Hialeah se unirá a demanda contra fabricantes de químicos usados para extinguir incendios

“Los bomberos damos la vida si es necesario pero no firmamos (al elegir esa profesión) para tener cáncer”.

Con esas palabras describe Eric Johnson, bombero del Departamento de Hialeah, el riesgo al que están expuestos los rescatistas por el uso de químicos tóxicos usados durante décadas para extinguir incendios.

Johnson lo ha sufrido en carne propia, al padecer cáncer de colon. El centro de entrenamiento del Departamento de Bomberos de Hialeah de la Estación 7, donde ha trabajado las últimas dos décadas, es uno de 27 centros certificados de capacitación en extinción de incendios de Florida que se sospecha han estado expuestos al uso de químicos tóxicos para la salud, según el Departamento de Protección Ambiental de Florida (FDEP).

Por esta razón, Hialeah se ha sumado a un litigio multidistrito contra los fabricantes de los químicos, autorizando a los bufetes de abogados Ferraro Law Firm y MSP Recovery Law Firm, recuperar los daños actuales y futuros resultantes de la presunta contaminación causada por sus usos.

Frank Casada, miembro de MSP Recovery Law Firm, informó que el asunto de la espuma de fuego “es un problema que está afectando a más de 8,000 ciudades alrededor de todo el país”.

Por su parte, James L. Ferraro explicó que “analizaremos si hay alguna otra zona problemática (en Hialeah) con estos químicos (además del centro de entrenamiento)”.

La demanda busca responsabilizar por negligencia a las empresas fabricantes de estos productos químicos: 3M, DuPont de Nemours, Inc., Chemguard, Inc., Tyco Fire Products, Kidde Fenwal y Buckeye Fire Equipment.

El ácido perfluorooctanoico (PFOA) y el ácido perfluorooctano sulfónico (PFO) son utilizados en la espuma formadora de película acuosa (AFFF) para extinguir incendios.

La vocera de 3M envío un comunicado a el Nuevo Herald en el que comentó: “AFFF fue una herramienta crítica desarrollada para satisfacer una necesidad importante de los miembros del servicio militar y rescatistas que enfrentan desafíos de alto riesgo y potencialmente mortales.

“3M continuará remediando PFAS cerca de sus sitios y abordará los litigios defendiéndonos en los tribunales o mediante resoluciones negociadas, según corresponda”, agregó.

Paralelamente, en declaraciones escritas a el Nuevo Herald, la vocera de DuPont de Nemours indicó: “Si bien no comentamos sobre asuntos de litigio, creemos que estas quejas no tienen mérito, y esperamos defender enérgicamente nuestro historial de administración de seguridad, salud y medio ambiente”.

De qué manera afecta a la salud

Los químicos de perfluoroalquilo y polifluoroalquilo, conocidos como PFAS, son sustancias artificiales desarrolladas para proporcionar repelencia al aceite y al agua, estabilidad química y térmica, y reducción de la fricción, de acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental (EPA).

De acuerdo con EPA, “los estudios científicos han demostrado que la exposición a ciertos niveles de PFAS puede conducir a efectos reproductivos como disminución de la fertilidad o aumento de la presión arterial alta en mujeres embarazadas, retrasos en el desarrollo de los niños, mayor riesgo de algunos tipos de cáncer, incluidos próstata, riñón y testículo, disminuir la capacidad del sistema inmunitario, interferencia con las hormonas, aumento de los niveles de colesterol y/o riesgo de obesidad”.

Bombero Paul Abolafia, médico oncólogo Joseph Pizzolato de la Universidad de Miami y Eric Johnson, bombero diagnosticado con cáncer a mediados de 2022
Bombero Paul Abolafia, médico oncólogo Joseph Pizzolato de la Universidad de Miami y Eric Johnson, bombero diagnosticado con cáncer a mediados de 2022

Johnson, de 50 años, ha trabajado como bombero prácticamente toda su vida adulta. Inicialmente estuvo asignado al Departamento de Seguridad Pública de Ocean Reef, en Cayo Largo, y como bombero y rescatista de incendios de Islamorada, en el Condado Monroe. En 2002, fue contratado por el Departamento de Bomberos de Hialeah, donde había laborado ininterrumpidamente hasta agosto de 2022, cuando fue diagnosticado con cáncer de colon.

