¿Cómo se implementará la ley educativa anticomunista en Florida? | Opinión

Ahora que recién comienzan las clases en Miami y muchos otros condados del estado, nos preguntamos cómo se va a implementar la ley “Civic Education Curriculum” que fue aprobada en la sesión legislativa de la Florida el pasado año.

La ley que nació después de una columna escrita por este servidor en El Nuevo Herald (véase “Escuelas Anticomunistas para las Generaciones de Relevo”) y que fuera impulsada en la legislatura estatal de Florida principalmente por los senadores Ana María Rodríguez y Manny Díaz Jr., así como el representante Ardian Zika, se esperaba que se implementara en las secundarias de Florida, comenzando en este período escolar.

Sin embargo, hasta la fecha, no hemos podido verificar cómo se vá a cumplir este mandato legislativo por parte de las diferentes Juntas Escolares en cada condado.

Hace varias semanas estuvimos presente en un foro con los candidatos a la Junta Escolar del Condado Miami-Dade. En dicho evento, que contó con la moderación de la periodista Lucy Pereda, se le hicieron preguntas precisas a cada candidato de la Junta Escolar. De los candidatos a la Junta Escolar, solo una persona aspiraba a la reelección, Martha Pérez.

A la pregunta de la moderadora sobre la Ley “Civic Education Curriculum”, Martha Pérez respondió que en “Las Escuelas Siempre se ha enseñado cívica”.

Acto seguido, hice uso de la palabra a nombre de “Teaching Anticommunism in America”. En la alocución formulé dos preguntas básicas a los candidatos. La primera fue si ellos conocían que la Ley “Civic Education Curriculum” estaba fuertemente relacionada con la educación anticomunista en Florida. La segunda fue si ya se conocía como se iba a educar a los estudiantes en referencia a esta ley, es decir, a través de textos, videos, enseñanza regular, o una combinación de las tres.

La respuesta a la primera pregunta mostró un respaldo general de la Junta y del numeroso público que asistió al evento. Todos dijeron, “mientras estemos en la Junta, jamás permitiremos que el comunismo invada nuestras clases”. Los aplausos fueron multitudinarios.

Lamentablemente, no hubo respuesta a la segunda pregunta. La única candidata con experiencia previa en la Junta, Martha Pérez, inmediatamente después de esa pregunta, abandonó el panel. Al parecer iba a ser entrevistada por un canal de televisión, según pudimos conocer.

Sucede que la Ley Educativa Anticomunista tiene sus detractores. Algunos opinan que enseñando esa materia se lleva la política a las aulas de clase. ¿Acaso no se han percatado de la enseñanza subliminal de que son objeto muchos estudiantes por parte de maestros afines a la ideología comunista? Por lo demás, la política se encuentra en todas partes y a diario en toda la sociedad, incluido los niños, son bombardeados por publicidad proselitista.

También otros son de la opinión que tal vez muchos padres son simpatizantes del comunismo y por lo tanto una educación anticomunista a sus hijos pudiera ser considerada como discriminatoria ya que no existe una enseñanza “formal” del comunismo, o sea, si se enseña anticomunismo, entonces también se deberían impartir clases sobre todas las tendencias políticas.

Pero las protestas de los comunistas en este sentido carecerían de base moral, ya que existen otros casos que contradicen esa supuesta discriminación.

Por ejemplo, existen padres muy decentes en sus hogares que no ven con buenos ojos que en los colegios se pretenda enseñar educación sexual a temprana edad. En esta educación, entre otras cosas, se impartiría el uso de condones y los sanitarios separados para transgéneros.

Otro ejemplo es que existen padres muy católicos y evidentemente verían con disgusto que en los colegios no solo no se imparta educación cristiana sino que en ocasiones se prohíba rezar. Lo mismo sería también válido para otras religiones.

Vistos apenas estos dos ejemplos, cabe preguntarse si la oposición de esos padres a la educación anticomunista es justificada.

Sobre este particular, es interesante recordar la enseñanza del filósofo comunista italiano Antonio Gramsci, el cuál afirmaba que controlando la cultura y la educación, todo lo demás vendría por añadidura. A la sazón, Gramsci fue el discípulo más aventajado de Carlos Marx y el principal difusor de sus tétricas enseñanzas.

Ya esta nefasta y criminal ideología se ha expandido por toda América Latina y pretende amenazar a la gran nación americana con una serie de falsedades dirigidas a las mentes más nuevas o frágiles, en especial a los niños y la juventud.

Por eso no podemos dejar de insistir en la ley de educativa anticomunista, para que de una vez se imparta en los centros educativos de Florida.

Si acaso las juntas escolares de los condados se niegan, imaginamos que existen recursos legales para hacer valer la ley.

Benjamín F. DeYurre es un economista y periodista. Twitter: @DeYURRE.