Yahoo Noticias Cómo el hombre más rápido del mundo se construyó una mansión en Miami e inventó Hialeah
Quizás esa loca pasión de los residentes de Hialeah por la velocidad tenga que ver con el hombre que se inventó la ciudad. Basta hacer un recorrido por Miami y prácticamente todo lo que se ve está relacionado con un nombre, Glenn Curtiss, un pionero de la aviación, inventor, auténtico héroe americano, y además el urbanizador de Hialeah, Miami Springs y Opa-locka.
Curtiss (1878-1930), que no nació en Miami, sino en Hammondsport, Nueva York, se ganó el título del “hombre más rápido del mundo” piloteando motocicletas y aviones a principios de siglo, cuando volar uno de esos artefactos que parecían de juguete era un acto de valor descomunal. Hoy la que fue su lujosa residencia en el sur de la Florida está tan oculta que hay que dirigirse hacia allí expresamente para verla.
Al final del campo de golf que él creó en Miami Springs, un pequeño vecindario lleno de árboles, detrás del Aeropuerto de Miami, está la Mansión Curtiss. Una entrada como si fuera de un fuerte del Oeste y un lago dan la bienvenida a un paraíso de flores, y a una casa de estilo arquitectónico atípico para la Florida, Pueblo Revival, que se inspira en las viviendas de los indios Pueblo, en el desierto de Nuevo México, Arizona y en otros lugares del suroeste del país.
A esta casa y a su singular dueño, a quien le aprobaron más de 400 patentes de sus inventos, se dedica esta semana Miami Oculto. El podcast celebra que la residencia –que se quemó tres veces y que algunos quisieron derrumbar– esté a disposición de los miamenses para visitarla y celebrar eventos. Como invitada tenemos a Julie Arias, directora ejecutiva de Curtiss Mansion, que cuenta las peripecias del hombre que Alexander Graham Bell consideraba como el gran experto en motores.
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La historia de Curtiss se vincula a la de los hermanos Wilbur y Orville Wright, que fueron a veces sus colaboradores y también sus rivales y que al final lo inundaron de demandas legales. También Curtiss es figura clave en el fortalecimiento de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y entre sus amigos se contaba Henry Ford.
¿Cómo Curtiss se convirtió en el hombre más rápido del mundo en 1907 y qué tiene que ver una playa de la Florida con esta gesta? ¿Cuál fue la apuesta que hicieron Ford y Curtiss y por qué nunca se llegó a cumplir? ¿Qué tema escogió Curtiss para las casas de los vecindarios de Hialeah y Opa-locka, y qué ejemplos de esas construcciones podemos encontrar hoy?
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¿Qué pasaba en el garaje de la mansión Curtiss en los tiempos que su dueño estaba vivo? ¿Para qué servía una puerta pequeña –su secreto– hoy junto a las frondosas buganvillas del patio central? ¿Qué hace una cabaña de madera en el medio de Miami Springs, como si el visitante se hubiera perdido en el bosque?
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La huella de Curtiss está por todos lados en los orígenes de la industria de la aviación en Miami, en el Aeropuerto, en la escuela de aviación que fundó. ¿Cuánto valen las casas originales que construyó, como la primera que hizo para su mamá, Lua Curtiss? Cuando algunos residentes de Hialeah y Miami Springs comparten sus recuerdos de los tiempos en que la mansión Curtiss estuvo abandonada hablan de sesiones de espiritismo. ¿Es uno de los lugares embrujados de la Florida? ¿Qué hacían los muchachos del barrio en el garaje de la casa y que “joya” del automovilismo guardó Curtiss en ese lugar?
Si eres un amante de la velocidad, del progreso, de la arquitectura y te gustaría saber qué papel jugó Curtiss en la construcción del Hialeah Park, el hipódromo que atrajo al jet set y a estrellas de Hollywood, escucha este episodio de Miami Oculto.
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