Hipertensión arterial: ¿Qué factores están ligados a este padecimiento?

Además de los factores géneticos, hábitos alimenticios y estilo de vida, ya se está investigando si factores como el éstres contribuyen al desarrollo de la hipertensión, enfermedad que actualmente afecta a más de 30 millones de personas en México de acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud. 

Juana Itzel Zaragoza, por ejemplo, fue diagnosticada con hipertensión arterial después del sismo de 2017. “Me espanté demasiado y de ahí se disparó”, relata la mujer de 36 años.

Itzel reconoce que además del gran impacto que vivió, tenía otros factores de riesgo que propiciaron este padecimiento como sobrepeso, fumar y llevar una vida sedentaria. 

Aunque en los últimos años ha modificado gran parte de esos hábitos, la hipertensión  se trata de una enfermedad crónica no transmisible. Lo que significa que es de larga duración y que no tiene cura, aunque sí puede mantenerse bajo control. 

Actualmente se sabe que obesidad, sedentarismo, diabetes, consumo de tabaco, ingesta de alcohol en exceso, alimentación inadecuada, colesterol elevado, condición genética y étnica, uso de medicamentos de tipo esteroideo y anticonceptivos son algunos de los factores de riesgo para desarrollar hipertensión, pero algunos especialistas señalan que aspectos psico-emocionales también podrían influir.

Te cuento: 

1 de cada 4 mexicanos tiene hipertensión 

El Instituto Méxicano del Seguro Social (IMSS) refiere que la hipertensión arterial es una enfermedad crónica en la que aumenta la presión con la que el corazón bombea la sangre a las arterias para que ésta pueda circular por todo el cuerpo y sus órganos. 

La hipertensión arterial es una alteración de los niveles de la presión arterial, por encima de 140/90, esta elevación se asocia mucho a lo que es el endurecimiento arterial y es importante no solamente porque se eleve, sino porque se puede asociar algunas complicaciones” explicó en entrevista para El Sabueso, el Dr. Mijail Tapia, médico internista, especialista en hipertensión, hígado graso y diabetes.

La hipertensión es una enfermedad que pocas veces presenta síntomas, pero existen personas que pueden presentar dolor de cabeza intenso, mareos, zumbido de oídos, sensación de ver ‘lucecitas’, visión borrosa, dolores lumbares y en el pecho, e hinchazón en los tobillos.

De hecho, el 46 por ciento de las personas que la padecen lo  desconocen. Por eso el 17 de mayo es el día Mundial de la Hipertensión, el cuál, busca prevenir, concientizar y fomentar cuidados y diagnósticos adecuados para tratar este padecimiento.

Por otro lado, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2020, en México el 30.2% de los adultos mexicanos tiene hipertensión y sólo la mitad de quienes fueron diagnosticados por un médico tiene valores de tensión arterial considerados bajo control.

Enfermedad multifactorial

Si bien la hipertensión no es un padecimiento que hoy en día tenga cura, puede prevenirse si se lleva una dieta baja en sodio, rica en frutas y verduras, actividad física, y un peso corporal saludable, según lo recomienda la Organización Panamericana de la Salud. 

Pero además de los hábitos saludables, hay otros factores que podrían desencadenar esta enfermedad. 

“Existen dos tipos de hipertensión arterial (…), uno de ellos se conoce como hipertensión arterial esencial, en donde no se identifica un factor que sea causal de la hipertensión arterial y el otro gran segmento es el de la hipertensión arterial secundaria, cuando hay un factor bien reconocido que puede estar causando la elevación de la presión arterial”. explicó para El Sabueso, el Doctor Héctor Raúl Pérez, profesor e investigador en Ciencias de la Salud de la Universidad de Guadalajara.

Para determinar si una persona padece de hipertensión, se realizan análisis laboratoriales que cuenten con mediciones de lípidos, colesterol, de alta y baja densidad y triglicéridos y un monitoreo periódico de la hipertensión, según el académico de la Universidad de Guadalajara. 

En el caso de personas menores de 40 años que presentan una variación en la presión, generalmente se busca una causa de hipertensión secundaria, es decir, alguna otra enfermedad que esté provocando esta variación.

Pero vale la pena señalar que a veces llegar al diagnóstico no es tan sencillo, pues asistir a consulta médica puede alterar a algunas personas, y  por ende se puede registrar una elevación o una “falsa hipertensión”. A este fenómeno se le conoce como Efecto bata blanca. 

“Los mecanismos del cuerpo tienen mecanismos tanto para subir la presión cuando se requiere ejercicio, como para bajar esa presión cuando se está elevando y si los sistemas están funcionando bien, debería regresar a la normalidad rápidamente y entonces es una variación fisiológica existe un cuadro que es la hipertensión de bata blanca”, refiere el Dr. Tapia.

La importancia de la salud mental

Tanto la hipertensión arterial esencial como la secundaria se puede relacionar con el factor de la salud mental, pues se vuelve un “círculo vicioso”, según señala el doctor Mijail Tapia.

“El tema de la salud mental puede exacerbar el control de la hipertensión arterial, particularmente el tema de la ansiedad y la depresión (…), por una parte, podría favorecer el desarrollo (de hipertensión) particularmente la ansiedad, en el tema de la elevación o descontrol de una persona, pero también los cuidados, propios de la hipertensión, también puede favorecer la hipertensión”, detalla.

La relación entre la salud mental y eventos cardiovasculares está documentada. Por ejemplo,  un artículo publicado en la revista científica ‘Medicina’ de Buenos Aires, Argentina, señala que los trastornos mentales y la depresión se han incluido en el grupo de “factores modificadores de riesgo cardiovascular”.

Investigadores de la Universidad Central de Villa Clara también realizaron una revisión documental sobre el estrés como factor de riesgo de la hipertensión arterial. Encontraron que, si bien no ha existido consenso sobre la incidencia del estrés en dicha enfermedad, sí hay suficiente evidencia sobre “el papel del estrés en la génesis y evolución de la hipertensión arterial y que evidencian la necesidad de incorporar acciones relacionadas con este aspecto como parte de las estrategias preventivas dirigidas a la modificación de los factores de riesgo en el paciente hipertenso”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define al Síndrome de estrés como el conjunto de reacciones fisiológicas que activan el sistema biológico de supervivencia, por otro lado, el estrés postraumático puede desarrollarse luego de la exposición a un suceso o sucesos “amenazantes u horribles”, las cuales pueden causar una “discapacidad funcional importante”. 

Cuando una persona se estresa, su organismo genera una mayor progresión del proceso de aterosclerosis. Este proceso ocurre cuando la sustancia llamada ‘placa’ se acumula dentro de las arterias, lo cuál provoca una respuesta exagerada de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial, señala ‘Medicina, publicada en enero del 2023. 

“He aprendido a vivir con ella (con hipertensión). Hoy por hoy (cuando) me llega a subir me empiezan a arder los ojos muchísimo y me da ansiedad, pero esa ansiedad terrible. Entonces trato de calmarme, de tomarme la medicina, de empezar a tomar agua ,caminar un poco y ya se me va quitando poco a poco“, comparte Juana Itzel, quien a sus 36 años de edad toma medicamento para controlar su padecimiento. 

“No le deseo a nadie esta enfermedad. Quien sea hipertenso que se cuide, que haga ejercicio, que coma sano, que no coma tanta sal y no fumar”,  recomienda Itzel.

Esta recomendación coincide con las sugerencias de distintas dependencias de salud. Si bien la hipertensión no puede curarse, puede prevenirse cambiando de hábitos de vida y llevando una vida saludable. 

Y, de igual manera, cuidando la salud mental.