“Aunque mis resultados de sangre siempre salían bien, mi cuerpo estaba peleando con el cáncer. Comenzaba a sentir fatiga, estaba cansado inesperadamente, me tardaba mucho en recuperarme después de hacer ejercicio”, indicó Johnson. “Estos síntomas fueron alerta de que algo estaba pasando, hasta que un día fui al baño con sangre y me recomendaron hacerme una colonoscopia”.

El cáncer que padece Johnson, quien es el presidente de de la Asociación de Bomberos de Hialeah, gremio sindical de los rescatistas, es uno de los 21 que comúnmente padecen los rescatistas, según el programa de beneficios contra el cáncer para bomberos de la Florida.

Johnson dijo que sus doctores “estiman que el cáncer que me fue diagnosticado en 2022 tenía entre cinco a 10 años en mí, pero mi cuerpo fue muy fuerte. Luchó para combatir esta enfermedad sin manifestar síntomas hasta el año pasado”.

Su caso no es el único, así como la contaminación presente en la Ciudad de Hialeah tampoco es excepcional.

De acuerdo con el Departamento de Protección Ambiental de Florida, en el sur del estado, además de Hialeah, las ciudades de Miami, Plantation, Coral Springs y Palm Beach, así como Miami Dade College y el Departamento de Bomberos del Condado Miami-Dade, reportan haber utilizado la espuma con componentes tóxicos en sus instalaciones de entrenamiento contra incendios.

Claudine Buzzo, bombero del Condado Miami-Dade desde hace 21 años, fue diagnosticada con cáncer de páncreas en abril de 2016. En esta región, al 32 % de los bomberos se les ha diagnosticado algún tipo de cáncer, según la Asociación Internacional de Jefes de Bomberos (IAFF).

A los siete meses del diagnostico de Buzzo le hicieron una cirugía para extraer el tumor. Aunque desde entonces ha estado “libre de cáncer” sufre de pancreatitis, las células de su órgano se irritan y se inflama, causándole dificultades digestivas.

“No puedo beber alcohol, tengo que comer porciones muy pequeñas de comida. Estoy agradecida de haber sobrevivido pero tengo complicaciones digestivas todos los meses”, dijo Buzzo.

Claudine Buzzo, de 51 años, bomberos del condado de Miami-Dade fue diagnosticada de cáncer de páncreas en 2016. Desde noviembre de ese año, ha superado esa enfermedad luego de una cirugía para remover el tumor
Claudine Buzzo, de 51 años, bomberos del condado de Miami-Dade fue diagnosticada de cáncer de páncreas en 2016. Desde noviembre de ese año, ha superado esa enfermedad luego de una cirugía para remover el tumor

Buzzo considera que “tuvo suerte” cuando se enteró de su enfermedad. Tenía una bacteria estomacal que le generó durante una semana malestar estomacal y acudió a emergencias; cuando le hicieron los rayos X determinaron que tenía una masa en su páncreas, estado 1 de cáncer.

Cuenta que su sobrevivencia se debe a la temprana detección. “Quienes sufren de este tipo de cáncer suelen conocen de su estado cuando está muy avanzado, porque no presenta síntomas”, dijo.

Mayor riesgo de muerte en los bomberos

Lo que han sufrido Johnson y Buzzo no son casos aislados. El cáncer causó el 66% de las muertes de los bomberos entre 2002 y 2019 en EEUU, según datos de la IAFF.

Buzzo, como parte del sindicato de bomberos condales, es oficial de beneficios y está encargada de gestionar apoyo entre sus compañeros con diagnostico de cáncer y el Centro Integral de Cáncer Sylvester de la Universidad de Miami (UM).

Desde 2019, ha recibido la llamada de 28 bomberos que han sido diagnosticados con algún tipo de cáncer en su ejercicio como rescatista.

Los bomberos tienen un 9% más de riesgo de ser diagnosticados con cáncer y un 14% más de riesgo de morir de cáncer que la población general de Estados Unidos, según una investigación de los CDC/Instituto Nacional de Salud y Seguridad Ocupacional (NIOSH).

