Intimidación, racismo, homofobia: exestudiantes cuentan sus experiencias en escuelas cristianas

La reciente controversia por el enfrentamiento entre un estudiante de una escuela católica y un nativo americano, sumado a la noticia de que Karen Pence, la esposa del vicepresidente de EEUU Mike Pence, comenzaría a impartir clases en un centro escolar, que se ha pronunciado contra la comunidad LGQBT ha causado indignación en las redes sociales.

Un auto de la policía custodia la entrada de la Covington Catholic High School en Kentucky. (Foto: AP)
Un auto de la policía custodia la entrada de la Covington Catholic High School en Kentucky. (Foto: AP)

Ambos hechos han estado en el ojo del huracán en los últimos días en EEUU y se convirtieron en el escenario perfecto para que los usuarios en Twitter comenzaran a relatar sus experiencias negativas dentro de este tipo centros de enseñanza con el hashtag #ExposeChristiansSchools (Desenmascara a las escuelas cristianas).

Las confesiones

El impulsor del movimiento fue Chris Stroop, un usuario en Twitter que se denomina escritor exevangélico, quien alentó a miles a que contaran sus historias.

Uno de los usuarios que se sumó a la cadena de confesiones expuso cómo, durante su paso por una escuela católica, quisieron adoctrinarlo.

“EL PERSONAL de las escuelas católicas me decía todo el tiempo que ser todo menos heterosexual era rechazar el regalo de Dios, y la única pareja lesbiana abierta fue acosada sin descanso hasta que una se graduó y la otra cambió de escuela”, escribió @snailswammies.

Por su parte, otra persona dijo que los abusos a veces no eran solamente psicológicos, podían llegar a convertirse en agresiones físicas.

“La intimidación era intensa, específicamente para los niños que no eran varoniles. En los vestidores, los entrenadores se marchaban cuando los niños ‘blandos’ recibían golpes con toallas en las duchas o les sumergían las cabezas en los inodoros”, relató por su parte @smellin_cofee.

Esta usuaria contó cómo había sido obligada a portar un cartel con una cruda foto durante una manifestación en contra del aborto.

“Mi escuela solo de niñas me llevó a la manifestación de la Marcha por la Vida, me dijo que le gritara a los manifestantes y me entregó un cartel con un bebé abortado. Yo tenía 11 años”, contó.

Pero las ofensas también llegaron hasta otros ámbitos. Este relato cuenta cómo el elogio a la esclavitud también pasó a ser una forma de abuso.

“Mi escuela tenía el Día del Esclavo. Cada año, la clase de grado 11 era subastada en la capilla; el rematador -un maestro- sostenía un látigo. Otros estudiantes los ‘poseerían’ por un día. Era una recaudación de fondos. No teníamos baile de graduación, pero sí tuvimos el Día del Esclavo”, dijo otra persona.

También hay relatos de que les enseñaban a las niñas a sentirse avergonzadas de sus cuerpos.

“A las niñas les enseñaron a sentirse avergonzadas de sus cuerpos. Cada vez que había un baile o un viaje escolar, a los niños los dejaban irse a jugar al fútbol, mientras a las niñas nos dejaban dentro durante una hora para que decirnos todas las cosas que no podíamos ponernos porque eran una distracción”, apuntó otra usuaria.

Otra de las participantes en el debate en Twitter señaló que no pretendían juzgar a quienes practicaban su religión, sino a quienes la utilizaban para cometer abusos.

“Nadie está atacando a los cristianos que quieren practicar su religión. Estamos atacando a los cristianos que enseñan a los niños a avergonzarse de quiénes son, que enseñan que la ciencia no es real y que promueven el racismo y la homofobia en la escuela”, acotó otra persona.

Las confesiones también quedaron recogidas por varios medios de prensa como Daily Dot, que además conversó con Chris Stroop para hablar del fenómeno en el que se había convertido su propuesta. El aseguró que el #ExposeChristianSchols era una plataforma para combatir el adoctrinamiento.

“Todo es parte de lo mismo cuando se trata del adoctrinamiento cristiano de derecha y el aislamiento a los niños para que puedan ser movilizados para las guerras culturales”, opinó.