Del Himalaya al mundo: el tenista que no tenía canchas para jugar, conoció a Pete Sampras, fue a Princeton y puso al Tibet en el ranking

Fnu Nidunjianzan y la naturaleza: un paisaje que lo acompaña desde chico
Fnu Nidunjianzan y la naturaleza: un paisaje que lo acompaña desde chico - Créditos: @Cortesia Princeton Athletics

No queda bien llamarlo “el tenista fantasma”, pero su caso da motivos para la figura. Para empezar, cuando se lo rastrea en la página de la ATP, los datos son difusos, escasos. Se sabe que nació el 7 de enero de 2004 y se consigna que fue en China, pero no dónde. Después, su ficha personal es la “no ficha”: carece de foto, no se saben su peso ni altura y mucho menos desde cuándo es profesional. Pero hay más: ¿es diestro o zurdo? ¿pega el revés con una mano o con la dos? Bueno, la respuesta en ese rubro es “desconocido”. Lo mismo que su entrenador. Más arriba, aclara que su ranking actual es 866° y que la mejor posición que ocupó fue 800°, en junio de 2023. ¿Ganancias? 0 dólar en singles. Y 7893 en dobles y dobles mixto. En Juniors, los registros de la ITF destacan que su mejor posición fue en 2021: 107°.

Un personaje enigmático. Obvio que tiene nombre. Se lo conoce como Top, nombre que ni siquiera es el propio sino un apodo que surgió a partir de un gusto personal de su hermana, Fnu Youjia, que siente debilidad por un rapero de Corea de Sur llamado Choi Seung-hyun y que se hacía identificar como T.O.P. Como se puede apreciar, las curiosidades se suman una tras otra.

La ficha de la página de la ATP de Fnu NIdunjianzan: casi un fantasma
La ficha de la página de la ATP de Fnu NIdunjianzan: casi un fantasma

Top, el tenista sin cara (pero con redes sociales por suerte), nació en Lhasa, en Tibet. Y su nombre verdadero es Fnu Nidunjianzan. Sí, se llama como la hermana: Fnu. ¿Cuál es la traducción al castellano? El tema resulta más complejo porque, en rigor, no es un nombre, sino una sigla: First Name Unknown, es decir, nombre desconocido. ¿Por qué? Porque los tibetanos, a diferencia del resto, no siguen la tradición de portar nombre y apellido. Sólo se ponen la sigla para el llenado de determinados documentos, por ejemplo, los visados extranjeros.

La historia de Fnu Nidunjianzan es singular y fue rescatada hace unas semanas por The New York Times. Encierra muchas particularidades, además de las mencionadas, que ya son de por sí curiosas. Empezando por el Tibet, cuya soberanía ostenta China desde 1950 a partir del ocupamiento de numerosas tropas militares. Ningún país reconoció la independencia de los tibetanos. Hubo un intento de levantamiento en 1959 para tratar de emanciparse. El costo fue altísimo: miles de muertos. Y nada cambió en la cuestión de fondo. Algunos registros marcan una banda de flotación de muertos en conflicto que va de los 200.000 a los 800.000. Tremendo.

Fnu Nidunjianzan no tenía canchas en Lasha: su padre le construyó una para empezar a pegarle a la pelota
Fnu Nidunjianzan no tenía canchas en Lasha: su padre le construyó una para empezar a pegarle a la pelota

Cuando se menciona Tibet, automáticamente se piensa en el Everest, el pico más alto del planeta (8849 metros), cuya ubicación técnicamente es compartida con Nepal, en la zona denominada “Techo del Mundo”. También, decir Tibet remite al líder espiritual Dalai Lama -premio Nobel de la Paz y de 88 años- y el budismo: en el Palacio Potala, sobre una de las colinas, está la residencia donde el Dalai pasaba los inviernos.

Dejamos la historia y la religión a un lado y volvemos al tenis. ¿Qué pasó con Fnu Nidunjianzan? Por un extraño fenómeno, se hizo tenista en un país donde… no había canchas de tenis. Entre los miles y miles de tenistas que intentan progresar profesionalmente en el circuito, pocos llegan a vivir realmente de lo que producen con la raqueta, y muchos menos de ese entusiasta lote alcanzan un estatus de elite y son millonarios. Imaginar que un profesional pueda surgir de un sitio donde ni siquiera había canchas pareciera una utopía.

