Incluir con empatía es el camino hacia la comunicación humana


En los últimos años el término inclusión ha tomado mucha relevancia, y eso es algo que personalmente celebro. Ello porque no solo se trata de seleccionar integrantes de alguna minoría y agregarlos a los discursos, sino de adentrarse realmente en su contexto. En México, las comunidades indígenas representan una riqueza cultural, histórica y social única que ha perdurado a lo largo de los siglos; sin embargo, lamentablemente han enfrentado oposiciones complejas, como la discriminación y la marginación.

El nuestro es un país multicultural, y los grupos indígenas son una parte significativa de la población. Al dirigirse a ellos de manera respetuosa y auténtica, las empresas tienen la oportunidad de acceder a mercados previamente subestimados. Los consumidores valoran las marcas que muestran un interés genuino en su cultura y necesidades, lo que realmente puede ir más allá de un aumento en las ventas y traducirse en lo verdaderamente importante, la lealtad de los clientes.

Las empresas y organizaciones deben ser conscientes de los desafíos que existen al abordar la inclusión de los pueblos indígenas como la apropiación cultural y el estereotipo. La colaboración y el diálogo son esenciales para asegurar que la mercadotecnia y la comunicación sean apropiadas y respetuosas. Desde la primera lluvia de ideas hasta la culminación de la campaña, siempre debe asumirse con mucha responsabilidad y respeto.

La empatía es el pilar principal de la confianza, por lo que innegablemente debe ser la piedra angular de este tipo de proyectos. Quienes demuestran autenticidad al comprender y abordar las preocupaciones y aspiraciones de su público objetivo construyen relaciones basadas en la confianza mutua.

LA EMPATÍA ES UNA HERRAMIENTA CLAVE

Cuando los consumidores sienten que una marca realmente se preocupa por ellos y sus experiencias, están más inclinados a elegirla. Por ello, la empatía se ha convertido en una herramienta clave para las tácticas de mercadotecnia efectivas.

Más allá de simplemente vender productos o servicios, las compañías exitosas comprenden la importancia de establecer conexiones emocionales con sus audiencias. La empatía no solo es una virtud humana esencial, sino también un activo estratégico que impulsa la lealtad del cliente y construye relaciones perdurables.

Dentro de los productos comunicativos, la empatía va de la mano con la personalización. Comprender las diferencias dentro de una audiencia permite adaptar los mensajes y experiencias para satisfacer las necesidades específicas de la mayoría de los clientes. La segmentación efectiva se vuelve más que un ejercicio estadístico; se convierte en un acto de reconocimiento y respeto por la diversidad de experiencias y perspectivas.

En la actualidad, la hiperconectividad que irónicamente acerca a los que tenemos lejos y aleja a los que están cerca, y en donde las interacciones a menudo se reducen a clics y chats, la empatía emerge como el antídoto para la frialdad de la transacción comercial, ya que adoptan una perspectiva centrada en el cliente. Los que buscan comprender y abordar las emociones de sus consumidores están dando pasos significativos hacia una mercadotecnia más humana y efectiva. No solo es un gesto valioso; es la llave que abre la puerta a conexiones más profundas y significativas entre las marcas y sus audiencias.

EL VALOR DE LA INCLUSIÓN

Cuando le preguntas a un profesional de la mercadotecnia y las relaciones públicas qué es lo que hace, sin lugar a dudas te podría enlistar decenas de actividades de su día a día. Sin embargo, considero que la expresión que más sintetiza y a la vez explica nuestro trabajo es “curador de historias”.

Y es que precisamente las historias tienen el poder de conectar a nivel emocional y las organizaciones que incorporan elementos emocionales a sus narrativas y que reflejan las experiencias de sus clientes son capaces de crear un lazo más fuerte y duradero.

En resumen, la inclusión de las comunidades indígenas de México en las estrategias de mercadotecnia y comunicación no solo es un acto de responsabilidad social, sino que también puede generar beneficios económicos y culturales significativos.

Al reconocer y celebrar la diversidad cultural de México, al tiempo que se abordan los desafíos con empatía, ética y respeto, las empresas y organizaciones pueden contribuir al enriquecimiento de la sociedad mexicana en su conjunto. N

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Roberto González es director general de Gravity3. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.

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