Indígenas de Brasil marchan por sus derechos a tierras

BRASILIA (AP) — Miles de indígenas marcharon el jueves en la capital brasileña para exigir al gobierno que reconozca oficialmente las tierras en las que han vivido desde hace siglos y protejan sus territorios de actividades criminales como la minería ilegal.

Portando pancartas con mensajes como “El futuro es indígena”, marcharon hacia la Plaza de los Tres Poderes de Brasilia donde se encuentran el Congreso, la Corte Suprema y el palacio presidencial de Planalto.

Un grupo de líderes indígenas ingresó al palacio para dialogar con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, mientras que otros gritaban en dirección al edificio: “Nuestros derechos no son negociables”. La semana pasada, el mandatario cambió de parecer en cuanto a la creación de cuatro territorios indígenas, argumentando la oposición de los gobernadores estatales.

Además de los llamados a un mayor reconocimiento de sus tierras, algunas tribus protestaron contra un proyecto ferroviario de 950 kilómetros (590 millas) para transportar soya desde el estado de Matto Grosso, en el centro del país, hacia los puertos del río Tapajós, un importante afluente del Amazonas.

Líderes de las tribus kayapo, panará y munduruku dijeron que no se les había consultado debidamente y expresaron temor de que el proyecto conduzca a una mayor deforestación.

La marcha del jueves fue el acto final del Campamento Tierra Libre, un evento anual que realizó su 20ma edición. Este año expresó una visión crítica del gobierno de Lula. A diferencia de los dos años anteriores, el mandatario no fue invitado a visitar el campamento, instalado en la plaza principal de Brasilia.

“Existe inestabilidad política, falta de respeto y desconfianza”, dijo Marivelton Baré, director de la Federación Río Negro de Organizaciones Indígenas, en declaraciones a The Associated Press durante la marcha.

“Esperábamos mucho del gobierno, pero está haciendo muy poco. Sabíamos que el Congreso sería hostil, pero no tanto como lo ha sido. Y en el Congreso, el gobierno está utilizando los temas indígenas y de medio ambiente como monedas de cambio”, añadió Baré, cuyo organismo representa a 24 tribus de la región noroeste de la Amazonía brasileña.

Lula, quien fue presidente entre 2003 y 2010, inició su tercer mandato en enero del año pasado. Desde entonces, su gobierno ha creado 10 territorios indígenas, que los líderes de las tribus consideran insuficientes. Según la ONG Instituto Socio-Ambiental, hay al menos 251 reclamos de reconocimiento de tierras pendientes ante el gobierno federal.

Los territorios indígenas comprenden alrededor del 13% del territorio brasileño. La mayoría se encuentran en la selva amazónica.

Incluso con los lentos avances, las demarcaciones bajo el gobierno de Lula contrastan con lo hecho por su predecesor Jair Bolsonaro, quien mantuvo su promesa de no crear un solo centímetro adicional de territorio indígena. Sin embargo, las exigencias de los indígenas enfrentan una creciente presión del poderoso sector agroindustrial, el cual cuenta con el apoyo de cientos de legisladores y varios gobernadores en distintos puntos del país.

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