Tras el huracán Ian, ¿qué empleos se perdieron en Florida? ¿Cuáles volverán primero?
La destrucción que el huracán Ian causó en el suroeste de la Florida en términos de vidas, propiedades y empleos perdidos resonará durante años.
El Miami Herald se puso en contacto con Edward “Ned” Murray, director asociado del Centro Metropolitano Jorge M. Pérez de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), y con John Quelch, decano de la Escuela de Negocios Herbert de la Universidad de Miami, para hablar de lo que las comunidades del suroeste de la Florida pueden esperar en la composición del mercado laboral después de Ian.
Ambos coincidieron en que las industrias que han sostenido esta parte del estado durante generaciones –el turismo y la hostelería– sufrirán grandes pérdidas de empleo en el futuro inmediato. Las comunidades afectadas por la tormenta, como Sanibel, Captiva, Fort Myers Beach y Pine Island, son algunos de los lugares más atractivos del estado que atraen a turistas y lugareños por igual. También son el hogar de miles de habitantes y empleados de empresas locales.
Los apreciados restaurantes de Captiva, como The Mucky Duck y The Bubble Room, así como los lugares de vacaciones como South Seas Island Resort en Captiva y Casa Ybel Resort de Sanibel, junto con las cadenas hoteleras, se han visto muy afectados y pueden tardar meses en reconstruirse. Después de que el huracán Charley asolara el suroeste de la Florida en agosto de 2004, South Seas Island Resort tardó 18 meses –y una renovación multimillonaria– en reabrir tras sufrir graves daños por la tormenta.
Preocupación por los médicos, dentistas y profesionales
Un grupo que puede pasar inadvertido, y que no debe ser subestimado, dijo Quelch, es el de los proveedores de servicios profesionales –los médicos, dentistas, contadores y abogados, entre otros– cuyas prácticas pueden sufrir financieramente.
“Imagínese que usted es un dentista que opera en la isla de Sanibel con su propia consulta o cualquier número de proveedores de servicios de esa naturaleza. Obviamente, estas personas se encuentran en una situación muy difícil, tanto desde el punto de vista del estrés como desde el punto de vista financiero, por lo que no debemos pasarlas por alto”, dijo Quelch.
“Un número importante de personas habrán perdido sus medios de sostenimiento y están desplazadas y sin hogar y dispersas en otras comunidades o viviendo con familiares en Orlando o lo que sea. Sencillamente, no están cerca y probablemente lo último que les interesa, o en lo que piensan en este momento, es en hacerse su revisión dental anual, por poner un ejemplo”, dijo Quelch.
Algunos pudieran instalar oficinas temporales
La destrucción de Ian también ofrecerá oportunidades en otros sectores laborales en el futuro inmediato, dijeron Murray y Quelch, como la construcción y ciertas industrias que podrían establecer oficinas satélite temporales que pudieran convertirse en permanentes.
“Hay muchas industrias de servicios que, si se ofrecen incentivos, pudieran trasladarse a esa zona. Por ejemplo, los seguros”, sugirió Quelch. “Al sector de los seguros pudiera resultarle muy útil desplegar más personal y establecer oficinas regionales o subregionales en esa zona. Ese es solo un ejemplo, especialmente con el trabajo a distancia tan implicado hoy en día, hay una oportunidad para los incentivos económicos que juegan un papel en la aceleración de la restauración de la economía local”.
Algunas otras industrias, como los establecimientos de comida rápida, han desplegado temporalmente a su personal a las zonas dañadas por la tormenta a establecimientos que puedan operar con seguridad hasta que los habitantes desplazados y los empleados habituales puedan regresar o hasta que puedan comenzar las nuevas contrataciones permanentes.
Los desafíos particulares del suroeste de la Florida se deben a la naturaleza del huracán Ian, una poderosa tormenta casi de categoría 5 que tuvo una marea de tormenta de más de 10 pies.
“Ian no tiene precedentes debido a los niveles de marejada e inundación”, dijo Murray.
En comparación, los huracanes Andrew, que tocó tierra en el sur de Miami-Dade en agosto de 1992, y Charley, cuya trayectoria atravesó el suroeste de la Florida en 2004, se caracterizaron más por sus potentes vientos.
¿Qué empleos enfrentan las mayores pérdidas?
Tanto el comercio minorista como el entretenimiento y la hotelería sufrirán las mayores pérdidas de empleo, predice Murray.
Dada la magnitud de los daños sufridos por algunas de las atracciones frente a la playa, los complejos turísticos, los restaurantes y los lugares populares como la Reserva Nacional de Vida Silvestre Ding Darling en Sanibel, los lugares turísticos van a estar fuera de servicio durante un tiempo. En algunos casos, dependiendo de cómo se reconstruya –y eso depende en gran medida del dinero del seguro–, pudieran pasar uno o dos años antes de que se reconstruyan los lugares.
“Los mayores impactos se producirán en el entretenimiento y la hotelería (40,500 empleos) y el comercio minorista (43,000 empleos) en el Condado Lee. Estas son las cifras de empleo existentes de las Estadísticas del Empleo Actual del Departamento de Oportunidades Económicas de la Florida para agosto de 2022. Lo mismo para el Condado Collier (27,900 empleos de entretenimiento y hotelería, y 21,400 empleos en el comercio minorista). La mayoría de los puestos de trabajo de entretenimiento y hotelería en ambos condados están más cerca de la costa, donde se produjeron la mayoría de los daños y el impacto económico”, dijo Murray.
