Irán entierra a 175 buzos muertos en la guerra contra Irak en los años 80

Por Sam Wilkin DUBAI (Reuters) - Irán dio sepultura el martes a los restos de 175 buzos militares en una emotiva ceremonia pública, casi tres décadas después de que fuesen capturados durante la guerra contra Irak y, de acuerdo con el ejército iraní, fueran enterrados vivos. La televisión nacional mostró una gran multitud congregada en Teherán para conmemorar la muerte de los buzos y de los demás soldados caídos en la guerra que se desarrolló entre 1980 y 1988, cuyos restos fueron descubiertos recientemente. Varias personas rompieron a llorar cuando se recitaron las oraciones "Los buzos eran los más valientes de nosotros (...) dieron sus vidas por la independencia de nuestro país y el éxito de nuestra revolución", dijo Mohsen Rezaie, que lideró los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica durante la contienda, en su discurso. "Los enemigos de Irán se pusieron del lado de Saddam durante los ocho años que duró la Defensa Sagrada", agregó, usando un término común en el país para denominar a la guerra en la que el entonces presidente iraquí, Saddam Hussein, que comenzó el conflicto, recibió un amplio apoyo internacional. El acto público, que conmemoraba una guerra que sigue marcando la política iraní, sucedió a una ceremonia más íntima en la tarde del lunes donde se leyeron pasajes del Corán y se depositaron flores en los ataúdes de los buzos. El mes pasado, los medios iraníes mostraron fotografías de los cuerpos, aún ataviados con el equipo de buceo y con las manos atadas a la espalda con alambre, en el momento en que los cadáveres se desenterraron en el lado iraquí de la frontera fluvial que separa ambos países, donde tuvieron lugar algunos de los combates más duros, y fueron transportados de vuelta a Irán. Un portavoz militar dijo que algunos de los cuerpos no tenían signos de violencia, lo que le llevaba a pensar que fueron enterrados vivos por sus captores. Los buzos fueron capturados en 1986, durante la operación Karbala 4, un intento iraní de romper el estancamiento del frente sur cruzando la frontera fluvial que separaba ambas repúblicas para poner sitio a Basora. Las fuerzas iraquíes repelieron el ataque después de tres días de combates que costaron miles de vidas a ambos bandos. El conflicto terminó dos años después, dejando las fronteras intactas y más de un millón de muertos. La guerra definió la evolución posterior de Irán. Figuras importantes como el general de división Qasem Soleimani, que comanda las actividades paramilitares del país en el extranjero, comenzaron sus carreras en las trincheras.