Human Rights Watch denuncia que las escuelas de Ecuador siguen sin reportar abusos sexuales a niños

QUITO (AP) — La organización no gubernamental Human Rights Watch reportó que 7.303 niños ecuatorianos fueron víctimas de abusos sexuales en establecimientos escolares y denunció que sigue habiendo alta impunidad en el país porque los centros educativos no reportan oportunamente los casos para no afectar a su reputación.

De acuerdo con un informe divulgado el miércoles por HRW, Ecuador ha registrado en la última década 6.516 casos de violencia sexual contra niños perpetrados por maestros, autoridades escolares, conserjes y estudiantes y otros que dejaron 7.303 víctimas. Es decir, en algunos casos hay más de una víctima por caso.

Pero, además, la organización señaló que la violencia sexual contra niños en el país sigue enfrentado deficiencias institucionales como la falta de denuncia de los abusos por parte de los centros educativos que privilegian la reputación de la entidad. Tampoco se ejecutan los protocolos previstos para estos casos y existe una inadecuada investigación de las instancias judiciales, lo que obstaculiza que las víctimas obtengan justicia.

Las medidas adoptadas por autoridades de gobierno “no han progresado a la escala y la celeridad necesarias para garantizar la seguridad” de los menores, por lo que el problema sigue arraigado y “muchas víctimas no encuentran justicia”, afirmó el reporte.

“El gobierno estima que menos del 10 por ciento de las personas sobrevivientes presenta una denuncia ante las autoridades”, citó el informe.

En tanto, las tasas de condena por violencia sexual varían. Apenas el 4,2% de las denuncias de abuso sexual contra menores terminaron en sentencia, según cifras de la Fiscalía de enero de 2015 a junio de 2023, recogidas en un estudio de la Defensoría del Pueblo. Por su parte, el Consejo de la Judicatura indica que el 28,5% de los casos obtuvieron condena entre enero de 2018 y junio de 2023, según cita el organismo no gubernamental en su informe.

Efigenia Witt, vocera de la Coalición Contra el Abuso Sexual de Niños, Niñas y Adolescentes (COCASEN), en Quito, indicó a The Associated Press que, por cada denuncia en el caso de niñas, siete quedan ocultas, y en el caso de niños, 12 no salen a la luz.

“Cada hora, un niño es violentado en el Ecuador”, dijo Witt y agregó que “del 94% de las denuncias que ingresan a la Fiscalía, más del 60% quedan en investigación previa”.

Recalcó que el Estado ecuatoriano no tiene una política de protección para los niños y solo “hay intentos desarticulados”, es por ello que no se “supera el problema”.

Según datos del Ministerio de Educación, 6.438 casos se detectaron o cometieron en el Sistema Nacional de Educación, entre enero de 2014 y junio de 2024, en relación con el cargo del perpetrador. De estas, 3.117 corresponden a docentes y autoridades, 3.071 a estudiantes del aula o del propio establecimiento y 250 a personal de limpieza o administrativo.

En el primer semestre de 2024, fueron 250 casos de abusos sexuales a menores en entornos educativos.

Las cifras de esa cartera apuntan además que, en la última década, el 89% de los abusos se detectaron o cometieron en instituciones públicas, un 7% en privadas, y el resto entre municipales y de administración mixta. El 90% de las víctimas fueron mujeres y el 10% varones.

Si bien el ministerio de Educación señala que el 99% de los casos fueron denunciados ante la Fiscalía, HRW reportó que hay “un desajuste entre las cifras del ministerio y la Fiscalía”.

La organización insistió que “ha encontrado altos índices de impunidad en casos de violencia sexual en el ámbito educativo” y citó que entre 2020 y 2022 “un porcentaje aún menor de casos llegó a juicio”. De 647 denuncias de violencia sexual contra docentes, personal escolar y estudiantes, solo 17 habían llegado a juicio en febrero de 2023 y solo un caso terminó en condena, señaló el reporte.

Para HRW, además, el contexto de creciente violencia en Ecuador ha agravado la situación.

“Las medidas de respuesta y prevención del gobierno ecuatoriano no están a la altura de la urgencia y magnitud del problema”, afirmó Katherine Puente, coordinadora de la división de derechos del niño de HRW, citada en el informe.

Para el psicólogo educativo, Napoleón Vásquez, director del Centro de Programas Educativos y Salud, la falta de una asignatura sobre educación sexual y valores en las escuelas incide en el aumento de casos. También identificó la falta de voluntad y apoyo “para colaborar con las víctimas desde las unidades educativas”.

Los departamentos de psicología de las instituciones educativas “no pueden hacer terapias o emitir informes psicológicos, mandan a pedir afuera para saber qué le está pasando porque no tienen autorización”, mencionó el experto.

En junio de 2020, la Corte Interamericana de Derechos Humanos falló en contra de Ecuador en el caso Paola Guzmán, una joven de 16 años que fue abusada sexualmente durante un año por el vicerrector de su colegio. Se dispuso al gobierno ecuatoriano tomar las medidas para prevenir, abordar y erradicar la violencia sexual en las escuelas.

HRW reconoce que Ecuador implementó una estrategia nacional sobre sexualidad en las escuelas y otros esfuerzos “importantes”, pero la brecha en el cumplimiento de la sentencia es “significativa”.

Puente concluyó que “para erradicar efectivamente la violencia sexual en las escuelas, Ecuador debe poner fin a la impunidad y a los comportamientos cómplices que someten a miles de niñas, niños, y adolescentes a abusos y socavan su derecho a estar seguros en la escuela”.