El Inter Miami debe hacer un cambio. A esta altura de temporada es preciso activar el modo playoffs

El Inter Miami CF no es un mal equipo, pero tampoco será bueno si no consigue ganar fuera de casa, donde el único triunfo data del 16 de abril, un 1-0 en Seattle. El pasado sábado lo demostró tras caer como visitante 2-0 ante el New York City, pese a haber dominado el partido.

Se puede decir que el rival era el vigente campeón de la MLS, que el Yankee Stadium no es un terreno convencional, que faltaba el jefe de la defensa Damion Lowe y su goleador Leonardo Campana, que en el primer gol hubo falta y fuera de juego, pero ese no es el camino. Si dominas a tu rival tienes que ganar.

Si bien es cierto que no estaba Campana, quien se recupera de una lesión en la rodilla, tampoco se echa de menos con Gonzalo Higuaín en la punta de ataque; la cuestión es que al equipo le falta algo más, ese extra que marca la diferencia.

El Inter no es un equipo que juegue al ataque ni tampoco un club que se la pese generando ocasiones de gol. Le cuesta llegar tocando y ganar la línea de fondo, le falta filtrar pases en el área y servir balones a Higuaín o Campana.

Con la llegada de Alejandro Pozuelo el once de Miami parece haber mejorado en este aspecto, pero no lo suficiente. La mayoría de los goles anotados son generados en jugadas individuales como las de Robert Taylor. Falta actitud de meterse en el área rival haciendo paredes. Más que nada es un tema mental.

Indy Vassilev estuvo iluminado el 25 de junio con dos goles (87’ y 90’) en la victoria 2-1 ante Minnesota, pero luego nada de nada, pese a las oportunidades que le ha brindado el entrenador Phil Neville.

Este 23 de julio volvió a desaparecer y no por falta de voluntad sino por falta de eficacia.

Tal vez la llegada del francés Correntin “Coco” Jean inyecte sangre en las venas al anémico ataque del Inter, después de que el delantero recibiera por fin su visa con la que ya está autorizado para jugar. Pudiera debutar este mismo sábado 30 contra Cincinnati en el DRV PNK Stadium.

“El tiempo corre desde ahora hasta el final de la temporada y tenemos que ganar”, expresó Neville. “Tenemos tres grandes juegos la próxima semana, es una semana (potencial) de nueve puntos para nosotros”.

El equipo de Miami tendrá prácticamente tres partidos en siete días porque luego de recibir a Cincinnati le toca jugar de nuevo el miércoles 3 de agosto en San José, para luego viajar a Canadá para enfrentar el sábado 6 de agosto al Montreal.

A falta de 13 encuentros para el final de la temporada regular, el Inter cayó al puesto 11 de la Conferencia Este con 25 puntos (7-4-10), a tres de Cincinnati, su rival de turno, que curiosamente ocupa el 7mo lugar, el último que da acceso a los playoffs, de ahí la enorme importancia de este encuentro.

Un buen triunfo de Miami este sábado ante Cincinnati, combinado con derrotas de Charlotte, Chicago y New England, metería al Inter en los puestos de postemporada antes de volver a tomar la carretera.

También puede ser hora de que regrese a la portería Nick Marsman, pese a lo bien que lo ha hecho Drake Challenger en su ausencia. El holandés es mejor guardameta, tiene más experiencia, es mejor con los pies y brinda más confianza.

El Inter Miami no gana fuera de casa y el New York City sigue siendo su padre en la MLS

Para el Inter llegó la hora del cambio, no solo de portero, sino de desenvolvimiento en la cancha. Debe jugar en modo playoffs y dejar de ser el equipo que menos anota en el Este para convertirse en el que más anota a partir de ahora. No puede haber otra idea en la cabeza de los jugadores.

Para el Inter esta es la hora de la verdad y siendo justo han jugado muy bien, de tú a tú con los con los de arriba y con un poco más de agresividad, y de suerte en las dos áreas, puede estar peleando no solo el llegar a la postemporada sino por una plaza de privilegio en la parte alta de la tabla.

Esa es la expectativa y no hay otro objetivo.

Neville lo tiene claro y puede conseguirlo. Una vez que lo haga será un verdadero placer ver a muchos de los que se han bajado del carro volviéndose a subir.