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La isla paradisiaca con la costumbre de secuestrar mujeres para casarse

Una mujer en su casa de la isla indonesia de Sumba. (Foto: Donal Husni/NurPhoto via Getty Images)
Una mujer en su casa de la isla indonesia de Sumba. (Foto: Donal Husni/NurPhoto via Getty Images)

La paradisiaca isla de Sumba, en el este de Indonesia, tiene abundantes encantos naturales y antiguas tradiciones culturales. Una de ellas es la práctica siniestra de “kawin tangkap” (secuestrar y casar), la cual ha permitido a los hombres desarraigar a las mujeres de sus familias, borrar sus sueños y ambiciones, y obligarlas a casarse.

Un video viral de 29 segundos que muestra a una mujer siendo llevada a la fuerza por un grupo de hombres provocó la indignación en los indonesios y de la ministra de Empoderamiento de la Mujer y Protección Infantil de Indonesia, Bintang Puspayoga, quien calificó esa práctica como una forma de violencia contra las mujeres y una violación a los derechos humanos.

En el video, tomado en la aldea de Dameka de la isla Sumba, un hombre ata su caballo a la cerca de una casa de familia, donde vive una mujer de 21 años. “Según la tradición, eso significa que una hija de la familia será tomada con base en la tradición “kawin tangkap”, explicó a los medios Herlina Ratu Kenia, secretaria de la Asociación de Mujeres Teológicamente Educadas (Peruati) en Sumba.

Las imágenes también permiten observar a un grupo de cinco hombres cargando a una mujer completamente angustiada a una camioneta negra estacionada cerca de la casa familiar. Una mujer acude luego a abrazar por la ventana a la joven secuestrada e intenta abrir la puerta para sacarla del automóvil.

Varias personas están abarrotadas alrededor de la camioneta, animando a los hombres y haciendo videos de la macabra escena, mientras la joven raptada llora y otra mujer le salpica agua en la frente, lo cual según la tradición sirve para tranquilizar a la persona y que se vuelva más complaciente.

El video se corta abruptamente y luego están en lo que parece ser el interior de una casa en la que se puede observar a la mujer llorando profusamente y gritando mientras es alzada por varios hombres sin camisa.

La joven había trabajado por varios años en la isla de Bali y estaba en un corto viaje en su aldea natal en Sumba para recoger el diploma de graduación de la escuela secundaria porque quería continuar sus estudios en una universidad de Bali a finales de este año.

“Ella gritaba y gritaba que no quería ir con ellos, que aún quería estudiar”, detalló Herlina. Sin embargo, las dos familias llegaron a un acuerdo ese mismo día e hicieron planes de boda.

La organización en la que trabaja Herlina envió un representante a la nueva casa de la joven mujer para entrevistarla. "Parecía estar bien, pero cuando se le preguntó si aceptó casarse se quedó en silencio durante bastante tiempo, antes de finalmente decir que sí aceptaba".

Una semana después del rapto, otra joven mujer fue secuestrada por una docena de hombres mientras amamantaba a su bebé. Su hermano mayor y su padre intentaron impedir que fuera arrebatada, pero fueron superados por los hombres que la subieron a un camión y la llevaron a la aldea.

El secuestro de una mujer casada es algo extremadamente raro, pero dado que el esposo de la joven de 23 años estaba trabajando en otra isla de Indonesia los captores pensaron que posiblemente era soltera.

Durante el viaje de 30 minutos en el camión los hombres acosaron sexualmente a la mujer y su cicatriz por la cesárea comenzó a desgarrarse y sangrar.

Al enterarse de la situación, el esposo decidió regresar y contactar a la policía para que llevaran de regreso a su compañera, quien volvió al hogar dolorida y llorando profusamente.

TO GO WITH AFP STORY INDONESIA-CULTURE-TOURISM, FEATURE BY ANGELA DEWAN In this photograph taken on March 22, 2014, Sumbanese tribesmen and women gather inside their traditional home in Ratenggaro village located in Indonesia's island of Sumba, the site for the the annual "pasola" festival, a ritual mock battle on horseback. Two teams of tribesmen on horseback charge at each other hurling bamboo spears in a thousand-year-old ritual on the Indonesian island of Sumba aimed at producing a prosperous rice harvest. Spectators, their mouths reddened from chewing betel nut, scream them on from the sidelines of the show in Ratenggaro village, reaching for their machetes when a rider is struck at close range and the referee calls foul play. AFP PHOTO / ROMEO GACAD        (Photo credit should read ROMEO GACAD/AFP via Getty Images)
Un grupo de hombres y mujeres reunido en Sumba, una paradisiaca isla de Indonesia en la que es común secuestrar mujeres para casarse. Foto: Getty Images)

Una desviación cultural

Kawin tangkap” era al inicio una tradición en la que se llevaba a la mujer a la casa del hombre con el previo conocimiento y aprobación de los padres de ambas familias, sin importar el consentimiento de la futura esposa.

Con el tiempo, esa costumbre se desvió del propósito original y los hombres con más poder económico y estatus comenzaron a atrapar a cualquiera de las mujeres que ellos quisieran sin el consentimiento de sus familias.

“Entonces, se comenzó a exigir al secuestrador que pagara una fuerte ¨denda adat¨ (multa habitual), así como ¨belis¨ (una dote) a la familia de la mujer secuestrada”, aseguró Umbu Jowa, un experto en las costumbres y ritos tradicionales de Sumba, al diario South China Morning Post.

La multa es a menudo seis caballos (un valor aproximado de 2.400 dólares), y cinco búfalos (cada uno tiene un costo aproximado entre 1.170 y 1.720 dólares, para un total cercano a los 20.000 dólares.

Sin embargo, en lugar de disuadir a los hombres a secuestrar a las mujeres este pago los ha alentado. “Los egos de los hombres se hinchan cuando atrapan a una mujer, porque todos en la aldea se podrán dar cuenta de lo ricos y poderosos que son”, indicó Umbu.

Para intentar asegurar una respuesta positiva de parte de la mujer y su familia, el autor del secuestro a menudo viola a la joven recién raptada. “Después de que la mujer es violada, a menudo siente que no tiene a dónde ir”, explicó Umbu, y agregó que generalmente ella termina renunciando a sus sueños para casarse con su secuestrador.

La cruel tradición exhibida a nivel mundial en el video llamó la atención del Gobierno de Indonesia, que en cabeza de la ministra Bintang señaló que lo sucedido en Sumba es una forma de “violencia contra las mujeres. No dejen que la cultura y la tradición se usen como una excusa para acosar a mujeres y niñas”, indicó en declaraciones reproducidas por el diario digital The Jakarta Post.

La activista de derechos humanos Valentina Sagala aseguró que de acuerdo con la Constitución del país, las personas involucradas en “kawin tangkap” podrían ser acusadas por secuestro y reclusión forzosa, que traducen en una pena de más de cinco años en prisión.

Además, la “Ley del matrimonio prohibe el uso de la fuerza y por eso instó a la policía a no esperar a los reportes de las víctimas e iniciar una investigación.

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