La historia selectiva de un parque temático apela a un nuevo nacionalismo español

Partidarios del partido de extrema derecha Vox en un mitin en Barcelona, España, el 1 de julio de 2023. (Samuel Aranda/The New York Times)
Partidarios del partido de extrema derecha Vox en un mitin en Barcelona, España, el 1 de julio de 2023. (Samuel Aranda/The New York Times)

TOLEDO, España — En una tarde reciente, moviéndose por las oscuras bodegas de una réplica del barco de Cristóbal Colón, los visitantes se maravillaron con la maraña de brújulas, cuerdas y barriles. Trastabillaron cuando el barco se balanceó y crujió con el oleaje del mar. Finalmente, una voz gritó “¡tierra!” y aparecieron las arenas blancas de América.

“Nuestro viaje ha cambiado el mundo. Que sea para la mayor gloria de Dios”, se escuchó entonces a Colón decirle a la reina Isabel I de Castilla. Al referirse a los pueblos indígenas de América, agregó: “Me disculpo de antemano si se cometen iniquidades o injusticias”.

Y así culmina uno de los espectáculos en Puy du Fou España, un parque temático de historia que ahora está de moda en España, con más de 1 millón de visitantes previstos para este año.

La popularidad del parque ha sido una sorpresa en un país que durante mucho tiempo se ha mostrado tímido a la hora de celebrar su historia. Los sentimientos nacionalistas fueron en gran medida un tema tabú después de la dictadura del general Francisco Franco, quien murió en la década de 1970.

Pero el tiempo transcurrido desde Franco y el reciente movimiento secesionista en Cataluña, que amenazó con fracturar el país, ha ayudado a estimular un resurgimiento del nacionalismo en España. Ahora podría darle un impulso a los conservadores y sus aliados de extrema derecha cuando los españoles voten en las elecciones generales del domingo.

El parque está repleto de símbolos sagrados como la cruz y la bandera, y la mayoría de los espectáculos presentan conquistas y gloriosas batallas para defender el país. Los aspectos más cuestionables del pasado de España –desde la sangrienta conquista de América que siguió al viaje de Colón hasta el régimen represivo de Franco– no aparecen en más de 10 producciones.

Un grupo de actores se presentan en Puy du Fou España en Toledo, España, el 14 de junio de 2023. (Samuel Aranda/The New York Times)
Un grupo de actores se presentan en Puy du Fou España en Toledo, España, el 14 de junio de 2023. (Samuel Aranda/The New York Times)

“Lo que estamos tratando de hacer es presentar una historia que no sea divisiva”, afirmó el director del parque, Erwan de la Villéon, quien señaló que los tabúes históricos siguen presentes en la sociedad española.

Pero la estrategia ha generado preocupaciones sobre la historia que el parque está resaltando –pues es un espectáculo que enfatiza la identidad católica de España y su unidad contra los invasores extranjeros– y cómo esta podría moldear las opiniones de los visitantes.

“Esta es una historia selectiva”, aseveró Gutmaro Gómez Bravo, historiador de la Universidad Complutense de Madrid que ha visitado el parque en dos ocasiones. “No puedes o no debes enseñarle eso a la gente. La historia no es arbitraria, tiene un gran peso político”.

El parque se inauguró en 2019 luego de que los fundadores del Puy du Fou original en Francia, el segundo parque temático más visitado del país después de Disneyland París, decidieran llevar su concepto a otros países.

Los historiadores tienen tiempo criticando al parque francés porque promueve puntos de vista nacionalistas. De manera similar, pasa por alto algunos de los episodios más dolorosos del pasado de Francia, como su historial de colonialismo, y destaca la identidad católica del país.

El fundador del parque francés, Philippe de Villiers, a quien De la Villéon llamó “un mentor” y “un genio”, es un notorio político de extrema derecha.

De la Villéon negó que el parque español promoviera alguna línea política. Pero llamó a los partidarios de la independencia catalana sus “enemigos” y fustigó al expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, un socialista que promulgó la Ley de la Memoria Histórica para honrar a las víctimas de la Guerra Civil y el régimen represivo de Franco.

