Hongo convierte a ranas macho en zombies irresistibles para las hembras
Probablemente estéis al tanto de la amenaza que se cierne sobre los anfibios del planeta, cuyas poblaciones están descendiendo por la acción de un hongo llamado Batrachochytrium dendrobatidis (Bd), para el que no existe cura. En la década de 1990 comenzaron a observarse sus letales efectos en múltiples especies de ranas, sapos y salamandras, que comenzaron a morir de forma masiva. Se cree que el Bd es responsable de la extinción de cientos de especies, y que en la actualidad supone una amenaza para un tercio de las ranas, salamandras y otros anfibios del planeta.
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El hongo patógeno Bd es el responsable de la quitriodiomicosis, que mata a los anfibios destruyendo su piel, alterando su sistema inmune y provocándoles fallos cardíacos. Sin embargo, algunas especies de rana como la rana arborícola de Japón (Hyla japonica), parecen sobrevivir durante años a los efectos mortales del hongo, a pesar de que se infecten. Esto implica una especie de adaptación evolutiva a la enfermedad, algo que parece lógico ya que estudios recientes demuestran que el Bd ha venido evolucionando paralelamente a los anfibios durante más de 40.000 años, es decir no nos enfrentamos a una enfermedad recién llegada.
No obstante, incluso las especies que se han adaptado al Bd, como la rana arborícola japonesa, parecen sufrir sus efectos, por lo que sus poblaciones están en retroceso. ¿Cómo actúa el hongo para propagarse a otros especímenes de Hyla japonica? Para dar respuesta a este interrogante, un nuevo estudio realizado en su entorno natural, se centró en los cantos de cortejo de 42 machos de esta especie, tanto infectados como libres de la presencia del hongo. Las conclusiones del estudio han dejado asombrados a los científicos, quienes desconocían el poder de manipulación del Bd.
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En 2011, durante la época de apareamiento que va de junio a mediados de agosto, Bruce Waldman (ecólogo conductual de la Universidad Nacional de Seul) y su alumno Deuknam An, grabaron los cantos de apareo de 42 machos en los arrozales de Corea del Sur. Estos cantos se componen de una cadena de notas pulsantes. Lo que hicieron fue analizar el número de pulsos por nota, el ritmo de repetición de los pulsos, el número de notas y la duración de las llamadas. Solo nueve de los cuarenta y dos machos estudiados dieron positivo en el test de Bd. Estos machos eran ligeramente más grandes que los no infectados y realizaban un esfuerzo mayor durante las llamadas que sus colegas sanos. Además, sus cantos producían llamadas más largas y rápidas, rasgos que las hembras de rana parecen preferir.
Curiosamente, los machos infectados se vuelven letárgicos, lo que parece un contrasentido teniendo en cuenta el mayor esfuerzo que dedican a sus cánticos de atracción durante el celo. Esto es lo que ha sorprendido a los biólogos, ya que sugiere que el hongo Bd puede actuar como un parásito convirtiendo a su huesped en una especie de zombie. Son estos machos zombies los que, dado al ventajoso atractivo que les confiere su canto de cortejo, hacen que el Bd se expanda entre la población, ya que las ranas hembras que se aparean con los machos infectados, contraen también la quitriodiomicosis y se la traspasan a sus futuras crías. Pese a no ser mortal de inmediato, los ejemplares de esta especie infectados por el Bd tienen una esperanza de vida menor, por lo que los científicos creen que incluso en especies aparentemente adaptadas al hongo, su incidencia poblacional es negativa.
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El trabajo científico realizado por Bruce Waldman y su alumno Deuknam An (fallecido poco después de su conclusión) acaba de publicarse en Biology Letters.
Me enteré leyendo Science.