Independientes pujan por protagonizar el proceso constituyente en Chile

Santiago de Chile, 15 ene (EFE).- Conscientes del reto histórico y del desgaste mayúsculo de los políticos, más de 2.200 ciudadanos sin afiliación a ningún partido -y la mayoría totalmente anónimos- pujarán para ganar las elecciones constituyentes del próximo abril y liderar la redacción de una nueva Constitución en Chile.

Abogados, intelectuales, pensionistas, ecologistas, artistas, indígenas, feministas o líderes vecinales reunieron cerca de medio millón de firmas totales e inscribieron esta semana sus candidaturas para batirse contra los candidatos de los partidos políticos en uno de los comicios más relevantes desde el retorno a la democracia.

"Los independientes reflejan una mayor diversidad de opiniones, tienen mayor arraigo territorial y mayor legitimidad porque representan a esa ciudadanía que fue invisibilizada por décadas y que provocó este proceso constituyente", dijo a Efe Alihuen Antileo, vocero de la Plataforma Política Mapuche y candidato por dos regiones de sur del país.

"Hay que votar con conciencia, la nueva Constitución tiene que durar 30 o 40 años y no podemos desperdiciar esta oportunidad. No nos pueden pasar por encima los políticos de siempre", agregó por su parte a Efe María Inés Barrena, ecologista y candidata por Osorno (sur).

Con un 78,2 % de los votos, Chile decidió en un histórico plebiscito el pasado 25 de octubre reemplazar la actual Constitución, heredada de la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990) y foco de críticas por promover la privatización de servicios básicos.

Su derogación fue precisamente uno de los principales reclamos durante la ola de protestas que estalló en octubre de 2019, las más graves desde el fin del régimen militar, con una treintena de muertos y miles de heridos.

Más de un año después del estallido, ningún partido ha conseguido capitalizar el descontento social, ni siquiera los parlamentarios juveniles que salieron de las masivas protestas de 2011.

"Este proceso debe ser como lo decidieron los ciudadanos: sin exmiembros del Parlamento y con personas que sean la voz de una verdadera mayoría", apuntó por su parte el abogado y líder del grupo "Independientes de Tarapacá", Sergio Cortez.

PARIDAD DE GÉNERO Y REPRESENTACIÓN INDÍGENA

En el referéndum, los chilenos también decidieron por un 78,9 % que el organismo que redactará el nuevo texto sea una convención constitucional integrada por 155 miembros electos para ese fin y sin parlamentarios en ejercicio, lo que es una prueba "ineludible" de la desafección hacia los políticos, según la directora de la carrera de Ciencia Política de la Universidad de Chile, Claudia Heiss.

"La convención constitucional nació justamente por una movilización en contra de los políticos. Si la ciudadanía entiende después que fueron esos mismos partidos los que escribieron la nueva carta, la legitimidad se puede minar", advirtió la experta.

El Parlamento acordó además la creación de 17 escaños aparte para los pueblos indígenas -que representan el 13 % de la población total-, lo que les da esperanzas de conseguir por fin el ansiado reconocimiento constitucional.

"Somos objeto de decisiones de burócratas chilenos y queremos pasar a ser sujetos empoderados", indicó Antileo, de la etnia mapuche, la más grande.

También se decidió que haya paridad de género, algo inédito en el mundo y que colocará a Chile como el primer país en tener una Constitución escrita con la misma representación por hombres y mujeres.

"Estamos ante una irrupción global de un feminismo de masas. Este es el primer proceso constituyente que se da en el mundo desde que comienza esta irrupción y es al mismo tiempo el primero que es paritario", admitió a Efe la vocera de la Coordinadora Feminista 8M y candidata por Santiago, Karina Nohales.

La paridad, sin embargo, "no garantiza que todas las mujeres que vayan a entrar a la convención sean feministas", alertó.

Pese a que los partidos políticos han incluido a independientes en sus listas, la gran mayoría ha echado mano de rostros conocidos, exparlamentarios o exministros.

Los partidos de derecha que forman la coalición oficialista "Chile Vamos" acudirán unidos a las elecciones con una lista única, mientras que la oposición de izquierdas no logró ponerse de acuerdo y registró varias listas.

Para Heiss, la crisis de representatividad que vive Chile no se soluciona reemplazando a los políticos tradicionales por independientes pues eso "amenaza" la institucionalidad, sino "democratizando los partidos" y "conectándolos con las bases".

"La gente no quiere a los partidos porque les ven como máquinas de poder. Los partidos se han convertido básicamente en gestores de votos cuando deberían ser mediadores entre la ciudadanía y las instituciones", añadió.

(c) Agencia EFE