De izquierda a derecha el ingeniero Angel Álvarez, el bombero Yadiel Domínguez, el ingeniero JJ Arriola, el jefe de distrito Steve Lyon, en el centro el bombero Eric Johnson, el bombero Roy Huff, el ingeniero Joey Fresneda, el teniente Julian Troncoso y el bombero Dimitri Rodríguez. Todos se afeitaron el cabello en respaldo a Johnson quien ha sido diagnosticado con cáncer de colon

Luego de que Buzzo superara el cáncer y tuviera que pagar sin reembolso parte de su cuenta médica, en 2019 viajó a Tallahassee como representante sindical de Miami-Dade junto con Johnson y otros agremiados, a “pelear” por la aprobación de una ley que les diera mayor cobertura sanitaria a los bomberos.

Ese año, el Senado de la Florida aprobó una ley que permite que los bomberos diagnosticados con ciertos tipos de cáncer puedan ser elegibles a beneficios por discapacidad o muerte.

“Los bomberos amamos nuestro trabajo, no queremos retirarnos, ni queremos una jubilación por discapacidad. Espero poder regresar (al trabajo) apenas mi cuerpo sane”, comentó Johnson, quien tiene una prognosis positiva sobre el tratamiento que recibe en UM.

Eric Johnson, de 50 años, presidente del sindicato de bomberos del Departamento de Hialeah, donde ha trabajado desde hace más de 20 años de servicio, ha sido diagnosticado con cáncer de colon el pasado mes de agosto de 2022. Recibe tratamiento de quimioterapia acompañado de su esposa Darlene Johnson, de 53 años y su hijo mayor Jaedon Johnson, de 20 años, también bombero pero del Condado Monroe.

Aunque Buzzo no ha considerado demandar de forma individual a estas compañías, cree necesario que las ciudades y sindicatos de bomberos lo hagan porque estas empresas deben asumir “su responsabilidad por el daño causado”.

Otras demandas

En abril de 2022, la oficina de la procuradora general de la Florida Ashley Moody presentó una demanda contra los fabricantes de ciertas espumas contra incendios, acusándolos de contaminar el medio ambiente y de enfermar potencialmente a las personas con productos químicos, reseñó el Tampa Bay Times.

Los abogados del estado acusan a las empresas de usar materiales que pudieran poner en riesgo a las personas de enfermar de cáncer y otros males.

La denuncia de Moody enumera varios lugares en Florida donde se usaron espumas contra incendios, incluyendo la Academia de Bomberos del Miami Dade College, la Escuela de Bomberos en Ocala, el Departamento de Bomberos de Pensacola y la Academia de Bomberos del Colegio Comunitario de Hillsborough.

Hace cinco años los funcionarios de salud de la Florida se enteraron de que había un problema potencial con la contaminación de las aguas subterráneas, relacionado con los productos químicos retardadores de fuego, en los sitios de entrenamiento para combatir incendios en todo el estado.

En mayo de 2020, el Departamento de Protección Ambiental de Florida (FDEP) envío a Hialeah una carta declarando que habían hecho una evaluación del centro de entrenamiento de bomberos y encontraron niveles químicos que excedían el límite recomendado.

Cómo contrarrestar la contaminación

De acuerdo con los abogados que, en representación de Hialeah, demandarán a las empresas fabricantes de dichos químicos, la contaminación puede estar presente en el suelo y el agua. Dependiendo dónde se localicen esos materiales tóxicos, el abordaje varía.

A partir de 2024, todos los centros de agua de los municipios tendrán que medir los niveles químicos del agua e informarlo a sus residentes.

Si la estación de agua presentase contaminación, explicaron los abogados, se debería activar un filtro de “carbón granulado”, que ayudaría a evitar la absorción de las sustancias PFAS en el agua.

En el caso del centro de entrenamiento de Hialeah, donde se conoce que existen niveles químicos más altos de lo normal, los abogados advirtieron que para contener la contaminación que allí se aloja posiblemente sería necesario “excavarse el sitio”.

Ferraro ejemplificó que en Ocala con el FDED, “tuvieron que remover la tierra, tomar muestras del suelo, excavarlo y enviarlo hasta Louisiana para incinerarlo. Fue muy costoso pero era la única opción federal disponible y por supuesto fueron a la ofensiva a presentar una demanda contra los fabricantes para recuperar el costo actual y futuro”, comentó.

“Nunca estaremos seguros si los químicos que usamos para extinguir el fuego producen cáncer, pero las estadísticas son bien claras, uno de cada seis bomberos en Miami-Dade tiene algún tipo de cáncer”, acotó Johnson, citando datos de la IAFF.