El hombre que puede abrir Miami para el boxeo es Robeisy Ramírez. Esta pelea será una prueba

Para Robeisy Ramírez algo es mejor que nada.

El Centro Charles F. Dodge City queda a poco más de media hora de Miami, pero no es la Capital del Sol ni del Exilio Cubano. A pesar de todo, el campeón pluma de la Organización Mundial del Boxeo no puede ocultar su felicidad.

Horas antes de que defienda su faja ante el mexicano Rafael “Divino’’ Espinoza, Ramírez y con la instalación casi vendida a tope, vale una pregunta que muchos se hacen cada vez que aparece un boxeador de la mayor de las Antillas en el horizonte: ¿será capaz de arrastrar a su comunidad y crear una sólida base de fanáticos?

“Creo que el hombre que puede hacerlo es Robeisy’’, comentó Francisco Valcárcel, presidente de la OMB que sanciona las peleas del cienfueguero. “Tiene el carisma, la habilidad, todo para ser un gran campeón, pero además, es Patria y Vida, y eso es muy importante’’.

Si Robeisy se presenta ante una sala repleta y logra una victoria contundente frente a Espinoza, no cabe duda de que habrá dado un paso muy importante en ese sentido, pero sería uno más en un largo recorrido que habría de conducirlo a ese terreno de popularidad donde se respira un aire enrarecido.

Muchos otros compatriotas del boxeo lo han intentado, pero les ha costado mucho terreno debido una mezcla de resultados mixtos sobre el cuadrilátero y la incapacidad para establecer un diálogo sostenido en redes sociales con la afición, como lo requieren los nuevos tiempos.

Robeisy Ramirez (der.) y Xander Zayas, las figuras cimeras de la velada de Top Rank este 9 de diciembre en el Centro Charles F. Dodge City de Pembroke Pines., Florida.
Robeisy Ramirez (der.) y Xander Zayas, las figuras cimeras de la velada de Top Rank este 9 de diciembre en el Centro Charles F. Dodge City de Pembroke Pines., Florida.

Guillermo Rigondeaux es una maravilla de técnica y habilidades, pero nunca entendió de que iba el boxeo profesional y su renuencia -no en todas las ocasiones- a proporcionar entretenimiento lastraron esa conexión con el público.

Erislandy Lara es magnífico y sostuvo buenos combates, pero nunca abrió muchos canales de comunicación con el público por su carácter reservado.

Así se pueden encontrar elementos en contra de la tremenda calidad de los mejores cubanos, incluyendo a Yuriorkis Gamboa, quien en algún momento tenía pasaporte de megaestrella -cuando HBO iniciaba el comercial de boxeo, su rostro era el primero que aparecía- y se fue desdibujando entre malas decisiones en la conducción de su carrera e intermitencias en el ring.

Le dije a Robeisy Ramírez que va a ser como en los viejos tiempos. Vamos a romperla, afirma peleador cubano

Por eso esta es una prueba de fuego para Ramírez y mucho de lo que suceda en torno al arrastre de los cubanos amantes del boxeo encontrará un eco y una proyección en lo que suceda en Pembroke Pines, donde se encuentra la instalación de la pelea.

“Robeisy necesitaba algo así, el boxeo cubano necesitaba algo así’’, señaló Ismael Salas, quien entrenó a Gamboa en sus mejores tiempos y ahora continúa en la brega con Lara y Yordenis Ugás.

“Robeisy entiende la responsabilidad de pelear por primera vez delante de su público natural. Y no lo vamos a defraudar’’.

Quizá Ugás, quien aúna un mensaje político invaluable y un talento innegable encima del ring, haya sido el primero de su generación que entendió la necesidad de comunicarse directamente con la gente y no ocultarse tras un muro frío de publicistas y ejecutivos.

Estoy acostumbrado un poco al sazón cubano, al ‘oye, qué volá asere’. Puerto Rico está en la casa con fuerza

No por gusto Ugás y Ramírez tienen una estrecha relación de la cual también podrían beneficiarse otras dos figuras importantes en la nueva ola del boxeo cubano: David Morrell Jr. y Andy Cruz, quienes pelean el 9 y el 16 de diciembre y conforman el tridente esperanzador de esta generación.

Si dan los pasos correctos dentro y fuera del ring, si sus promotoras -como lo está haciendo ahora Top Rank con Ramírez- los acercan a Miami y, especialmente, si expanden sus vías de comunicación con los fanáticos cubanos y de otras partes del mundo, los nuevos cubanos podrían llegar mucho más lejos que sus predecesores que, a pesar de los pesares, lograron más de la cuenta.

“Esto no es por quedar bien, sino algo realmente sentido: no me canso de agradecerles a mis cubanos que me están apoyando’’, apuntó Ramírez.

“Vamos a hacer una fiesta enorme, con nuestra bandera por delante. Vamos a hacer una gran fiesta cubana’’.