La influencer Chiara Ferragni irá a juicio por estafa agravada en el caso Pandoro
Chiara Ferragni ha sido imputada por estafa agravada en el asunto de los pandoros (dulces tradicionales navideños) y los huevos de Pascua de Balocco 'Navidad Rosa'. La citación directa para el 23 de septiembre fue notificada el miércoles por la mañana por la Fiscalía de Milán a los abogados de la influencer, Giuseppe Iannaccone y Marcello Bana. La defensa ha respondido que Ferragni "no ha cometido ningún delito".
Junto a Ferragni, también han sido citados su exmánager Fabio Damato, Alessandra Balocco, consejera delegada de la empresa, y Francesco Cannillo, representante de Dolci Preziosi, acusados de estafa agravada.
Según 'Corriere della Sera', los abogados de Chiara Ferragni siguen "firmemente convencidos de que este asunto no tiene relevancia penal y de que todos los puntos conflictivos ya han sido abordados y resueltos ante la Autoridad de la Competencia y del Mercado".
"La discusión con los fiscales no tuvo el resultado deseado y el Ministerio Público prefirió diferir cualquier decisión al juez de primera instancia a pesar de la evidente ausencia de conductas constitutivas de delito y la falta de las condiciones para proceder. La inocencia de Ferragni se comprobará sin duda en el juicio, que afrontaremos con serenidad" concluyeron.
Chiara Ferragni: "Pensé que no era necesario"
Mientras, también llegó el comentario de la influencer. "Creía sinceramente que no era necesario celebrar un juicio para demostrar que nunca he engañado a nadie", declaró Ferragni.
"Lamentablemente, tendré que convivir con esta acusación por ahora, que considero profundamente injusta, pero estoy dispuesta a luchar con mayor determinación si cabe para demostrar mi absoluta inocencia".
Ferragni y la empresa de confitería habían sido responsabilizados por la Autoridad Antimonopolio de la campaña engañosa por vender los pandoros 'Navidad Rosa' al doble y medio de su coste y por ello fueron multados con más de un millón de euros.
Según la Autoridad de Defensa de la Competencia, la campaña les hizo creer a los consumidores que, al comprar un pandoro, ayudarían a donar fondos al hospital infantil Regina Margherita de Turín. En realidad, Balocco había pagado previamente 50.000 euros al hospital, seis meses antes de que saliera a la venta.