Los hoteles y complejos turísticos que puedan asegurar las reparaciones gracias a la afluencia de contratistas y equipos de reparación pudieran beneficiarse temporalmente de una clientela diferente.
“Los empleados de los servicios de emergencia y los de la FEMA suelen ser la salvación de los hoteles que pueden ser autorizados a abrir”, dijo Quelch. “Así que a los hoteles que puedan abrir no les faltarán clientes, pero no serán turistas. Serán trabajadores de emergencias”.
¿Qué empleos deberían crecer?
Ambos condados tienen sólidas cifras de empleo en la construcción (Lee 36,300 empleos/Collier 20,400 empleos) que pudieran ayudar a la recuperación.
“Es importante señalar que tanto el Condado Lee como Collier han experimentado un importante crecimiento económico en los últimos 10 años”, dijo Murray. “Sus economías están mucho más diversificadas hoy en día con el crecimiento de la alta tecnología, los servicios financieros, el transporte y la atención médica. Por lo tanto, veo que sus economías en general deberían recuperarse rápidamente”.
Ambos condados tienen un empleo creciente en la construcción, añadió Murray, señalando que Lee tuvo un crecimiento interanual del 4.5% y Collier del 11.5%. “Una vez que la recuperación comience, ambos condados deberían estar bien preparados para proporcionar los trabajadores de la construcción necesarios”, dijo.
El miércoles, el gobernador Ron DeSantis y el Departamento de Transporte de la Florida anunciaron que las reparaciones de emergencia de la carretera y del puente levadizo que conecta Matlacha con Pine Island se habían completado días antes de lo previsto. Los trabajos en el puente comenzaron el lunes después de que Ian destruyera partes de la carretera que conduce al puente el 28 de septiembre, aislando a Pine Island, que es hogar de 9,000 habitantes.
“Hay muchas oportunidades para que los comerciantes se trasladen desde otras partes de la Florida a las zonas afectadas o vengan desde fuera del estado”, dijo Quelch.
Las rápidas obras del puente de Pine Island son una buena noticia, ya que los suministros de ayuda pueden empezar a llegar por tierra a la comunidad.
“Las comunidades de las islas de barrera, especialmente Sanibel, que sufrió daños en el viaducto, enfrentan un proceso más largo. En Fort Myers Beach, habrá preguntas sobre la capacidad de recuperación general, que tardará algún tiempo en determinarse”, dijo Murray el martes.
La carrera de los seguros
“La recuperación y la reconstrucción deberían comenzar tan pronto como se complete la evaluación de los daños y se resuelvan las reclamaciones de los seguros. Basándonos en la experiencia pasada de la Florida con los daños causados por los huracanes, la liquidación de las reclamaciones de los seguros será el mayor obstáculo”, dijo Murray, un punto que también subrayó Quelch.
“El dinero de los seguros cae en cascada mucho más lentamente de lo que la mayoría de la gente espera o prevé en un volumen simplemente masivo de reclamaciones”, dijo Quelch. “La velocidad con la que se procesan las reclamaciones de los seguros y se entregan los fondos al beneficiario es lo que determina ese ritmo de reconstrucción”.
Reconstrucción y resiliencia
La reconstrucción también depende de tres cosas, dijo Quelch.
“Una es la disponibilidad de contratistas y mano de obra. En segundo lugar, la disponibilidad de las materias primas necesarias para la reconstrucción. Y, en tercer lugar, un pequeño detalle, creo, es el signo de interrogación en torno a si los códigos de construcción existentes tendrán que ser mejorados o no antes de que se autorice la reconstrucción”.
Hace treinta temporadas de huracanes, en agosto de 1992, el huracán Andrew dejó al descubierto huecos en el código de construcción del sur de la Florida y reveló la proliferación de trabajos de construcción de mala calidad y la laxitud en la aplicación de las normas por parte de los gobiernos que debían mantener a los habitantes a salvo. Después de Andrew, los cambios radicales para reforzar los códigos de construcción del sur de la Florida se convirtieron en ley para las nuevas construcciones.
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“Desde el punto de vista del gobierno, al considerar el restablecimiento de la economía, es importante restaurar esos espacios públicos y terrenos públicos que eran especialmente relevantes para los motores de la economía antes de la tormenta”, dijo Quelch. “Así que en la medida en que las atracciones puedan restaurarse rápidamente, eso es útil”.
Pero, señala, parte del encanto de la región del suroeste de la Florida son sus estructuras más antiguas que tienen carácter e historia: la vieja Florida.
“Estas, por supuesto, no van a ser fácilmente restauradas o poco costosas de restaurar. Así que una cuestión importante para, creo, los dirigentes de Fort Myers, será cómo hacer resurgir la economía hacia una mezcla de actividades que no dependa necesariamente del turismo, como ocurría antes.
“La mayoría de esas personas emigrarán, por supuesto, a otras ciudades, a otros pueblos, donde haya empleos en ese sector de la hotelería. Pero una cosa que destacaría es que, aunque las imágenes que vemos hoy son desastrosas, no hay que subestimar la velocidad con la que una ciudadanía y un liderazgo decididos pueden recuperar una comunidad”.