Inquietante experimento con un arma en una habitación llena de niños
Una televisora en Iowa realizó un experimento social en el que participaron niños pequeños cuyos resultados, que muchos encontrarán inquietantes, mueven a reflexionar sobre cómo abordar y manejar el áspero tema de la proliferación de armas de fuego (y de la violencia que acarrean) en Estados Unidos. Y de cómo prevenir los incidentes potencialmente letales que pueden darse en los hogares cuando un arma queda al alcance de los menores.
Se trató, como lo denominó la televisora KWWL, de la ‘Prueba de la pistola’ y en ella participaron ocho niños de preescolar y kindergarden (y siete madres que los vieron desde otra habitación a través de cámaras de video) que fueron reunidos en una sala de esa estación de TV. A su alrededor, multitud de juguetes, muñecos de peluche y una pistola.
Un niño apunta con una pistola (una réplica realista pero no funcional) contra una niña en un experimento sobre niños en contacto con armas. (KWWWL-TV)
Algunas madres dijeron antes de comenzar el experimento que no pensaban que sus hijos e hijas fueran a tomar esa pistola y menos aún a tratar de usarla. Otros, más confiados, dijeron que sus hijos han crecido en hogares donde hay armas, saben lo que eso significa y son prudentes. Otros simplemente se dijeron nerviosos, que no sabían si sus pequeños tomarían o tratarían de usar esa pistola. En realidad, se trató de una réplica, no de un arma verdadera, pero sí muy realista en su apariencia y amenaza.
La idea del experimento era ver cuáles son las conductas y los riesgos que enfrentan niños que viven en casas donde se guardan armas. La idea no era criticar o defender la Segunda Enmienda (que habla del derecho a poseer y portar armas en Estados Unidos) sino ver qué puede pasar cuando los pequeños son expuestos en su propia casa, cuando un arma es dejada a su alcance (que aunque es de suma negligencia, es una situación alarmantemente frecuente en el país).
El experimento fue revelador, y perturbador.
Bastaron pocos segundos para que los niños hallaran la pistola, uno de ellos la tomó rápidamente y la portó con cierta ostentación, aunque luego la devolvió a donde la había hallado. De inmediato otro niño la agarró y en varios momentos incluso apuntó a la cabeza de una de las niñas presentes, que reaccionó apartándose bruscamente. Como narra la KWWL, el arma pasó de mano en mano entre los niños, que se apuntaron con ella y la agitaron con frecuencia. Afortunadamente se trataba de una réplica, pero en el aire queda una terrible situación: si el arma hubiese sido real la posibilidad de que la hubieran disparado habría sido enorme.
También se dio en el asunto la discusión sobre si los niños sabían o no que el arma no era real, y si actuaron como lo hicieron porque sabían que era un juguete.
La pistola pasó de mano en mano y muchos niños la agitaron y apuntaron con ella. Algunos luego dijeron que sabían que no era real. (KWWL-TV)
Un policía presente en la sesión explicó que el comportamiento de los niños es típico, movido por la curiosidad. Y corresponde a los padres hablar con sus hijos para explicarles los peligros de las armas y las graves consecuencias que pueden tener si, por alguna razón, llegan a hacerse de una en su casa o en otro sitio y las disparan por accidente, por inconsciencia o, en ciertos casos, de modo activo o premeditado, por razones absurdas. Y la diferenciación entre arma real y de juguete no estaba del todo asentada entre los pequeños.
Los peligros y las tragedias al respecto son muy reales. Por ejemplo, en octubre pasado un niño de 11 años mató con un arma de fuego a una niña de 8 años en Tennessee. Se trató de un caso ‘activo’, terrible y trágico, pero otros horrores suceden con enorme frecuencia en hogares en los que niños mueren por armas de fuego disparadas por accidente o de modo no intencional.
De acuerdo a la revista Slate, se calcula que al menos 100 niños mueren y más de 3,000 son heridos al año por armas de fuego disparadas por otros niños (y a veces por ellos mismos). Más de dos tercios de esos casos podrían haber sido evitados si las pistolas, rifles, escopetas hubiesen estado apropiadamente guardadas en sus casas. Y no se sabe con claridad la extensión de incidentes menores.
El experimento de la pistola de la televisora KWWL mostró de modo punzante la elevada posibilidad de que niños se causen estragos a sí mismos u a otros al entrar en contacto con un arma de fuego. Un riesgo que no cabe correr y que debe abatirse.