"Mi hijo me había contado que había mucho peligro"

TENANGO DEL VALLE, Méx., marzo 19 (EL UNIVERSAL).- Dos fotografías fueron el último recuerdo de los policías municipales René Díaz López, de 50 años de edad, y Alejandro Alba Bustos, de 42 años, durante el homenaje de cuerpo presente que organizó el ayuntamiento de Tenango del Valle, en el que se reunieron familiares, amigos e integrantes de la corporación policiaca.

El padre de Alejandro Alba Bustos guardaba silencio. Para Artemio Alba es terrible el destino de su hijo, pues tiene tres hijos más sirviendo a las corporaciones, quienes igualmente enfrentan el riesgo.

Alejandro tenía cerca de 24 años de servicio y dejó dos hijos, quienes acudieron a la ceremonia encabezada por el alcalde Roberto Bautista.

"Me había contado que había mucho peligro en todas partes, andaba muy fuerte, muy dura en todas partes la mafia. Cobran casi casi por vivir, lo que ellos quieren es ser dueños de todo", lamentó Artemio, quien dijo que el miedo que siempre tuvo por perder a uno de sus hijos se materializó. "¿Qué le vamos a hacer? Lo único que pidió a las autoridades es que no los abandonen".

El hijo menor de René Díaz López no paraba de llorar y se aferró al marco de la fotografía como si ello pudiera consolar su pérdida. Una gorra y una bandera fueron testigos del llanto inconsolable del niño.

La familia de René pidió justicia, que no se quede impune el cobarde asesinato de los dos policías, pues saben que los delincuentes celebran cuando asesinan a uno de ellos.

"Era mi hermano más chico de nueve en la familia, ya se fueron dos hombres y una mujer", dijo su hermano Juan, también policía.

René tenía 21 años sirviendo en la corporación, dejó a su pequeño hijo de 10 años. Su hermano reconoció que mucha gente piensa que la policía municipal no es útil y sólo sirven para emborracharse, pero la realidad es que siempre responden a cualquier llamado.