La increíble jugada final con la que Boca perdió dos puntos clave ante Fortaleza y se complicó en la Copa Sudamericana

Tras la pifia de Moisés, Andrade define ante el arco vacío; es el 1 a 1 agónico de Fortaleza ante Boca en la Bombonera
Tras la pifia de Moisés, Andrade define ante el arco vacío; es el 1 a 1 agónico de Fortaleza ante Boca en la Bombonera

Estaba todo resuelto. O eso parecía. Se jugaban los últimos instantes de un partido apretado, pero claramente favorable para Boca. En el desarrollo y también en las situaciones de gol. De acuerdo con ese ping pong, el Xeneize estaba 9 a 1 arriba, con acciones concretas (un frentazo de Lema, un zapatazo de Merentiel, un cabezazo de Cavani que se fue alto, otra acción de Zenón).

El 1 a 0 parecía cosa juzgada. Luego del golpazo recibido en Brasil ante este mismo rival, que lo dejó a cinco puntos de la cima del Grupo D, el Xeneize había tenido una doble buena noticia hace una semana. Primero, Fortaleza había caído por un contundente 4 a 1 ante Nacional Potosí en la altura. Poco tiempo después, gracias un gol agónico de Edinson Cavani (colgó un tiro libre del ángulo), el Xeneize pudo derrotar a Sportivo Trinidense en Paraguay para quedar a dos unidades del equipo brasileño. Esto significaba que con un triunfo en la Bombonera se convertía en el único puntero y tenía grandes posibilidades de avanzar directamente a los octavos de final de la Copa Sudamericana.

A 40 segundos del final del tiempo reglamentario, Boca, que está ganando 1 a 0, decide, por intermedio de Zenón, lanzar un corner al corazón del área, donde esperan seis futbolistas xeneizes; cerca de la medialuna del área, un séptimo jugador local también está en posición de ataque
A 40 segundos del final del tiempo reglamentario, Boca, que está ganando 1 a 0, decide, por intermedio de Zenón, lanzar un corner al corazón del área, donde esperan seis futbolistas xeneizes; cerca de la medialuna del área, un séptimo jugador local también está en posición de ataque

Entonces, a los 44 del segundo tiempo llegó el corner desde la izquierda. Y se suceden una serie de acontecimientos desafortunados para Boca. Porque llamativamente son seis los futbolistas de Boca que toman la decisión de ir a buscar el 2 a 0 de cabeza. Entre ellos, los dos centrales (Lema y Di Lollo, que había ingresado por Figal). Y otro se queda parado en la medialuna del área, atento al despeje.

Andrade recibe el despeje del área y saca un gran pase tres dedos a Marinho. Cerca se los ve a Saralegui y a Advíncula. Es la acción que inicia la contra de Fortaleza; el venezolano correrá a toda velocidad casi 90 metros y marcará el agónico 1 a 1 para el visitante
Andrade recibe el despeje del área y saca un gran pase tres dedos a Marinho. Cerca se los ve a Saralegui y a Advíncula. Es la acción que inicia la contra de Fortaleza; el venezolano correrá a toda velocidad casi 90 metros y marcará el agónico 1 a 1 para el visitante

Y en vez de jugarlo corto, Zenón lanza el centro. Y la pelota cae en el punto penal, donde tres jugadores de Fortaleza le ganan en número y en potencia de salto a Lema. El balón sale del área y allí la recupera Andrade, que saca rápido la contra, con un despeje largo con la cara externa de su botín derecho. La pelota la recibe Marinho sobre el costado derecho, unos metros más adelantado de la línea central (cerca de los banco de suplentes). Y aquí queda en evidencia lo que marcó Diego Martínez en la conferencia de prensa: “No estábamos mal en la última jugada”. Porque el atacante brasileño era controlado en el mano a mano por Blanco, y por el medio se quedaron cerrando Equi Fernández y Milton Delgado (relevando a Lema y Di Lollo, que habían dejado sus posiciones defensivas para ir a cabecear el corner).

