La polémica medida de un instituto en EEUU para celebrar un baile sin mascarillas

Querían celebrar el baile de graduación sin mascarilla pese a la pandemia y en el instituto Exeter High School de New Hampshire (Estados Unidos) idearon un plan de rastreo para llevar a cabo la fiesta con la mayor seguridad posible para los asistentes. Sin embargo, hubo una de las medidas que no gustó a todos y que ha despertado cierta polémica desencadenando una serie de comunicados para aclarar lo sucedido.

La medida de escribir un número de indentificación en la mano a los alumnos ha sido muy criticada. (Foto: Getty Images)
La medida de escribir un número de indentificación en la mano a los alumnos ha sido muy criticada. (Foto: Getty Images)

La medida en cuestión que tanto revuelo ha generado ha sido la de marcar con un número en la mano a aquellos alumnos que, a la entrada del baile, no pudieron acreditar estar vacunados aún o no tenían la pauta completa Este detalle llegó a oídos de la representante estatal republicana Melissa Lichtfield y, como ha recogido la CNN, publicó una dura crítica en redes sociales comparando esa forma de identificar a los alumnos con la usada con los “prisioneros de la Alemania nazi”.

Según Lichtfield, tras la celebración del baile le llegaron quejas de algunos electores “molestos por algunas cosas que sucedieron”, en especial relacionadas con “la confidencialidad que rodea a los que recibieron y no recibieron la vacuna contra el COVID-19, y el etiquetado correspondiente. La representante republicana ha asegurado que además del sistema numérico usado para marcar a algunos alumnos, la lista con la información se quedó en una mesa, a la vista de todos, hasta el día siguiente.

En un comunicado emitido por la escuela hace unos días y recogido por CNN, se explica que la fiesta tuvo lugar al aire libre y bajo una carpa el pasado 4 de junio. “Estuvimos muy contentos de celebrar un baile de graduación al aire libre que los estudiantes realmente querían y disfrutaron mucho. Nuestro objetivo era permitirles bailar, al tiempo que tomábamos las debidas precauciones de seguridad para los más de 300 asistentes”, ha declarado el centro.

Añaden que no de han dado casos de contagios tras la celebración y que “los comentarios de nuestros estudiantes y padres han sido extremadamente positivos con respecto a la experiencia del baile”. El sistema de rastreo implicaba que, al finalizar un baile, se le pedía a quienes llevaban un número en su mano que la levantasen para apuntar quienes estaban a su alrededor.

David Ryan, superintendente de la Unidad Administrativa Escolar 16 de la que depende el Exeter High School, ha declarado que son conscientes de las preocupaciones despertadas y que se las toman en serio. “Como resultado, vamos a realizar una auditoría interna de los procesos que la escuela desarrolló y utilizó en el baile de graduación”, ha anunciado.

Por su parte, el director Mike Monahan, ha confiado en que “la comunidad comprenda que, aunque ningún modelo es perfecto, este modelo permitió a los estudiantes disfrutar de una experiencia casi normal y muy deseada para culminar su último año. Ese es el recuerdo que queremos dejarles”.

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