Fnu Nidunjianzan disfruta de un mundo con el que soñaba desde chico y hasta suma puntos
Fnu Nidunjianzan disfruta de un mundo con el que soñaba desde chico y hasta suma puntos - Créditos: @Instagram

No era extraño entonces que desde que se instrumentó el ranking mundial, hace medio siglo, ningún tibetano hubiera sobresalido en el tour ni ganado puntos oficiales. Hasta la aparición de Top, que logró sus primeros 20 puntos y se instaló dentro de los 900 mejores jugadores del planeta en 2023. Estamos hablando casi de un milagro. Por el mundo vemos canchas excelentes, muy buenas, discretas y malas. En Tibet, ni siquiera eso. ¿Cómo fue que Fnu Nidunjianzan pudo abrirse camino si tenía todas en contra?

Los genes deportivos del padre de Nidunjianzan allanaron el camino. Atleta de alma, lanzador de jabalina e instructor, Nimazhaxi hoy es dueño de empresas de turismo de Tibet. Casado con Gasheng, ambos querían que sus hijos se volcaran desde chicos al deporte como una forma de complementar su educación y de sacarlos de situaciones de riesgo. En una selección entre varias disciplinas, a Top le vieron aptitudes para el tenis. Sí, no se inclinaron ni por el tenis de mesa ni por el badminton, que son los deportes clásicos en China. O el básquetbol: ya se vio la revolución que generó Yao Ming cuando llegó a la NBA. Pero no, nada de eso, más que nada por tratarse de disciplinas multitudinarias en un país de 1400 millones de personas. La elección fue tenis. ¿Pero dónde practicarlo? En una cancha rudimentaria que él mismo construyó. Automáticamente, Nimazhaxi se instituyó como entrenador de Nidunjianzan. ¿Qué tenía que ver la jabalina con el tenis? Poco y nada. Pero era deportista.

Fnu Nidunjianzan tenía problemas con las pelotitas en Tibet: por la altura (4200), muchas veces estallaban
Fnu Nidunjianzan tenía problemas con las pelotitas en Tibet: por la altura (4200), muchas veces estallaban

Claro que había otros dos problemas además de la idoneidad: los piques, por las irregularidades del piso, y que las pelotas se desinflaban luego de dos o tres impactos. Incluso, algunas estallaban. Todo, a causa de la altura: 4200 metros. Para tener una comparación, La Paz, Bolivia, está a 3640 metros. Estaba claro que si la elección era el tenis, Tibet no asomaba como el lugar más aconsejable para su desarrollo. ¿Otro dato curioso? Cuando se entrenaba con su padre, la gente se paraba en la calle para observar y hablaban entre ellos, preguntándose qué estaban haciendo con esa pelotita que iba de un lado a otro tras ser golpeada por un implemento extraño.

Había que tomar una decisión, que fue muy dura para la familia: trasladarse a otra ciudad de China, donde el tenis ocupara un lugar de desarrollo. “No podemos ir todos. Yo me quedo aquí con tu hermana. Vas a ir con tu mamá. Es la única manera que podrás probar, desarrollarte y comprobar si eres bueno o no. Y estudiar a la par, que es lo esencial”, le dijo Nimazhaxi a Nidunjianzan, que tenía apenas 6 años. ¿Cómo explicarle que era por su futuro?

Fnu Nidunjianzan y un recuerdo imborrable: cuando le pidió un autógrafo y una foto a Pete Sampras, en Chengdu
Fnu Nidunjianzan y un recuerdo imborrable: cuando le pidió un autógrafo y una foto a Pete Sampras, en Chengdu

Transitaba el 2010. Eligieron la ciudad de Chengdu, a unos 1200 kilómetros de Lhasa. En cuestiones de distancia, como si de Buenos Aires se hubieran ido a San Miguel de Tucumán. Por esos tiempos, Top idolatraba a Roger Federer y Rafael Nadal, aunque el primer autógrafo que obtuvo fue de Pete Sampras. Lo vio jugando ante el canadiense Greg Rusedski en un evento del ATP Champions Tour en Chengdu. Pistol Pete, ex número 1 del mundo y con 14 títulos de Grand Slam, andaba por los 40 y estaba en el ocaso de su carrera. Cayó por 6-4 y 6-2, pero al final del partido, Top esperó su turno en una larga fila para obtener la firma del estadounidense y de paso una foto. Ni se imaginaba que su futuro estaría precisamente en el país de Sampras.

