Las incautaciones de ketamina están aumentando en Europa: ¿Cuál es la magnitud del problema?
La ketamina está causando sensación en toda Europa, décadas después de que surgiera como anestésico médico en la década de 1960 y se hiciera popular como droga recreativa en las décadas de 1980 y 1990.
En años más recientes, los investigadores han estado explorando su potencial para tratar la depresión en dosis bajas, y han surgido clínicas de terapia asistida con ketamina en toda Europa, incluso en la República Checa, Polonia, España, el Reino Unido y Suiza.
Pero la droga pasó a ser ampliamente conocida después de que el actor estadounidense Matthew Perry muriera por los "efectos agudos de la ketamina" en 2023. Perry adquirió la droga ilegalmente en Estados Unidos después de obtenerla primero a través de una receta legítima para tratar la depresión y la ansiedad, lo que subraya las líneas a veces borrosas entre el uso médico y la dependencia.
Entonces, ¿qué es exactamente la ketamina, quién la usa y cuál es su estatus legal?
¿Qué tipo de droga es la ketamina?
La ketamina es un psicodélico, pero no es lo mismo que los psicodélicos clásicos como la psilocibina ("hongos mágicos") o el LSD, que pueden afectar la percepción, el estado de ánimo, el pensamiento y las experiencias sensoriales de las personas.
En cambio, la ketamina se considera un "psicodélico atípico". Si bien tiene un efecto disociativo y también puede alterar el estado de conciencia de las personas, sus experiencias reales pueden ser diferentes a las de las drogas clásicas y varían de una persona a otra.
¿Dónde está permitida la ketamina?
En 2019, el organismo regulador de medicamentos de la Unión Europea aprobó la esketamina, que utiliza la ketamina como compuesto original, como medicamento para la depresión resistente al tratamiento. También se sigue utilizando como analgésico y sedante en algunos hospitales y en la medicina veterinaria.
Pero debido a los peligros de su uso recreativo, la ketamina también se considera una sustancia controlada en varios países, como Lituania y Francia.
¿Dónde es común la ketamina en Europa?
Los científicos de salud pública utilizan datos de muestras de aguas residuales para estimar el nivel de consumo de drogas en una comunidad. En 2022, encontraron niveles generalmente bajos de residuos de ketamina en 15 ciudades europeas, con los niveles más altos en Dinamarca, España, Italia y Portugal.
Aun así, el número de incautaciones ilegales de ketamina en toda la UE casi se ha quintuplicado en los últimos años, de 701 en 2015 a 3.462 en 2022. Eso representa el 9% de todas las nuevas sustancias psicoactivas incautadas ese año. Dinamarca y los Países Bajos representaron dos tercios de la ketamina incautada por las autoridades en 2022, según la agencia de drogas de la UE.
¿De dónde proviene la ketamina?
Se cree que la ketamina en Europa proviene principalmente de la India, aunque las autoridades dicen que también puede tener su origen en China o Pakistán. Las autoridades solo han descubierto unos pocos laboratorios ilegales de ketamina en Europa, en los Países Bajos y Bélgica.
¿Cómo de adictiva es la ketamina?
El hábito de consumir ketamina puede generar dependencia psicológica, así como una tolerancia que lleve a las personas a tomar dosis mayores (y más peligrosas) para lograr el mismo efecto.
Un estudio del Reino Unido publicado en 2012 reveló que el 17% de los consumidores de ketamina eran dependientes de ella. Sin embargo, muy pocos europeos reciben tratamiento por abuso de ketamina. En la UE, 600 personas recibieron ayuda por problemas con la ketamina en 2022, frente a las 240 de 2018.
Esto podría deberse a que, si bien algunas personas toman ketamina sola, otras la mezclan con cocaína o éxtasis, por lo que las personas con problemas de ketamina pueden buscar tratamiento para otras adicciones a las drogas.
¿Cuáles son los efectos secundarios del consumo de ketamina?
El consumo habitual de ketamina puede dañar la vejiga, el corazón y el cerebro, además de provocar problemas de salud mental y dificultad para respirar. El mismo estudio del Reino Unido descubrió que el 26,6% de los consumidores recientes de ketamina informaron haber sufrido síntomas en el tracto urinario.