Blanco va a cruzar a Marinho, mientras  Equi Fernández y Milton Delgado, que se habían quedado relevando a Lema y a Di Lollo, cierran por el medio. Hay una clara superioridad numérica de Boca
Blanco va a cruzar a Marinho, mientras Equi Fernández y Milton Delgado, que se habían quedado relevando a Lema y a Di Lollo, cierran por el medio. Hay una clara superioridad numérica de Boca

Pero aquí queda a la vista otro error de concepto llamativo y frecuente en estos tiempos, no solo en Boca: tanto Equi como Delgado se quedan más atentos a lo que haga Marinho con el balón que a lo que hagan otros futbolistas de Fortaleza. Y, al mismo tiempo, el regreso de los jugadores xeneizes no es tan rápido como debería ser.

Marinho recibe y encara a Blanco; por el medio cierran Ezequiel Fernández y Milton Delgado. Moisés y Andrade comienzan a sacarle ventaja en la carrera a Saralegui. Advíncula ya quedó demasiado atrás en el retroceso
Marinho recibe y encara a Blanco; por el medio cierran Ezequiel Fernández y Milton Delgado. Moisés y Andrade comienzan a sacarle ventaja en la carrera a Saralegui. Advíncula ya quedó demasiado atrás en el retroceso

Ese error compartido por varios protagonistas del conjunto local le permite a Moisés y al propio Andrade, iniciador de la jugada y autor de una corrida de 90 metros a toda velocidad en la última acción del encuentro, entrar absolutamente solos por detrás de los últimos dos hombres xeneizes.

Marinho  aguantó la pelota y se apronta para meter un centro preciso al corazón del área de Boca. Incluso, podía haber abierto la acción para el desborde de su compañero por derecha. Saralegui es el único que sigue corriendo a Andrade
Marinho aguantó la pelota y se apronta para meter un centro preciso al corazón del área de Boca. Incluso, podía haber abierto la acción para el desborde de su compañero por derecha. Saralegui es el único que sigue corriendo a Andrade

El pase, perfecto, de Marinho deja a Moisés cara a cara con Romero, que tampoco leyó bien la jugada y tuvo una reacción tardía a la hora de salir a cortar la acción. La pifia de Moisés, involuntaria, descoloca a Chiquito. Andrade, solo ante el arco vacío, le pega con alma y vida, al punto de que la pelota da en el travesaño antes de inflar la red y desinflar el entusiasmo de los hinchas de Boca, que ya saboreaban la victoria, el primer puesto del Grupo D y el alivio de quedar a un pasito de la clasificación directa a los octavos de final.

El centro perfecto de Marinho deja a Moisés y a Andrade solos frente a Romero
El centro perfecto de Marinho deja a Moisés y a Andrade solos frente a Romero

“Tenía que dar algo más yo. Soy el culpable de no haber ganado en casa”, se autoflageló Martínez en una conferencia de prensa donde se lo notó visiblemente afectado anímicamente por el 1 a 1. Sin anestesia, el DT xeneize contó su sensación frente a los periodistas: “Siento un mazazo fuertísimo. Para mí es como una derrota. Ahora no depende de nosotros. Habrá que ganarle a Nacional Potosí en casa y ver dónde quedamos. Si no terminamos primeros, habrá que buscar en dos partidos más la fase que se nos negó hoy”.

La autocrítica siempre resulta saludable. Sin embargo, pareció exagerado que el DT asumiera la responsabilidad total de una acción final donde poca injerencia tuvo en la decisión de los jugadores. A un costado del entrenador, Sergio Romero se hizo cargo de la responsabilidad del plantel y, de alguna forma, se solidarizó con Martínez. “Nos quedamos con un sabor amargo. Diego no es el único responsable porque tenemos gente de experiencia y debemos aprender a leer los partidos”, reconoció el arquero. “Debimos frenar a los defensores, para que no fueran, y al que pateó el córner, para que no lo pateara”, aludió Chiquito a Lema, Di Lollo y el ejecutor, Kevin Zenón, que efectuó un centro para los seis compañeros que esperaban en el área de Fortaleza.

Lo único cierto es que Boca perdió dos puntos clave, que le alteraron el mapa de entusiasmo en lo referido a lo numérico (en un instante pasó de ser el líder de la zona a quedar muy complicado para avanzar en esa condición a la próxima instancia de la Sudamericana), y también en lo alineado con lo anímico. Una vez más, Boca debe masticar bronca y reconstruirse para lo que viene.