Porque en Chengdu, donde vivió un desarraigo que valió la pena, Nidunjianzan conocería a alguien que le cambió la vida: Timmy Allin. Texano, jugó al tenis en la Universidad de Utah, tenía una beca para aprender mandarin en cualquier universidad de China. Optó por la de Chengdu y llegó casi en la misma época en que Nidunjianzan arribó desde Tibet. Se convirtió en su instructor.

La credencial de Fnu Nidunjianzan: jugador de la universidad de Princeton
La credencial de Fnu Nidunjianzan: jugador de la universidad de Princeton

Más que talento y técnica, lo que Allin advirtió en Nidunjianzan fue un chico con gran capacidad de esfuerzo. Podía quedarse horas y horas practicando un golpe. De alguna forma, le vio futuro, aunque su propio período de estada en Chengdu sería limitado: tres meses. ¿Qué hizo? Lo invitó a su casa en Dallas. A la madre le dijo: “Tómelo como si fuese un campamento de verano donde va a perfeccionar su técnica”. Le dieron la aprobación.

A la academia de Bolletieri

El mundo estadounidense fue cautivando a Nidunjianzan y a su madre. Y algo empezó a transformarse en una obsesión: entrar en la academia IMG de Nick Bolletieri, en Brandenton, Florida, el lugar donde se formaron cracks como Boris Becker, Andre Agassi, Venus y Serena Williams, Martina Hingis, Monica Seles. Normalmente los ingresos son a partir de los 10 años, pero Top obtuvo una beca y anticipó su llegada. Para él fue un flash: apenas arribó, podía ver practicando a Maria Sharapova, a Denis Shapovalov, a Sebastian Korda, potenciales figuras mundiales. Para él, proveniente del Tibet, era como estar en Disney. Además, vivían en un departamento alquilado lindero al complejo de tenis. Ideal.

Fnu Nidunjianzan con sus compañeros de Princeton
Fnu Nidunjianzan con sus compañeros de Princeton - Créditos: @Instagram

La familia realizaba un enorme sacrificio para fortificar la carrera de Fnu Nidunjianzan. Un gran problema era que su mamá, Gasheng, no podía aprender el idioma inglés, le costaba horrores hacerse entender y comprender lo que le decían, y ni hablar de entablar conversaciones más extensas. Pero la “salvó” su hija, que estaba estudiando en Boston y viajaba cada tanto a Florida. Le resolvía casi todos los problemas que no podía encarar por su falta de comunicación.

La permanencia en Estados Unidos durante buena parte del año, con el esfuerzo que significaba también para la pareja Nimazhaxi-Gasheng sostener una relación a la distancia, en vez de influir negativamente fue forjando el carácter de adolescente de Nidunjianzan. Y según uno de sus entrenadores de la academia, Tim Harrison, “Top siempre mostró recursos anímicos para sobrellevar los momentos de presión. Que en el tenis abundan y suelen decidir los partidos”.

Aún así, tuvo sus baches emocionales. Peleó contra ellos y los sorteó a su forma, incluso tomándose tiempos para reflexionar o permanecer más con su entorno familiar. Algo tenían en claro cuando Top entró en IMG, donde permaneció de los 8 hasta los 18: se hacía profesional, iba a la universidad o se olvidaba de todo y se volvía al Tibet. Durante los primeros años optó por las giras juveniles, imaginando llegar algún día a ser una Li Na, figura indiscutida del tenis chino y campeona de Roland Garros. Luego, cambió por la universidad y optó por Princeton. Como le dijo Harrison, “en la universidad puedes trabajar tu formación, pulir tu tenis y adquirir mayor experiencia mientras terminas de madurar. El circuito puede resultar muy solitario y frustrarte”.

