni el retorno de los rehenes. Ahora se suman los choques directos con Irán. En tanto, hay 300.000 reservistas israelíes en el frente y se estima que la economía va a tener una caída de casi el 10%. Así que el pueblo israelí se está cansando. Netanyahu no tiene un cheque en blanco y es entonces impredecible lo que puede pasar en el futuro”.