HRW denuncia presuntos crímenes de guerra en el asedio ruso a Mariúpol en 2022

La organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) pidió este jueves a organismos internacionales y "Gobiernos comprometidos con la justicia" que inicien con urgencia una investigación por los presuntos crímenes de guerra que Rusia habría cometido durante su asedio a la ciudad ucraniana de Mariúpol.

En un informe publicado este jueves, Human Rights Watch denuncia que sus nuevos hallazgos documentan que el ataque ruso a Mariúpol, entre febrero y marzo de 2022, dejó miles de civiles muertos y heridos, "muchos de ellos en ataques aparentemente ilegales", por lo que pide depurar responsabilidades.

El documento de 224 páginas, elaborado junto con Truth Hounds y SITU Research, señala que el asedio ruso "dejó atrapados a cientos de miles de civiles durante semanas sin servicios básicos", y pide investigar y enjuiciar al presidente Putin y otros altos mandos "por su papel en presuntos crímenes de guerra cometidos por las fuerzas rusas".

Human Rights Watch sostiene además que Rusia "debería ofrecer reparaciones a las víctimas de violaciones de las leyes de guerra y a sus familias".

HRW pide investigar y procesar a Putin y otros altos mandos rusos

Mykhailo Puryshev, voluntario humanitario, fue testigo de los hechos. "El peor problema probablemente no tuvo que ver con la comida o el calor, sino con los medicamentos. La gente simplemente moría porque no había. Las personas que más sufrieron fueron los adultos mayores y los niños", dijo a Human Rights Watch. "Mariúpol es un gran, gran, gran cementerio", añadió.

Denys Shevtsov, antiguo residente en la ciudad, indicó que se quedaron sin gas, agua y electricidad en pleno invierno. "Estábamos absolutamente aislados de la civilización. Tampoco teníamos internet ni actualizaciones. Nada".

El informe también documenta en detalle 14 acciones militares rusas que dañaron o destruyeron 18 edificios, matando e hiriendo a civiles. Los ataques afectaron a dos hospitales, el teatro de la ciudad que albergaba a civiles, una instalación de almacenamiento de alimentos, un centro de distribución de ayuda, un supermercado y edificios residenciales que servían de refugio.

Gerry Simpson, director asociado de Crisis y Conflictos en Human Rights Watch, señala que el exhaustivo análisis les permite "concluir que los organismos internacionales y los Gobiernos comprometidos con la justicia deberían investigar y procesar adecuadamente a diez personas que nombramos por su nombre, incluidos el presidente Putin y potencialmente otros comandantes que parecen vinculados a la supervisión de crímenes de guerra en Mariúpol".

El informe se elaboró a partir de 240 entrevistas con residentes de Mariúpol, en su mayoría desplazados, realizadas por HRW y la organización ucraniana de derechos humanos Truth Hounds. También se nutre de un análisis de más de 850 fotografías y vídeos, documentos y decenas de imágenes satelitales de HRW y SITU Research.