Hurgar en el silencio, entrevista a José Abreu Felippe

José Abreu Felippe (La Habana, 1947) es un creador, dramaturgo, poeta, narrador y articulista con una amplia obra escrita, publicada, representada y comentada, que ha sido premiado en varias ocasiones. Su novela Siempre la lluvia resultó finalista en el concurso Letras de oro, y su libro El tiempo afuera fue Premio Poesía Gastón Baquero (2000) Mucho se sabe de su vida intelectual, pero poco del hombre parco que siente y también padece…

“Nacer en Cuba pienso que no es una fatalidad. Baste echarle una ojeada a nuestra historia para comprobar que mucha gente buena nació allí. También gente mala, como en cualquier otro sitio. No te rías, pero quería ser pintor, me gustaba mucho la pintura y el dibujo en particular, todavía me gusta. En los últimos años he hecho muchas tintas, negro sobre blanco.

De niño fui un bandolero, crecí en el Reparto Poey, un barrio marginal que entonces pertenecía a Arroyo Apolo y hoy a Arroyo Naranjo; siempre andaba descalzo y sin camisa, fui un mataperros auténtico que me la pasaba vagabundeando por los montes y por una loma que había cerca de mi casa. Me gustaba tirarme en una yagua por una de sus laderas. También bañarme desnudo en una poceta. Iba todos los domingos a misa y durante un tiempo fui monaguillo. La escuela era un castigo, nunca me gustó demasiado. Nunca nos preocupaba el mundo. Así crecimos.”

¿Cómo nació tu interés por la literatura, tu vocación literaria?

Una vez corriendo descalzo me hice una cortada que casi me arranca el dedo gordo del pie derecho. Mi madre no me llevó al médico, me mandó a casa de una amiga muy recta que me mantuvo sentado en una silla con el pie en alto sobre una banqueta hasta que sanó. Para mantenerme tranquilo me traía libros y revistas. Tenía muchos números de la revista argentina Billiken, creada por Constancio C. Vigil, que me fascinaba. Tendría doce años cuando escribí una obra por primera vez, fue una novela policiaca. Pensé que era una obra maestra, la guarde muchos años. No sé a dónde fue a parar. Luego siguieron cuentos, poemas…

¿Cómo lo acogieron tus padres sobre tus inclinaciones literarias?

Nunca nos interesó el mundillo literario de allá, con un par de excepciones no teníamos amigos escritores. Mi casa era de gente sencilla, los primeros libros los llevé yo, si descontamos las novelas de vaqueros de mi padre, a ellos nunca les preocuparon mis inclinaciones literarias, no le prestaban atención. Ni siquiera cuando publiqué mi primer libro. Yo creo que murieron sin leerme, lo cual no me parece que haya sido algo malo. Mi vida se desarrolló con normalidad, tratando de no llamar la atención, hasta que logré escapar del infierno.

Eres un escritor sólido que se ha granjeado la atención y el respeto de los lectores y artistas. Saliste de tu país hacia el exilio en 1983. Viviste en Madrid y luego en Miami, de donde creo que no piensas irte nunca. ¿Cómo ha influido Cuba en tu obra?

La expresión de la cultura cubana que más me ha impresionado es la pintura, sobre todo Amelia Peláez y Ángel Acosta León. El ambiente literario en La Habana de los años de mis inicios como escritor era el mismo infierno que ahora; pero soy cubano, pienso como cubano y escribo como cubano, cualquier cosa que eso signifique. Yo creo que uno es escritor cuando escribe y para seguir creyéndomelo tengo que seguir escribiendo lo que venga. Seguiré escribiendo mientras tenga cabeza para eso. Hoy en día trabajo en un libro de poemas, otro de cuentos y en una novela.

¿Cómo te hace sentir que se valore y reconozca tu obra después de tantos años?

No pienso en que se reconozca y valore mi obra. No creo que lo que he escrito haya ganado la atención de muchas personas, incluyendo a los académicos.

El sábado 13 a las 8:30 p.m. José Abreu Felippe estará en la sede de Artefactus Cultural Art Project, en el 12302 SW 133rd Ct., Miami, FL., 33186. Invitado por la Fundación Cuatrogatos y Artefactus leerá su poesía en la actividad “La edad del tiempo”, lecturas poéticas que dieron inicio en el 2023 con los poetas Teresa María Rojas y Orlando Rossardi; que se realizan para promover a creadores de reconocida trayectoria de Miami y favorecer que el público les escuche leyendo y hablando sobre su producción.

También, el viernes 19 a las 8 p.m. en el Miami Hispanic Cultural Arts Center, “La Casona”, estará recibiendo el Premio Carlos Victoria de Narrativa, que emite la editorial El Ateje.