Fnu Nidunjianzan y las primeras victorias que lo fueron tonificando en su confianza
Fnu Nidunjianzan y las primeras victorias que lo fueron tonificando en su confianza

No fue fácil el desarrollo, pero hubo factores que incidieron. Con el paso de los meses, Top fue abriéndose, incluso sin dominar el idioma, algo que le resultó difícil. Su profesora de inglés, Stephanie Sifrit, contó la relación que tenían y cómo lo veía: “Cuando lo conocí tenía 11 años. Había venido a nosotros desde el extranjero siendo pequeño para aprender inglés y desarrollar sus habilidades con el tenis. Rápidamente pasó a formar parte de la familia de la academia, pudimos incorporarlo, abrazarlo y nutrirlo”. Después, fue más fácil: “Top puso toda su concentración desde el comienzo. Asistió a clases nocturnas. Buscó ayuda adicional, preguntó mucho y se comprometió con sus compañeros para aprender aun mejor”, dijo Sifrit. Alguien especial para Nidunjianzan.

“Sifrit fue muy acogedora y reconfortante. Y al ser mi primera maestra tuve una gran conexión. Se sentía como una mamá. Trataba de ayudar al estudiante y de cuidarlos. Cuando la volví a encontrar años más tarde la conexión fue más fuerte”, admtió Top. Que también se refirió a sus compañeros: “Cuando vine por primera vez había muy buenos jugadores. Ellos siempre fueron muy amables. Siempre trataron de incluirme en los juegos, así que eso influyó en mi confianza, la aumentó”.

Para el coach de tenis Filip Kraljevic (ex jugador ATP), “Top desde que llegó dijo que se sentía en su casa. Cuando estás por primera vez en un país disinto, la lengua es muy dificil de adaptar. Pero al hablar con los otros jugadores, con los entrenadores., vas construyendo, aprendiendo más fácil”. Y agregó: “Tiene un estilo agresivo. Hace poco jugó un torneo profesional acá, ganó unos cuantos partidos sumó Puntos y fue una buena experiencia para testearse”.

El resto es historia. De IMG saltó a Princeton. El universitario se convirtió en un tenista en potencia, comenzó a incursionar en torneos menores, en los M15, M25, logró algunas victorias que le fueron brindando confianza y autoestima. Estudiante de segundo año del equipo masculino de tenis de Princeton, Nidunjianzan también fue nombrado miembro del primer equipo de la Ivy League en la categoría individual y alcanzó el puesto 113 en la clasificación de individuales de la Asociación Interuniversitaria de Tenis (ITA). Acumuló 23 victorias en individuales y jugó todos los partidos dobles en el puesto número 1. Nidunjianzan derrotó a varios adversarios de la clasificación nacional, entre ellos el número 22, Michael Zheng, de Columbia, el número 31, Edoardo Graziani, de la Universidad de Pensilvania, y el número 99, Nikola Slavic, de Ole Miss.

En otoño, participó en los Campeonatos All-American de la ITA. “Estos partidos de dobles universitarios han sido electrizantes. El tenis universitario y el profesional son diferentes, es un sistema de presión completamente distinto. No juegas sólo para ti; juegas para un grupo de gente”, confesó el tibetano. Para Kraljevic, “con el nivel de concentración y disciplina que tiene, creo que puede llegar lejos. Estoy contento de que se haya ido a Princeton. Estoy muy emocionado con Top”.

Fnu Nidunjianzan al saque: su sueño es llevar al tenis chino más arriba
Fnu Nidunjianzan al saque: su sueño es llevar al tenis chino más arriba

Fnu Nidunjianzian superó una lesión de una muñeca que lo tuvo inactivo, cosechó sus primeros puntos, y con 19 años, terminó el 2023 en medio de una realidad soñada, por él y por su familia. “Es muy especial ver mi nombre en las páginas de los medios de comunicación chinos como el primer tibetano que lo consigue. Desde un punto de vista global, también estoy jugando para China, que tiene tantos buenos jugadores que se están metiendo entre los 50 mejores. Los admiro y sigo sus pasos. Es una lección de humildad, y yo sólo estoy en la base del iceberg”, señaló Fnu. Hoy en día, en Lasha, dónde él empezó a jugar, se levantó una escuela sobre la vieja canchita. Pero la Federación de Tenis local construyó al menos una cancha normal para que surjan otros Top.

“A veces me pregunto cómo he llegado hasta aquí”, le dijo a The New York Times. Y hasta se animó a proyectarse. “Creo que el tenis chino no está ni cerca de dónde podría estar. Esa es mi gran ilusión: ser el jugador que haga llegar al tenis chino ahí”. A las alturas. Lógico, si él ya viene desde el Techo del Mundo.