España, comentó De la Villéon, demostró ser un lugar ideal para un nuevo parque debido a la “gran trayectoria histórica” de invasiones y conquistas del país. Eligió construirlo en Toledo, dijo, porque la antigua ciudad al sur de Madrid alguna vez estuvo en la encrucijada de los reinos de Europa.

Allí se han invertido unos 200 millones de euros (unos 220 millones de dólares) para crear un impresionante complejo de castillos, granjas y pueblos medievales llenos de jarrones de terracota y casas encaladas con vigas a la vista.

Pero la gran atracción son las producciones teatrales históricas que se realizan en anfiteatros grandes.

“El último cantar” tiene lugar en un auditorio giratorio y sigue a El Cid, un caballero y señor de la guerra que se convirtió en el mayor héroe medieval de España, mientras lucha contra enemigos que aparecen sucesivamente detrás de grandes paneles que se abren al escenario semicircular. En “El sueño de Toledo”, el espectáculo nocturno insignia del parque que recorre 15 siglos de historia española, el barco de tamaño real de Colón emerge de un lago en el que los personajes bailaban momentos atrás.

Ambos espectáculos recibieron el premio IAAPA Brass Ring a la “Mejor producción teatral”, el cual es considerado uno de los premios más prestigiosos de la industria del entretenimiento internacional. En una tarde reciente, los visitantes estaban encantados con la experiencia.

“Genial, es simplemente genial. No sabía que la historia podía ser tan llamativa”, afirmó Vicente Vidal, de 65 años, al salir de un espectáculo en el que los visigodos luchaban contra los romanos. En el parque, se podía ver a los niños jugar a las espadas, mientras gritaban: “¡Lucharemos por nuestro país!”.

De la Villéon, quien es francés, aseveró que el éxito del parque reflejaba el deseo de los españoles por reivindicar su pasado. “La gente quiere tener raíces, esa es la primera necesidad que revela el éxito del parque”, dijo. “Vienes aquí y piensas: ‘Hombre, es genial ser español’”.

La España moderna tiene una relación incómoda con su historia debido a capítulos como la Inquisición y la colonización de América, afirmó Jesús Carrobles, director de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, a quien se consultó para el proyecto del parque.

“El parque te permite reivindicar una idea de tu pasado de la que puedes estar orgulloso”, dijo Carrobles. “Un hermoso pasado, un pasado que vale la pena recordar”.

Pero también ha resultado ser un pasado selectivo.

Los espectáculos muestran a Isabel I como una reina visionaria y misericordiosa, y no mencionan su orden de expulsar a los judíos durante la Inquisición. Los aztecas aparecen una vez en una escena de baile, pero se omite su destino fatal a manos de los conquistadores.

Pero quizás lo más revelador es el tratamiento que le da el parque a la Guerra Civil Española, cuyo legado sigue dividiendo al país. El conflicto solo se menciona vagamente al final de “El sueño de Toledo”, cuando una mujer llora a sus hermanos que “se mataron entre sí”. La escena dura un minuto, de un espectáculo de 75 minutos, y el show termina sin mencionar las siguientes cuatro décadas de dictadura de Franco.

“Es demasiado pronto para hablar de eso”, afirmó De la Villéon, señalando que los recuerdos de la España franquista aún estaban muy vivos.

“Es un espectáculo muy consensuado, que ha pasado por alto los aspectos cuestionables de la historia de España”, afirmó Jean Canavaggio, un especialista francés en Cervantes que revisó el guión de “El sueño de Toledo”. Agregó que el parque no podría haber tenido éxito si hubiera tenido una “mirada crítica” a la historia de España, dado lo políticamente tenso que sigue siendo el tema.

Gómez Bravo, el historiador, quien se especializa en la Guerra Civil y Franco, dijo que el parque presentaba la reconquista católica de la España gobernada por musulmanes como la base de la unidad española. “Esta es una idea con mucha carga política porque fue promovida sobre todo por el régimen de Franco”, afirmó.

Aun así, muchos en el parque español parecieron apoyar la misión del parque.

“¡España es un gran país!” exclamó Conchita Tejero, una mujer de unos 60 años que estaba sentada con tres amigos en una gran mesa de madera en una taberna estilo medieval adornada con banderas imperiales. “Este parque es una manera de recuperar nuestra historia”.

c.2023 The New York Times Company