Hungría | Crisis en la fábrica de neumáticos Continental

La fábrica húngara de Continental, el fabricante alemán de neumáticos y piezas de automóviles, en la pequeña ciudad de Makó, ha despedido a decenas de trabajadores, algunos de los cuales trabajaban allí desde hacía décadas.

El caso ha provocado un escándalo porque la empresa impartió formación y contrató a 200 trabajadores temporales indonesios tras los despidos.

El director de la fábrica dijo que esta medida, así como el plan de despidos que siguió, era necesaria.

"Tenemos la tasa de desempleo más baja de la zona y no pudimos ampliar para satisfacer la demanda, por lo que tuvimos que recurrir a una solución de un tercer país para simplemente cubrir las necesidades derivadas del auge de la industria del automóvil. Subrayo: es temporal", le dijo a Euronews Levente Szurszabó, director de la planta en Makó.

Tiempos difíciles

La fábrica atraviesa tiempos difíciles porque suministra principalmente piezas para automóviles diésel y de gasolina y no ha recibido nuevas perspectivas de la sede principal.

La dirección también culpa a uno de los sindicatos, que organizó una huelga hace dos años. Los representantes sindicales rechazan las acusaciones.

"Si ahora decimos que esta empresa está en problemas, que su futuro está en peligro, después de la huelga, cuando despidieron a 100 personas -en nuestra opinión como represalia- entonces no deberían haber contratado a 200 indonesios unos meses más tarde, "no deberían haber firmado un contrato de dos años con ellos", expresó a Euronews Gábor Radics, presidente sindical.

El gobierno de Viktor Orbán, si bien se opone a la migración, facilitó el empleo de trabajadores extranjeros.

La alcaldesa de Makó, del partido gobernante Fidesz, expresó u indignación, mientras que la oficina del primer ministro prometió una investigación y una eventual modificación de la legislación.